Chapter 7: My Dear

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Habían pasado tres días desde que me dieron el alta. Los doctores dijeron que al menos por un mes no podría hacer presentaciones, debía estar en reposo si quería que la recuperación fuese rápida.

¿Qué puedo decir?, no estaba feliz con eso. Nadie estaba feliz con eso, menos Tsuzuku.

Que yo estuviese un mes sin actividad significaba que Mejibray estaría un mes sin actividad. Y a pesar de que les dije que estaría de acuerdo con que pusiesen un reemplazo, Tsuzuku casi me mata por haber dicho aquello, de nuevo.

Por un lado me hizo feliz que no quisiese hacerlo, significaba mucho para mí. Pero por el otro sabía que eso traería problemas más tarde.

Aunque... ¿debía preocuparme?, después de todo, estar en estas condiciones no era culpa mía.

Tonto, sabes que eso no importa, a sus ojos, es tu culpa igual.

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Tsuzuku:- ¿Tomaste tu medicina?- preguntó saliendo de la cocina con una cerveza en la mano. Reí.

Koichi:- ¿Debería preguntar lo mismo?- me hizo burla y se sentó a mi lado.

Tsuzuku:- Ahora por eso no te invito- abrió la lata y le dio un largo sorbo.

Koichi:- Siquiera quería- me crucé de brazos haciéndome el enfadado.

Durante este tiempo Tsuzuku había estado muy atento a mí, como queriendo cuidarme para remediar lo que había hecho. Cocinaba, estaba atento a mi medicación, se comportaba de forma cariñosa e incluso a veces me traía cosas como chocolates o juguetes.

Era lindo recibir ese tipo de atención de su parte, pero también me daba pena, sé que seguro debe estar esforzándose mucho para comportarse de buena forma:

Tsuzuku:- ¿Ya tienes hambre?- negué- Tienes que comer para luego tomar la medicación, aunque sea un poco de arroz- fue hasta la cocina y rápidamente sirvió en un cuenco- Toma-

Volvió a sentarse junto a mí en el sillón y tomó los palillos:

Tsuzuku:- Abre la boca- carcajeé.

Koichi:- Dame eso acá- le saqué los palillos entre risas que pronto se acoplaron con la suya- Puedo comer por mi cuenta-

Tsuzuku:- Solo quería ser amable- bufó.

Mientras comía sentí la cabeza de él apoyarse sobre mi hombro:

Tsuzuku:- Tengo mucho sueño- susurró.

Dejé el tazón sobre la mesita frente a nosotros y acaricié su cabello suavemente reposando mi cabeza sobre la suya:

Koichi:- Tampoco has comido ni tomado la medicina. Vamos a hacer eso y luego nos vamos a dormir, ¿sí?-

Pero apenas me dio tiempo para terminar la oración se repuso en el sillón colocando ambas manos sobre mis hombros y me recostó en el sillón:

Koichi:- ¿Qué haces?- rodeé su cuello con mis brazos instintivamente para no golpear fuerte contra el posa manos.

Tsuzuku:- No quiero ir a dormir sin hacerlo- mis ojos se abrieron como platos.

Koichi:- ¿Q-qué?... ¡No!- me revolví asustado y él rió.

Tsuzuku:- Pero me tienes con abstinencia con esto del yeso- pasó una de sus manos por mi cintura con delicadeza. Lo miré incrédulo.

Koichi:- ¡Como si fuese mi culpa!- dije entre risas.

AnemoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora