Ella esta demente ©

Episodio 20

Frank

— ¿Estoy en el cielo? —dijo Aurora mirando hacia todos los lados, yo sonreí como siempre.

—Estás en el planeta tierra, Aurora —dije y ella me miró detenidamente con aquellos ojos verdes, que había aprendido a extrañar.

— ¿Enserio? —Volvió a preguntar y yo no sabía si estaba jugando conmigo o qué, y quería hacer lo mismo que había hecho antes.
— ¿Quieres saber si estas en la tierra?
Ella asintió, me acerque a donde ella y la bese.
Estampe mis labios en los suyos y ella me respondió.

Termine el beso dándole uno en su mentón, y nuestras frentes seguían pegadas.

— Estás en el jodido planeta tierra, y quiero que así sea, hasta un largo tiempo —dije y ella se alejó de mí.

— ¿Por qué no te has ido?, Te dije que hicieras tú vida, Frank —el tono de su voz era como a punto de quebrarse en llanto.

—No puedo, no quiero alejarme de ti —dije.
Ella miró hacia la derecha y una lágrima resbaló por su mejilla.
—Estoy enferma, Frank, y... — estaba atragantándose con sus lágrimas

—Tu enfermedad no me va hacer nada —dije y ella me miró.

—Es que no lo entiendes.

—Lo entiendo todo, perfectamente.

—Quiero que estés con alguien mejor.

—Tú lo eres.

—Alguien que esté sana, que esté siempre para ti, no que tengas que estar cuidando de ella siempre —dijo y rompió en llanto, me acerque más a ella y tome con mis manos su rostro.

—Tu eres perfecta para mí, entiendo que tengas esto, pero pasará, tú lograrás seguir adelante, yo quiero estar contigo, quiero que siempre sea así, quiero mostrarte todo lo que desconoces —se acercó a mí y me beso.

—No entiendo porque haces esto, pero me gusta, y si estoy soñando no quiero despertar jamás.

—No estas soñando, esta es la realidad —su mirada cambio de triste a alegre y limpie sus lágrimas.

—Prometo recuperarme— dijo y yo le di un casto beso.
—Sería mi mejor regalo —se quedó mirándome.
— ¿Qué día es hoy? —Preguntó.
— ¿Por qué? —Pregunté.
—Si seguimos en octubre, tu cumpleaños es en noviembre, tu cumpleaños es este mes.
—Estamos en noviembre, pero mi cumpleaños ya pasó —dije.
— ¿Enserio? —Preguntó y se quejó.
— ¡¿Qué pasa?!
—Me duele mucho — comenzó a llorar y yo la como de y toque el botón de emergencia.
—Tranquilízate, todo estará bien— dije y llegó la enfermera.

— ¿Qué pasó? —Preguntó—, estábamos hablando y de repente comenzó a dolerle algo.
La enfermera nos sonrió.

—Chicos, sé que se quieren mucho, pero Aurora debe descansar, hace poco fue su cirugía y no es para jugar —Aurora me miró y tenía una lágrima en su mejilla, yo la limpie.

—Está bien, ya ha pasado —dijo Aurora.
La doctora se acercó a ella y pasó su mano por la parte de su espalda y Aurora gritó.
— ¡Hay!
—Has estado moviéndote constantemente, debes descansar. Te daré un calmante —le dijo a Aurora y luego me miró a mí.
—Debe ir a su casa y darse un baño, Aurora estará bien, puede venir mañana en la mañana —dijo.

— ¿Puedo dormir esta noche aquí?
—Nosotros cuidaremos perfectamente de ella, no te preocupes, duerme un poco y mañana temprano vienes.
—Ve, descansa Frank, yo estaré bien. Buenas noches —dijo Aurora, yo camine hacia donde ella y le di un beso y la enfermera suspiró.
—El amor —yo Sonreí.
—Nos vemos mañana, Rapunzel.

***

Llegué a mi apartamento después de esperar un largo tiempo en la estación del tren.
Tome la llave de mi bolsillo y abrí la puerta.
Todo estaba oscuro y olía a pizza.

Cassie.

Como ciego busque el interruptor de luz y encendí las lámparas.
— ¿Cassie? —Pregunte, camine hacia la cocina y no estaba, luego fui a mi habitación y hay estaba en ropa interior, dormida.
Sonreí y fui a mi armario a buscar un pijama para darme una ducha.
Busqué unos pantalones de chándal grises y una camiseta blanca, que decía "Love On Air ", y sonreí, era la camisa que me había comprado por internet aurora, cuando me tenía secuestrado ¿Quién lo diría?, Frank Williams Secuestrado por una chica.

—Sí que estas jodido, hermano —dijo Cassie y soltó una carcajada.
—No te preocupes, no me mires así, será nuestro secreto.
Me acerque a ella.
—No se lo cuentes a los chicos, se burlarían como locos de mí.
—Está bien, pero no soy tumba de nadie.
Le tire una almohada y ella sonrió.
—voy a Ducharme, apesto.
—Lo note desde que entraste, estás apestoso, aléjate —dijo, me lance a ella y Cassie comenzó empujarme.
—Aléjate Frank, estas apestoso.
—Sé que me quieres así. —Canté a Cassie y... ¡Oh no! Se me había olvidado.
—Ups— solté.

—No te preocupes, Hoy conocí a un chico en la cafetería, y estaba guapo, saldremos mañana —dijo.

—Qué rápido olvidas, me parece bien —dije y ella sonrió.
— ¿Y cómo está tu novia? —Preguntó.

¿Novia?, me gustaba esa palabra.

—Está mejor, mañana iré a verla en la mañana.
Me quite la camisa.

—Anda a ducharte, Frank, no lo soportó —caminé hacia el baño y cuando Estuve frente al espejo, recordé el beso con aurora. Me tenía embobado.