20. ¿EL VÍNCULO?

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León había ido a la ciudad, había estado trabajando en algo que le llenaba de alegría, Jean y Aurora se habían instalado de momento en un pisito pequeño cerca de la clínica veterinaria...aunque su sueño era poder vivir en la montaña.

Él vivía en la casa de su padre, que había sido la de su abuelo también...era una casa tradicional, pero había en ella mucho poder. Arregló algunas cosas, hizo cambios, Sara le ayudó con la decoración. Ahora era feliz, podía sentir que pertenecía aquel lugar.

Se acercó a la clínica donde trabajaban sus amigos, era sábado y sabía que estaban allí. Entró por la puerta y les saludó, esa mañana no había mucho trabajo así que decidieron dejar a Marta a cargo del teléfono e irse a la cafetería de al lado a tomar un café. Aurora se moría por tomar una de las tartaletas de moras que preparaba su dueña, Anne.

Estaban sentados en la mesa y León les confesó el motivo de su visita. Sacó de su bolsillo unas llaves, en el llavero estaban grabados sus nombres, Aurora pudo reconocer el trabajo de Licaón. ¿Qué era esto?.

León se las entregó:_Es vuestro hogar.

León les contó a sus sorprendidos amigos que esa casa pertenecía a la familia de su madre y llevaba vacía años, su padre nunca la había querido vender ni alquilar la casa, demasiados  recuerdos. 

Pero él tenía una deuda muy grande con ellos y sería un honor que aceptasen vivir allí, para siempre. También les confesó que Licaón le ayudó a reformar algunas cosas de la casa y Sara se encargó de la decoración. Los dos lo abrazaron emocionados. ¡Era más de lo que habían esperado!

 León estaba feliz: _Bueno¿qué hacéis aquí? ¡Iros a conocer vuestra casa! yo avisaré a tu madre que volveréis más tarde.

Aurora y Jean se fueron cogidos de la manos, emocionados...felices.

León los vio salir de la cafetería, miró a su alrededor...aún nadie había venido a atender la mesa. Pero de pronto sus fosas nasales se vieron invadidas por un olor especial, canela y limón...era la cosa más dulce del mundo, se fijó en la estantería de los pasteles preguntándose cuál de ellos desprendería ese olor que hacía que su corazón latiese más fuerte. De detrás de la barra salió una chica, era pelirroja, su melena era larga, sus ojos rasgados como los de una gata y verdes como la esmeralda.

 Era preciosa, llevaba un horrendo vestido negro que tapaba todas sus hermosas curvas, él podía ver debajo de ese vestido un cuerpo relleno, unos pechos generosos y un trasero que invitaba a tener deseos prohibidos

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Era preciosa, llevaba un horrendo vestido negro que tapaba todas sus hermosas curvas, él podía ver debajo de ese vestido un cuerpo relleno, unos pechos generosos y un trasero que invitaba a tener deseos prohibidos. Ella se acercaba a su mesa lentamente, se sorprendió, el olor ahora era mucho más penetrante. Era ella la que desprendía ese olor. ¡Qué le pasaba! Su corazón saltaba como un loco en su pecho, nunca había sentido nada parecido.

Mientras Anne observaba a su cliente ¡era guapísimo! Se parecía al actor protagonista de la película "Thor". Le encantaba ese actor, había ido a ver la película por lo menos diez veces para ver a ese espécimen de hombre en la pantalla. 

Se estaba poniendo nerviosa, la estaba mirando como si fuese ella uno de sus pasteles...nadie la miraba así. Al llegar a su mesa le preguntó qué deseaba.

León sin poder quitar sus ojos de los de ella le respondió: _A ti.

Anne abrió sus ojos y su boca sorprendida del descaro de aquel chico, seguro que era una broma, una broma muy pesada. Le dolió, recordó hace años, lo crueles que habían sido con ella por ser gordita: _Mira, si esto es algún tipo de broma ya puedes ir...

No pudo terminar la frase, su boca estaba siendo acosada por la lengua más dulce que había probado jamás, él la besaba con veneración, con pasión...Su corazón iba a estallar. Se separaron y miraron a los ojos, él sonrió. Ella aún seguía en shock de que esa especie de dios la hubiese besado. 

Él la miró, en sus ojos brillaba el deseo, la deseaba sobre todas las cosas, pero no quería asustarla. Ella estaba herida.

Había tenido una conexión con su mente y ésta le había revelado sufrimiento, humillaciones, dolor...

Por eso decidió con toda la pena de su corazón separarse de aquellos labios que habían sido creados para ser besados una y otra vez. _Nos volveremos a ver, Anne.

Cuando él se alejaba por la puerta ella pareció despertar de su ensoñación y le preguntó: _¿Quién eres?

León con la puerta en la mano se giró la miró de arriba a abajo y le contestó:_Tu hombre

Anne se tuvo que sentar, las piernas no la sostenían ¿Qué había pasado? ¿Acaso los sueños extraños que había tenido esta semana le habían nublado el juicio? ¿Por qué no podía dejar de pensar en él?. Se tocó con sus dedos su boca, aún tenía su sabor, a menta y bosque.

León estaba feliz, por fin el amor le sonreía, había conocido a su compañera, era hermosa, pero tendría que ir despacio, sabía que se lo pondría realmente difícil ...

pero a él le gustaban los retos .

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AURORA EN LA OSCURIDAD#GAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora