Episodio 7

184 18 1
                                    

AURORA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

AURORA

No podía decir que mis padres, alguna vez, me habían advertido sobre nunca retener a amigos en contra de su voluntad. Nunca estuve en un núcleo familiar en el que me amaran. Cuando estaba pequeña en aquel orfanato sombrío y sin vida en el que me crié hasta los diez años, siempre trabajamos limpiando, deseaba que alguien me adoptara y tener una familia como en las películas que veíamos a escondidas de las personas que nos cuidaban ahí. Más tarde pensé que mi vida cambiaría, pero fue lo contrario, en vez de ser bueno ahora era peor, mis padres adoptivos me daban fuertes palizas por cosas en las que me equivocaba y para ellos eran imperdonables, pero allí estaba yo, soportándolo todo con tal de que me dieran un gramo de amor, pero jamás fue así, jamás recibí un cariño o un abrazo, jamás tuve un amigo, jamás tuve un novio, jamás fui sexy y si dijera más «Jamases», creo que nunca terminaría.

Sin embargo, no podía decir que mi vida era una basura o sin sentido, pues creía fielmente que no era fácil, pero tampoco imposible; cuando termine la escuela y logré cumplir mi mayoría de edad, me mudé a este piso y como si fuera algo extraño, jamás salí o salgo, tengo mi propia empresa de blogs en internet y todo lo hago por allí... comida, ropa, todo.

Una mañana abrí mi ventana y ahí estaba aquel chico de cabello rubio con cuerpo de semidiós, me enamore de él enseguida, no hallaba cómo acercarme, y por supuesto que él nunca se fijaría en mí, yo no era de esas chicas como las que estaban siempre a su alrededor, aprendí a mirarlo y a soñar que alguna vez lo tenía a mi lado.

Aquella noche de desvelo me vino algo a la mente, comencé a escribir como podría hacer que el viniese aquí, las maneras de retenerlo y así fue como todo lo que había planeado siguió su rumbo conforme a mis cálculos. Descartando su actitud y demás, lo tendría para mí cuantas veces quisiera y el tiempo que quisiera, sería mi juguete.

Dos días pasaron y aunque hubo turbulencia lo tuve a mi lado, pero ahora todo dio un nuevo rumbo, ahora él no está a mis órdenes, sino que ahora soy yo.

¿Qué haré ahora?, por favor ayúdenme.



Ella esta demente ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora