Episodio 11

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FRANK 

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FRANK 

—No quiero salir—dijo aurora cuando salimos del edificio.

—Pues ya estás afuera contempla lo que no habías visto.

Se acomodó su abrigo y sus labios estaban más que rojos por el frío.

—No puedo encontrar belleza donde sólo hay mentiras, donde todos mienten para conseguir lo que quieren.

Volteé y mi sonrisa se esfumó sus ojos estaban llorosos.

—La gente sólo te miente, como yo lo hice alguna vez, por eso jamás salgo de mi piso, porque no quiero participar en nada —repitió acomodando su cabello.

—No tienes por qué hacerlo más, sólo haz lo que creas justo y no mires lo que hagan los demás —traté de alentarla —.Además te saque porque quiero que vayamos a la feria tu y yo —dije con una sonrisa.

— ¿Irías sin necesidad de forzarte? —pregunté.

— ¿Y si digo que no? — ¡Vamos! ¿Otra vez? ¿Es que esta chica no se cansa?

—Te ataré y te llevaré.

Dudó un rato y luego me respondió.

—Está bien, quiero conocer tu mundo y alejar mis fantasmas.

La tome de la mano y no me había percatado de su ropaje, ya sé a cuál lugar iríamos primero.

—Tienes las manos calientes —dije y ella me soltó la mano.

—Generalmente es así.

Nos subimos en el primer taxi que paramos y decimos, bueno, no decidimos juntos, yo decidí ir primero a un centro comercial y comprarle alguna ropa a esta chica mal vestida.

— ¿En serio? ¿Un centro comercial?

—Vamos, espera, ¿sabes qué es un centro comercial?

Me miró feo.

— ¡Claro que no, es la primera vez que lo he escuchado! —gritó y yo sonreí, pero después me miró mal.

— ¿Sarcasmo?

—Bingo.

Algunas personas nos miraban y no sabía por qué, entonces para que ella no se sintiera incómoda, entré en el primer almacén femenino.

— ¿Qué desean? —preguntó, una muy elegante chica de cabello rubio.

—Ropa casual —dije y aurora apretó mi mano.

— ¿Para ella? —La chica miró de pies a cabeza a aurora con cierto desagrado.

—Sí, para ella.

Nos indicó algunos vestidos, de los cuales eran demasiados largos.

— ¿Tiene alguno más juvenil y bonito?, por favor ella no sabe nada de moda ayúdame —le susurré a la chica, sonrió y caminó hacia los demás trabajadores y les dijo algo.

— ¿Qué les dijiste? —preguntó Aurora.

—Sólo mira y observa.

—Es lo mismo.

—Está bien, lo siento.

La chica que nos atendía nos llamó al vestidor, me guiño el ojo y no sabía si era porque yo le gustaba o porque tenía una idea muy buena en mente.

—Le quedará fenomenal, sólo es una chica mal vestida

— ¡Hey!, estoy aquí —Dijo Aurora desde el probador.

Pasaron algunos minutos mientras Aurora se vestía, eso es porque su ropa es muy larga, además es demasiada.

—No, definitivamente no —Refunfuñó Aurora—.Este vestido no me gusta —cuando dijo eso, la chica que nos atendía abrió el probador dejando ver a una Aurora con un vestido rojo a quien sólo le llegaba arriba de las rodillas, dejaba ver sus piernas, su pequeña y diminuta cintura.

—Wow, te ves... —no sabía qué decir.

—Se ve hermosa, ese vestido es justo para usted, ¿Quién diría que debajo de esa ropa había una mujer hermosa? —dijo la chica.

—No, ustedes están locos, esto me queda horrible —Aurora se miraba al espejo con disgusto.

—Señorita lo llevaremos y por favor vote esa ropa donde sea —dije y Aurora caminó hacia donde mí.

—No puedes hacerme esto, Frank, no quedamos en esto.

—Es por tu bien, hermosa.

— ¡No me digas así!, No me mientas —gritó.

—No te estoy mintiendo.

—Sí, estás mintiendo, jugando conmigo, pero yo no soy fácil de engañar.

— ¿¡Señores no se ve linda esta chica con ese vestido!? —grite y Aurora reaccionó poniendo sus manos en mi boca.

—Se ve usted hermosa señorita —dijo una señora de edad —.Me hace recordar mis viejos tiempos, cuando salía con mi esposo.

Aurora soltó su agarre.

—Él no es... No, él no es nada —dijo tratando de explicar.

—Abuela, mira tiene el cabello como rapunzel —dijo una voz y era una pequeña niña. Caminó delante de su abuela, se acercó al cabello de Aurora y lo podía tocar.

—Qué Lindo cabello, ¿cómo haces para que te crezca tanto? —preguntó la niña y Aurora se agacho a su altura, dejándome ver una buena porción de su sostén blanco en el borde superior del vestido.

—No sé, sólo crece y lo odio por eso —dijo Aurora mientras la niña tocaba su cabello.

—Yo desearía que me creciera tanto, pero es demasiado lento —dijo la niña algo triste.

—No te preocupes algún día te crecerá mucho más que el mío, además me lo voy a cortar —respondió Aurora tomando su cabello.

¿¡Qué!?, no podía estar hablando enserio.

— ¡No por favor! —dijo la niña.

—Caramelo, tenemos que irnos —dijo la señora.

—Está bien, adiós rapunzel, le diré a mis amigas que conocí a una princesa —dijo la niña mientras se despedía.

Aurora sacudió su mano y se levantó.

— ¿Ves?, hasta te dijo princesa —le dije.

—Sin comentarios, por favor.

—En serio señorita tiene usted el cabello más largo que hubiese visto.

— ¡Mamá, mamá! ¡Ahí está!, ¡te lo dije es Rapunzel! —grito una niña y luego muchas mamás se asomaron y Aurora volteó.

— ¡Quiero una foto! — gritó una y luego muchas personas entraron al almacén.

—Por favor no —dije, sabía que Aurora no quería tanta gente.

Algunas niñas se pusieron triste.

—Está bien, Frank, sólo son niñas.

No sé cómo paso, pero vi la sonrisa más linda de Aurora, junto a aquellas niñas emocionadas que la llamaban princesa.

Quería que fuese mía.


Ella esta demente ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora