—Se te ve precioso este enterizo pero me gustas más sin nada—se dio la vuelta y rápidamente baje el cierre que se encontraba en la espalda.
Le baje los hombros del enterizo para ver bien y un body negro translúcido era lo único que la cubria, un suspiro entre cortado brotó de mis labios puse una mano en el hombro de este y Fiorella me la quito.
—Sin romperlo Alesandro—me dijo y yo gruñí en protesta—, rompiste el sujetador que usaba ayer, me has roto tres camisas y alrededor de cinco bragas, y no es lo que te quiero mostrar—termino de sacarse el enterizo y al quitárselo vi lo que me quería mostrar.
En su glúteo derecho tenía una "A" tatuada con letra redonda. Estaba tapada por un poco de papel film.
—Un tatuaje es permanente, cariño—le comente y ella asintió—. Está en un sitio donde solo yo lo puedo ver ¿quién te tatuó?
—Una conocida, que tiene una tienda de tatuajes— me comentó con simpleza. Agradecía que la tatuó una chica.
—Me gusta—dije acariciando por encima del papel— ¿dolio mucho?—ella negó.
—No mucho. Al principio me quería guardar tu nombre completo en el costado como lo hiciste tú con el mío, pero me dijo que me dolería mucho por la zona y por ser la primera vez era mejor algo pequeño—asentí.
—Si algún día te quieres hacer otro me avisas y yo te llevo a donde me tatuó yo.
Ella asintió, envolvió sus brazos en mi cuello y yo le bese la frente.
—Por momento no, si ocurre otro acontecimiento importante en mi vida tal vez si—me susurró.
—¿Como un hijo?—ella alzó los hombros y me recordé del niño de aeropuerto—, cuando fui a buscar a mi hermanos al aeropuerto, estaba sentado esperando que llegaran y un niño se me acercó.
—¿En serio?—dijo sarcástica mientras reía, la miré mal y se dejo de reír.
—Me dijo que estaba buscando a su mamá y que se dirigía a Inglaterra—Fiorella me miró con el ceño fruncido—, el simple hecho de verlo me daba escalofríos, le pregunte su nombre y solo se rió. Me dijo que me parecía a su papá—le relate pasando una mano por mi cabello—, me pregunto que si tenía esposa porque su mamá también tenía un anillo como el mío, cuando lo deje en la oficina, me compre un café y después llegó Laura, pasamos por la oficina donde lo había dejado y me comentaron que hoy no salieron vuelos a Inglaterra.
Fiorella estaba en estado de shock, me miraba sin parpadear y sin moverse.
—¿Co-como era ese niño?— me pregunto tartamudeando.
—Era un niño precioso, cabello castaño y sus ojos eran grises azulados así como los...—me quedé en shock y Fiorella se tapo la boca con la mano.
—Como los míos...—terminó por decir—, ¿recuerdas mi sueño?—asentí— Íbamos a Inglaterra con el niño Alesandro, y la descripción que me das es tan igual a como lo lo veía en el sueño.
— ¿Me estoy volviendo loco?— le pregunté y ella negó—, es una maldita locura Fiorella.
Me abrazó y yo a ella «¿Había visto a mi hijo?», pensaba abrazándola, ella no se veía atormentada en cambio yo sí, pasó una mano por mi cabello tranquilizándome.
—Por alguna razón lo viste Alesandro—me dijo dando un beso en mi mejilla—, tal vez tienes algún pendiente con él o algo te iba a pasar y te estaba cuidando, no lo sé pero no puede ser coincidencia.
Nos fuimos recostando lentamente en la cama y quedamos viéndonos el uno al otro.
—No puedes usar pantalones estos días, te hará rozaduras con la piel y te puede irritar el tatuaje—ella asintió.
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Amor Eterno ©
Aksi¿Eres capaz de todo por amor? Saga "Amore Tossico": Segundo libro #2 En edición...