Frank
Estaba desesperado porque Aurora abriera los ojos y me saludara; siempre tenía miedo de que no los volviese a abrir y eso me molestaba. Debía de confiar en que ella seguiría viviendo. Justo cuando iba a tocar su pálido rostro, ella abrió sus ojos.
—Hola —dije mirando sus ojos y ella se tapó con sus manos su rostro.
— ¿Por qué llegaste tan temprano? —preguntó todavía con las manos en su rostro.
—Porque quería verte —le dije y ella me miró fijamente.
— ¿Puedes salir un momento? —preguntó y yo fruncí el ceño.
—Quiero besarte en este momento —le dije tomándola de las manos, con cierto cuidado pues allí tenía una canalización que llevaba suero.
—No puedes, estoy apestosa, necesito asearme —dijo tratando de alejarse de mí.
— ¿Es eso? —solté una carcajada.
— No puedo darme el lujo de andar enferma y asquerosa
—Aurora... —la regañe.
—Es la verdad Frank, sólo dame un momento, luego podemos hablar y hacer los que queramos —dijo, no había olvidado mi mente de doble sentido y una gran imagen se vino a mi mente que me puso...
—Joven debe salir un momento —dijo la enfermera y salí a regañadientes.
Baje a la cafetería para comprar algo, moría de hambre, y algo para Aurora. Cuando me encontré a aquella chica.
— ¿Frank? —dijo y yo trate de ignorar que me estaba llamando.
—Por Dios, Frank, ¿eres tú? —dijo Bárbara. Se acercó a mí y me dio un abrazo.
— ¿Cómo te ha ido? ¿Qué haces aquí?— y ahí venían las preguntas.
—Uhm, esto, mi novia está internada —dije y ella se pausó por un momento para poner una cara de asombro.
— ¡Wow!, ¿quién diría?, el más mujeriego de la clase, Frank Williams, tiene novia —odiaba que me llamaran así. Puede que lo haya sido, pero siempre supe que me enamoraría de una chica, no común.
—Vamos Bárbara, esto pasa en todas las novelas románticas —le dije y ella sonrió.
—No hay reproche para eso.
— ¿Y tú cómo has estado? —pregunté.
—Súper —me mostró su mano la cual tenía un imponente anillo ¿de compromiso?
—Sí. Frank, me he comprometido con un doctor —dijo y yo le di una palmada en el hombro.
—En hora buena
—Sí, es muy mono y le mola lo romántico —me dijo con una cara de enamorada.
—Por lo que veo también te has enamorado y no sólo por el dinero.
—Siempre quise una relación con estabilidad económica y ahora la tengo, el combo completo —Dijo eufórica.
Seguimos hablando de lo que había pasado en nuestras vidas y ella sí que había cambiado, había dejado de ser la folla toda.
— ¿Frank? —escuché una voz y volteé.
Aurora.
Volteé. Era ella estaba en una silla de ruedas y tenía una cara que no me gustaba, de desilusión.
— ¿Quién es ella? —preguntó Bárbara; Aurora la miraba detenidamente.
—Es mi novia —dije y Aurora me miró —.Aurora te presento a Bárbara, Bárbara te presento a Aurora— dije y Aurora sólo dijo un "hola" poco animado.
—Creo que voy a subir —dijo Aurora después de un tenue silencio que nos consumía e incomodaba a los tres.
—No hace falta, mi prometido ya viene, fue un gusto conocerte Aurora, y volver a verte, Frank —dijo Bárbara caminado hacia la derecha.
— ¿Qué pasa? —pregunté.
—Nada —dijo Aurora.
—No te pongas así, es sólo una amiga... —le dije,
—No te estaba diciendo nada de eso —replicó
—Olvídalo entonces, sólo venía a comprarte comida.
—Ya he desayuno, no te preocupes —me dijo.
—Sólo... quería contarte algo —me dijo, yo me agache y tomé sus manos.
—Cuéntamelo.
—El médico me dijo que me dará de alta al fin de la semana.
Dios mío, esto era... era... emocionante, fantástico.
— ¿Es en serio?
—Sí, saldré pronto —tomé su rostro y la besé. Pero nuestro beso terminó en menos del minuto.
—Por favor aquí no —me dijo.
—Qué importa —le dije quitando los delgados mechones de cabello de su rostro.
— ¿Desde cuándo me presentas como tu novia? —tenía una sonrisa que no podía evitarla.
—Desde que me di cuenta que me gustas.
—Vamos Frank, yo te obligue a todo, me gustaste desde el momento en que te vi —dijo y ella no sabía lo que eso me hace sentir.
—Doy gracias a Dios por eso, si no fuera por tu sexy secuestro yo no estaría aquí, contigo.
— ¿Ahora le agregas el sexy?, después de que me insultaste, me bajaste mi vestido y demás —replicó, contando con sus dedos.
—Había olvidado que te había visto las Bragas.
— ¡Frank!
—Vale, ya.
—Aurora pero es enserio, me estoy enamorando de ti cada día, y no sé cómo parar, no quiero parar, simplemente ahora eres parte de mí, de mis pensamientos de mi futuro.
—Oh, Frank, siempre soñé con esas palabras en mis más locos sueños —me abrazó fuertemente y pude sentir sus pechos, eso me emocionó, ella siempre será linda.
— ¿Entonces eres mi novia? —le pregunté rozando sus labios.
—Más que eso —me beso.
« Creo en ti y en este amor que se ha vuelto indestructible que detuvo mi caída libre, creo en ti y en mi dolor que se quedó kilómetros atrás, mis fantasmas hoy están en paz»
ESTÁS LEYENDO
Ella esta demente ©
Teen FictionLa monótona vida de frank williams se verá afectada por la entrada de una mujer totalmente diferente a lo que él está acostumbrado. Un hombre lleno de vacíos emocionales que se verán llenados por una chica con problemas y locuras. Pero no todo es bu...