AURORA
Mi vida fue aburrida hasta esa mañana en la que estaba parada en mi ventana y vi por primera vez los apartamentos de al frente, en especial, el que queda justo al frente de mi piso.
Me detuve un momento más y allí estaba aquel chico que había escuchado que se llamaba "Frank Williams", veintitrés años, estudiante de finanzas, escorpio, soltero y lo mejor, lo podía ver diariamente frente a mi ventana, una vez desnudo y otras algo tapado, pero daba igual, es una de mis mejores vistas.
—El día no está como para sentarse en el balcón y broncearse con el frío, te vas a congelar si sigues ahí —gritó alguien, mire al frente y era él, ¡Dios mío! se hizo un nudo en mi garganta y mi corazón latía a mil por segundo.
Me levanté de golpe y desaparecí caminando hacia la oscuridad de mi sala, nunca antes me había mirado ni nada.
¡Qué vergüenza! tome un poco de agua, abrí mi libreta necesitaba escribir, una pequeña nota; Las mayores de las cosas que haría cuando saliera de mi piso, cada día anotaba una.
Termine de escribir y necesitaba dormir, llevaba dos noches que no lo hacía, por mis pesadillas y hacía demasiado frío.
—Buenas noches —le dije a mi pequeño gato, Fufi.
Cerré mis ojos y soñé que me estaba acostada en el pecho de mi querido Frank.Me desperté y limpie mis cochambrosos ojos, eran las cinco en punto de la mañana y necesitaba despertarme así, miraría a mi vecino cuando salía a trotar y hacer estiramiento en la ventana de su piso.
¡Dios era el mejor de los desayunos!
Mis mejillas se sentían calientes y mi cuerpo estaba totalmente tibio y mi aliento olía a muertos.
—Fufi, quítate —justo cuando dije aquellas palabras pisé por equivocación la cola del maldito gato, este me arañó el pie, provocando que me quejara y el vaso de agua que tenía se cayera y resbalara con el agua mis pies, tome la cortina para apoyarme pero fue en vano, el pestillo que las sostenían cayó en mi cara y pegué un grito.¡Unicornios!
Me levanté a pasos torpes y lo peor venía, mi vecino estaba de brazos cruzados mirándome.
— Trágame estúpida tierra —di media vuelta hacia mi cocina.
¡¿Por qué a mí?!No me asomaría, él estaría pendiente si yo lo espiaba, así que tomé una manzana y fui a mi escritorio.
Regla 123: nunca hacer ruido.
Actualice el guardado de documento "como secuestrar a la presa " y me levanté a bañarme.
Había llamado demasiado la atención, pronto la presa tocaría mi trampa, pronto.
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Ella esta demente ©
Teen FictionLa monótona vida de frank williams se verá afectada por la entrada de una mujer totalmente diferente a lo que él está acostumbrado. Un hombre lleno de vacíos emocionales que se verán llenados por una chica con problemas y locuras. Pero no todo es bu...