Jake caminaba a mi lado con seguridad y la mirada en alto, era bastante terco para la edad que tenía, su hermana cumplía un año de nacida al día siguiente pero decidí tomarme un día con mi hijo.
Jugamos en el parque, comimos helado y hamburguesas juntos. Se me había hecho hábito salir con él todos los fines de semana.
El comía su helado tranquilo pero miraba al frente a un punto fijo:— ¿Qué miras campeón?—le pregunté intentando entender que miraba.
—E sol, papi —dijo señalando con su dedito el sol que se estaba escondiendo, sonreí al oír su voz chillona e infantil —, es muy helmoso —asentí mirando el sol junto con el.
—A tu mami también le gustan los atardeceres— le comente y él me sonrió en respuesta.
Él me miró pensativo y yo le sonreí colocó su cabeza en mi brazo apoyándola. Su cabello estaba un tanto sudado por tanto jugar, admitía que el mío no se quedaba atrás pero fue una preciosa tarde.
—Amo musho a mami y a Nella ¿tú?—me dijo mirandome.
—Compartimos eso campeón, amo a tu mamá y Anto, demasiado—le comente riendo.
—¿A mi?—me preguntó con curiosidad.
—A ti también te amo campeón y muchísimo—le revolví el cabello con una sonrisa
Cuando el sol terminó de bajar, nos levantamos de la banca donde estábamos sentados y Jake me miró divertido. Corrió hasta el auto conmigo tras él, al alcanzarlo lo cargue por detrás riéndome.
Lo subí al auto, le abroche el cinturón de la silla y me subí encendiendo el auto. Jake iba hablándome de distintas cosas mientras conducía a la casa.
El tráfico estaba de infierno a esa hora, en definitiva un desastre. Jake se había dormido después de un rato.
Después de más de una hora, llegué a la casa exitosamente, baje a Jake en brazos el cual aún dormía. Entre y Fiorella estaba en el sillón con Antonella a un lado maquillándose, lo cual me hizo reír, las salude como pude y deje a Jake en su cuarto.
Mi hija corrió hasta mi riendo suavemente, le di un beso en la mejilla y un abrazo y ella envolvió sus brazos en mi cuello.
—Papi— chilló abrazandome y yo reí.
—Princesa hermosa—le dije abrazándola, me soltó y la baje, le dí un beso al Fiorella seguido de un abrazo—, reina hermosa—ella rió.
—¿Cómo les fue en su día de chicos?
Le relate todo lo que hice en la tarde con Jake pero sentía una mirada fuerte en mi espalda, al voltear mi pequeña rubia me miraba molesta, fruncí el ceño.
—¿Qué te pasa hija?—le pregunté suavemente acercando mi mano a su mejilla y la parto batiéndose balbuceando cosas, cuando se acercó a la escalera hable—, para señorita, más respeto conmigo—dije con el ceño fruncido pero mi hija me miró de la misma forma.
—Tolo Jac, tolo e—dijo lento ya que le costaba hablar alce mis cejas en su dirección entendiendo a qué venía eso. Estaba celosa. Fiorella miraba todo con una mueca irónica. Termino de subir sin decirme nada más.
—Mi hija haciéndome una escena de celos—dije incrédulo y Fiorella asintio.
Suspiré pensativo y Fiorella estalló a reír a carcajadas. Sin ocultarlas.
—Ella estaba celosa cuando vio que saliste solo con Jake—dijo riendo suavemente—, hasta se puso a llorar diciendo que tú ya no la querías, que preferías a Jake.
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Amor Eterno ©
Aksi¿Eres capaz de todo por amor? Saga "Amore Tossico": Segundo libro #2 En edición...