capítulo 24

99 3 0
                                    

- ¿De verdad pasaste la noche con Samara? - dice Esteban casi escupiendo su cafe.
Estamos en la cocina, comiendo un poco de pan con una taza de cafe. Todos nos sentíamos pesimos, sin duda fué una de las fiestas más locas deblas que habíamos ido.
-¡cállate quieres! Ya es suficiente,  con todo el remordimiento.
Me sentía como una mierda, era la peor persona de todo el mundo, Melliza no me iba a perdonar, me odiaría,  y no la culparía por ello, sin duda lo merezco.
- ¿Pero no acordaron Samara y tu que lo olvidaría?
-si si, pero pues no quita lo que pasó.
Dije tapandome la cara con las manos, tenía un nudo en la garganta, me sentía poco, quería reparar el error.
- Estabas borracho, no sabías lo que hacías Harold, no te alteres tanto.- Contesto Julio, no se había integrado casi a la conversación,  si se le podía llamar así, se había ocupado simplemente de escuchar todo lo que pasó.
- Tu lo dices, solo porque nunca en tu vida haz tenido una novia de verdad, a  que ames, a la que te de miedo perder…
Tenía los ojos rojos, no sé si por ganas de llorar, o por la rabia que me tenía a mi mismo.

Camino a casa, logré prender por un momento el celular, seguramente se le había acabado la pila durante la noche, tenía 23 llamadas perdidas de mi mamá,  otras 15 de papá y por último 4 de Melliza. Esto no podía estar peor.

- Harold, ¿Qué pasó? ¿Porque llegas hasta ahora?
Dice mi mamá parándose de el sillón, camina, para acercarse y envolverme entre sus brazos.
- Nos tenías preocupados… - completa mi papá e imita el gesto de mi mamá.
Les de vuelvo el abrazo, es lo mínimo que puedo hacer.
- Te queremos, pero al menos contesta las llamadas la próxima vez. ¿si?
- si mamá, voy a subir a dormir un rato.

Me tumbe en la cama lo más rápido que pude, me quite la chamarra y las botas que llevo.
Tengo que hacer como si todo esto no hubiera pasado, intentarlo, pero …¿Por qué es tan difícil?

Melliza
-¿Qué tienes amor?
-Nada mamá.
-casi no haz comido, ¿no te gusto? ¿quieres que pida algo más? - me pergunta mi mamá con cara de preocupación en los ojos.
-no, es solo que no tengo hambre…
Y era cierto, no quería comer, estaba más ocupada pensando en esa opresión en el pecho de ayer en la madrugada, que aún podía sentir un poco, pero al mismo tiempo pensaba, si fuera algo malo, ya lo sabríamos ¿no?
Pero, entonces porque Harold no contesta ninguna de mis llamadas… ni siquiera un mensaje ha mandado.

Harold
Después de tratar de dormir por más de dos horas, decido devolver sus llamadas a Melliza, lo único que quiero es oír su voz, y demostrarme que nada a cambiado entre nosotros.
Tomo al menos un minuto en decidirme si pienso marcar… el timbre suena cuatro veces y responde.
-¿Harold? ¿Cómo estas?
Se escucha preocupada, o como si estubiera esperando desde hace mucho tiempo la llamada.
- si, claro estoy bien…
Trato de hablar con naturalidad, como siempre, pero no puedo evitar que un pequeño nudo se me forme en la garganta.
-¿pasa algo? Te escucho diferente.
-no, no es nada. Solo estoy un poco cansado, ya sabes, la fiesta terminamos tarde.
-aaa si si, claro lo entiendo. Espero que la pasaras bien. No tienes idea lo mucho que te extraño.
-si, todo muy bien. Yo… yo también te extraño.
Tenía que ocultarlo, pero la culpa me comía poco a poco, no soportaba mentirle de esta manera.
-Lo bueno, es que regresamos en dos días, ya te podré ver.
-¿dos días?  ¿No es muy pronto?
- ¿que acaso no quieres verme?
Dice algo confundida.
-por supuesto que si, solo que imaginé que tardarias una semana más.
-no, ya quiero estar en mi casa, volver a la rutina, además me muero por verte.
Siento una apuñalada en el pecho.
-oh oh si claro, te entiendo yo igual ya quiero verte, siento que han pasado tantas cosas desde que te fuiste…
-¿de verdad?¿que ha pasado? Cuentame, tengo tiempo.
¡Volví a cagarla!
- nada de mucha importancia,  me refiero a que tal estuvieron las fiestas.
- oh, ya. Vendras por mi al aeropuerto, ¿verdad?
Tengo tanto miedo de verla, pero al mismo tiempo no soporto estar lejos de ella.
- claro, tu solo dime la hora en que llega tu vuelo y yo iré.
- gracias, por eso te amo.
- eh yo también te amo… mañana te hablo para ver lo de el vuelo, quiero darme un baño y luego dormir un poco.
- am si Harold, mañana te hablo.
Dijo algo desganada Melliza, y colgó.

Melliza
¿Qué había sido eso? ¿Por que Harold se comportaba de esa manera? ¿Estaba enojado con ella? No, ella no había dicho ni hecho nada malo, algo más pasaba, quizá tendía problemas familiares. ¿Pero, por que no le dijo? Siempre se decian todo, sin importar que tan insignificante fuera. Bueno, al menos ella siempre le decia todo, sentía que de esa manera su relación era más fuerte,y transparente. ¿Pero él le decía todo? Eso no podía saberlo, quizá prefirió no contarlo, para no preocuparla, pero eso la hacía sentir todavía peor; el nunca le hablaba tan frío y tan distante…

Harold
¿que iba a decirle cuando volviera? Ella ya ha notado algo raro.
Volteo a ver el cuadro, esta casi terminado, le faltan solo algunos retoques pequeños.
En eso alguien empieza a rasguñar la puerta, ya me imagino quién es, camino a la puerta, y me encuentro a Shimi parada en la puerta, inmediatamente entra y da un salto a mi cama para recostarse ahí. Voy y me siento a su lado, ella empieza a ronronear buscando algo de atención. Extraña mucho a Melliza pensó,  ya que la gatita solía pasar la mayor parte del tiempo con ella, y solo ocasionalmente venía con el, más que nada por comida.
Pero estos días se quedaba con el, podrían compararse, ambos la extrañaban, y esperaban que regresara.

Samara
(En el teléfono)
-claro, todo va a la perfección, si lo sé,  le dije que no diría nada, pero que más  da. Ya se me ocurrirá una idea para que esa mosquita muerta se entere de esto. Hubieras visto su cara, parecía que se le apareció un fantasma. Si lo sé, fué algo extremo, pero se lo merece, eso y más.

————————————————
Perdón por la tardancia chic@s, de verdad se me secó el cerebro, no tenía idea de como plantear la idea. Pero por fin ya estoy aquí.
Espero que les este gustando esto de introducir un poco de narración por Melliza, y ahora de Samara. Les mando un beso, y Feliz año nuevo.

La niña de mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora