AURORA
— ¿Solo ese poco de jabón? por Dios aurora, solo me bañaré por hoy —estábamos en el baño y él estaba dentro de la bañera con bóxer y yo estaba restregándole la espalda con una esponja untada de jabón.
Era demasiado vergonzoso, más de lo que pensé.
—Estás en bóxer, entiende que es mucho para mí, no puedes exigirme de esa magnitud —tomé aire— es como si yo estuviera en tu posición, tú también estarías incómodo —dije y él sonrió y se acercó un poco a mí más de lo que estábamos.
—Pues no estarías vestida— ¡¿Qué?!
— ¿Q-qué tratas de insinuar? — parecía una retrasada mental tartamudeando.
Se alejó de mí.
—No has lavado bien mi espalda y no me bañaré hoy más —me dijo y le agregue a la esponja un poco más de jabón y me incline para restregarle en la espalda, pero el en un giro rápido tomó mi mano y me arrojó a la bañera.
— ¡Dios, Frank!—grité, estaba empapada de espuma y mojada de agua.
—Te ves mejor así —dijo y yo estaba roja de la rabia.
Me impulsé para poder levantarme, pero él lo impidió, colocando sus piernas alrededor de mi cintura haciendo que quedara atascada y pegada mucho más a él.
—Quedemos nos un rato más aquí —dijo y yo no podía creer lo que estaba pasando y me acomode para hacer lo que él hacía, relajarse.Morirás de un resfriado, maldita idiota.
Mi conciencia nunca me aportaba buenas sugerencias, pero esta vez trataba de mantenerme sana, bueno ella moriría también.
—Frank debemos salir o nos resfriamos —dije y él se levantó de la bañera, dejándome ver sus bóxer negro y su marcado abdomen.
— ¿Por qué todos los hombres deben que tener esos abdominales? —Mi pregunta fue estúpida, pero quería tener otra opinión.
—Pues eso los hace guapos y atractivos, ¿no? —Gire mis ojos.
—Qué pregunta tan argumentativa.—Ninguna chica antes me había hecho esta pregunta, sólo miraban y tocaban —dijo y analicé su respuesta y mi sangre hirvió un poco.
"Una gran cantidad de perras ha estado tocando tu carne, querida amiga."
Estúpida conciencia, tenía que ser tan cruel.
No quería decirle nada a Frank sobre el tema, así que sólo me levanté de la bañera y por estúpida me resbale y caí. Sí, caí en los brazos de Frank y nuestra posición no era nada buena.
Me había ayudado de la más vergonzosa y pervertida manera. Sus manos me sostenían, pero no en la cadera, ni espalda, cintura, ni piernas, si no en mis estúpidos pechos y nuestras piernas estaban pegadas.
Me separe de golpe y corrí hacia la puerta y la cerré con pasador, me apoye a esta y di los más pesados suspiros de esa mañana.
El pestillo de la puerta se movió pero no se podía abrir.
—Aurora lo siento, ábreme.
—No te preocupes, gracias por salvarme, ahora sólo termina de bañarte para luego amarrarte en la silla.
Se oyó un respiro hondo.
—No quiero. Necesito salir, no puedo estar más amarrado y aburrido aquí.
—Solo báñate y luego hablamos —sentía algo extraño en mi pecho otra vez.
Literalmente sentía que Frank se iría de mis manos y eso me preocupaba.
No podía tenerlo amarrado como un secuestrado, pero no podía dejarlo ir, no podía.
¿Qué hago?
Tener un recuerdo feliz.
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Ella esta demente ©
Teen FictionLa monótona vida de frank williams se verá afectada por la entrada de una mujer totalmente diferente a lo que él está acostumbrado. Un hombre lleno de vacíos emocionales que se verán llenados por una chica con problemas y locuras. Pero no todo es bu...