AURORA
Las paredes blancas inundaban mi vista, los miles de cables que daban alguna información de mi ser era lo único que veía y escuchaba en ese lugar, que no me traía buenas recuerdos.
Lo que más temí que llegará a pasar, pasó, no había dormido, no podía todo se había ido de mis manos, ahora estaba sola... de nuevo.
Dos días antes.
Frank y yo habíamos pasado la mejor tarde, no lo había amarrado, lo dejé libre, no podía, no quería, no debía. Vimos una película y nos dimos cuenta de nuestras diferencias pero sin embargo seguimos divirtiéndonos esa noche, todo fue simplemente maravilloso, sentía su cercanía y él me llenaba de alegría mi mundo, aunque la manera en la que me conoció no fue la mejor.
A la mañana siguiente todo seguía normal hasta que... revise mi teléfono y encontré un mensaje de mi doctora de tratamiento.
De: Paulina Hanning
Para: Aurora
Asunto: Ha vuelto.
Y el mensaje lo único que traía era un "lo siento"
Luego, Frank, tocó ese tema que yo simplemente no podía soportar.
—Aurora, ¿por qué tienes esa marca en tu espalda? —me tense de inmediato, no podía. Mi cuerpo flaqueó, mis manos se enfriaron y mis ojos se llenaron de lágrimas.
Dios, lo había olvidado.
—No es nada —guíe mi mirada hacia otro lado, todo me traía demasiados recuerdos trágicos.
Se acercó a mí ya que me veía temblar.
— ¡Dios! estás demasiado fría, Aurora.
— Lo siento, creo que debo bañarme —traté de evadir la sobreprotección que él me brindaba.
— ¿Quieres ir al médico?
— ¡No!, claro que no, sólo... me daré un baño y me pondré bien. Es sólo un malestar —me deshice de su agarre y caminé hacia mi habitación.
Dios, por favor no.
Dios mío, no lo permitas.
Repetía en mi mente, corrí hacia pequeña cama y alce la colcha, donde estaba la llave, cerré la puerta de la habitación con seguro. No podía volver de nuevo a mí esta maldición. Rogaba porque no. Abrí la caja fuerte y saqué mis papeles y el teléfono que tenía para este tipo de casos, marque de inmediato al único número guardado y lo que menos quería escuchar es....
"Desgraciadamente ha vuelto, Aurora, y no podremos detenerla"
Dios, por favor. Después de los segundos más largos de mi vida, contestó la doctora Paulina.
— ¿Qué ha pasado? —dije con mi voz casi audible.
—Lo siento, Aurora, no hemos conseguido un nuevo trasplante y en los últimos exámenes hemos descubierto que ese antiguo no ha servido y creemos que no queda mucho tiempo más —su voz se oía demasiado tensa, me conocía desde los doce años.
— ¿Debo internarme? —pregunté limpiando mis ojos.
—Lo más pronto posible y si quieres hacer esto por favor despídete de todos de la mejor manera —fueron sus últimas palabras después del adiós.
No podía soportarlo, ya no más, debía de terminar con esto. Cerré todas las cosas, fui al baño, arregle mi peinado, me aplique por primera vez un poco de labial rosa, Inhale un poco de aire y mi cuerpo dolió. Camine hacia la sala encontrándome a un dormido Frank junto con Fufi, mis lágrimas hicieron presencia. Con la yema de mis dedos toqué su cabello y su rostro como aquella vez, sería la última vez. Por último, con las mayores de mis valentías, toqué sus finos y rosados labios, eran demasiado suaves. De repente sus ojos se abrieron y una sonrisa se dibujó en sus labios.
—Aurora —dijo y mi corazón parecía salirse de mi pecho.
—Frank —dije, como esas últimas palabras de aquella popular saga erótica de L. James. Una lágrima se hizo presente; Frank se levantó y me miró.
— ¿Qué pasa? —preguntó y con su dedo índice limpio mis lágrimas.
—Debes irte —dije con un nudo en mi garganta. El me miró frunciendo el ceño.
— ¿Q-qué?
Me levanté y limpie mi rostro.
—Es hora de que vayas a casa y retomes tu vida, Frank, no podemos seguir en esta estupidez —dije. Él se levantó.
— ¿Crees que esto es una estupidez? —preguntó y yo misma me destruía por dentro.
—Sí, es que no te das cuenta —dije con cierto tono de voz.
— ¿No te das cuenta de lo que nos pasa? —volvió a preguntar.
—Estás pasando tus días de la peor manera, debes irte —volví a repetir, debía ser fuerte.
— ¿Por qué? Sólo dame una explicación.
Di un paso hacia atrás y abrí mis labios.
—Porque esto es una estupidez desde un principio, yo te secuestré, luego tu a mí y ahora estamos aquí juntos, sólo vete Frank y déjame sola, no quiero tener a nadie cerca —ni yo misma podía entenderlo.
— ¿Qué pasa Aurora? —seguía acercándose, haciendo que yo quisiera contar todo.
— ¡Solo vete! ¡Rayos! ¡No quiero verte! —grité y él enseguida soltó su agarre y miró mis ojos con cierta confusión.
—Sólo vete y déjame sola —mencioné aquellas palabras acompañadas de un fuerte llanto.
¿¡Por qué ahora!?
Frank iba a intentar decir algo, pero lo interrumpí.
—Vete Frank, por favor —dije y caminé hacia la ventana del balcón.
Después de unos minutos volví a escuchar sus pasos, lo miré, estaba totalmente vestido y tenía su bolso. Recogió algunas películas y me miró. Luego caminó hacia la puerta y la abrió. Yo corrí hacia donde él.
—Adiós, Aurora —dijo dando una vuelta y yo no sé qué impulso me tomó, pero lo hice.
Me abalancé hacia él y estampé mis labios a los de él e hice algo que jamás creí hacer en mi vida... besar a un chico inalcanzable. Él me tomó con una mano la cadera y con la otra mi cuello, correspondiendo mi beso. Sus suaves labios se movían al compás de los míos y aunque yo no tenía la mejor experiencia hice lo mejor que pude. Pero como todo en este mundo, tuvo que terminar, nuestro beso terminó, nuestras frentes se juntaron y los dos respiramos forzosamente y mis lágrimas parecían no acabarse.
—Es tiempo de irse... —empecé a hablar —.Sólo no te olvides nunca de mí y yo espero no hacerlo jamás —dije y me solté de su agarre.
No quise mirar sus ojos ni nada de él, sólo me quedaría con la imagen de nuestro beso, de mi primer beso. Cerré la puerta rápidamente, mis rodillas y yo caímos al suelo. Lamenté haber nacido esa noche, lamenté haber tenido que nacer para sufrir, pero, cuando todo esto acabará tendría un recuerdo feliz... Frank.
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Ella esta demente ©
Novela JuvenilLa monótona vida de frank williams se verá afectada por la entrada de una mujer totalmente diferente a lo que él está acostumbrado. Un hombre lleno de vacíos emocionales que se verán llenados por una chica con problemas y locuras. Pero no todo es bu...