Tsuzuku:- Koichi...- sentí su mano moverme ligeramente para que despertara- Ko-chan- susurró- Despierta-
Koichi:- Mm... ¿qué pasa?-
Tsuzuku:- Date la vuelta, mírame-
Koichi:- ¿Qué?- se aferró a mi cintura pegando su rostro a mi pecho apenas logré voltearme- ¿Qué pasa?- pregunté abrazándolo, nuevamente otra noche sin dormir- ¿Tuviste alguna pesadilla?-
Tsuzuku:- No... solo, no puedo dormir-
A veces Tsuzuku podía parecer una persona muy indefensa, como un niño pequeño. Verlo de esa forma tan vulnerable me enternecía y despertaba en mí unas ganas profundas de protegerlo:
Koichi:- Tranquilo, tienes que dormir, tenemos trabajo por la mañana- hundí mi rostro en su cabello esponjado.
Tsuzuku:- Tengo hambre... quiero comer pastel- reí.
Koichi:- ¿De dónde quieres que saque pastel a esta hora?, duerme y en la mañana iremos a comprar uno para el desayuno- asintió- Verás que rápido pasa la noche una vez que te quedes dormido- acaricié su cabello unas cuantas veces y poco a poco su cuerpo se fue relajando y la respiración se hizo rítmica.
Pero así como en estas ocasiones quería protegerlo con todas mis fuerzas, otras veces también despertaba lo peor de mí. A veces, pensar en solo matarlo era insuficiente.
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Tsuzuku:- ¿Ya estás?- golpeó la puerta del baño por quinta vez.
Koichi:- Dije que ya salgo, espera un poco-
Tsuzuku:- Dijiste eso hace diez minutos-
Koichi:- Pero claro, si empezaste a golpear apenas cerré la puerta- suspiré.
Sería mentira si digo que estoy acostumbrado a esto, creo que nadie en su sano juicio podría acostumbrarse a esto, pero con el tiempo uno aprende a sobrellevarlo de mejor manera... aunque solo en ciertos aspectos.
De todas formas, no lo culpo, nada de esto es su culpa, aunque muchas veces me cueste obviar esa cuestión:
Koichi:- Ya estoy- al salir estaba tirado junto a la puerta- ¿Qué haces en el piso?-
Tsuzuku:- Esperándote- se levantó y me dirigió una mirada de enfado- Tardas mil años, ni que necesitaras producirte tanto-
Koichi:- ¿Otra vez con eso?-refunfuñé mientras tomaba mis pertenencias y salimos del apartamento.
Tsuzuku:- No necesitas producirte tanto para que la gente te mire, ¿no te basta conmigo?- oh no, ¿desde tan temprano?
Aquí es cuando empiezo a olvidarme de que no es su culpa...:
Koichi:- Claro que me basta contigo- pero su cara no mostraba estar conforme.
Tsuzuku:- Suficiente. Apúrate- me tomó del brazo y me jaló hasta el ascensor.
Esto era recurrente.
Si había algo que me resultaba complicado sobrellevar era precisamente cuando Tsuzuku se ponía tenso por la forma en la que me arreglo. Y es peor cuando me produzco y debemos encontrarnos con otras personas.
Parecerán solo ataques de celos, pero no lo son ni por lejos.
Cuando a Tsuzuku le dan esos ataques de "no te produzcas tanto que nadie más te tiene que mirar", no significa que le de celos que otras personas me miren o se acerquen a mí, él no me quiere tanto como para eso. Significa que le da miedo que alguien vaya a quitarme de su lado, que me fije en alguien más y lo deje solo.
Porque a él lo que más le preocupa es la posibilidad de llegar a quedarse solo, no nuestra relación.
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Cuando me involucré con él, sinceramente, no sabía lo que hacía. Fue una época en la que simplemente me dejaba llevar por las apariencias y nada más que un físico y una cara bonita podían hacer conmigo lo que quisiesen.
Él lo hizo, hizo lo que quiso conmigo.
Sus comportamientos siempre habían sido extraños, especialmente cuando se trataba de tener que socializar con gente fuera del entorno de VanessA, aunque nadie dentro de la banda le dio mayor importancia, siquiera yo. Pero como dicen: "la curiosidad mató al gato", y eso fue lo que ocurrió.
No curiosidad por conocerlo más a él, no me interesaba en lo más mínimo más que para tener algún revolcón, y en ese entonces, él parecía estar interesado en lo mismo. De hecho lo estaba. Y de hecho ocurrió.
¿Podría haber evitado aquello?, ¿es posible escapar al "destino" y evitar ciertos lugares, sucesos y personas?
De todas formas, ahora ya no hay vuelta atrás. Ni para él, ni para mí.
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MiA:- Luego eres tú quien se queja de que llegamos tarde- otro que parecía no tener un buen día.
Koichi:- Lo sentimos...-
Tsuzuku:- Fue su culpa. Ya vez como le gusta arreglarse y que le den atención- se sentó en el sillón junto al guitarrista- ¿Meto?-
MiA:- Dormido en el cuarto, se aburrió de esperarlos- nuevamente la mirada de Tsuzuku que amenazaba con fulminarme. Pero no me dejaría llevar por sus "caprichos".
Koichi:- Iré a despertarlo-
Me dispuse ir al cuarto a despertar a mi querido batero, porque solo él era digno de mi cariño, él se lo merecía:
Koichi:- Meto-chan, despierta- lo sacudí un poco pero solo se abrazó más a su oso de peluche- Meto-chan, tenemos que ensayar-
Meto:-...-
Se restregó un poco los ojos con el dorso de una mano y me miró algo enfadado:
Koichi:- ¿No me digas que tú también estás enfadado?- suspiré frustrado.
Pero luego de una larga y seria mirada, se levantó dedicándome una sonrisa y dándome un tierno beso en la mejilla. Como adoro a este chico:
Koichi:- Prometo comprarte algo luego- rió.
Pero mi felicidad duraba unos pocos instantes desde que mi vida se mezcló con la de Tsuzuku:
Koichi:- ¡Perfecto!- estas situaciones me colmaban la paciencia y el poco afecto que tenía por él- Así me gusta tenerte, para que luego no puedas andar quejándote de que me produzco para otros. ¿¡Qué si me produzco para otros!? Caradura-
Odiaba que me reprochara semejantes estupideces porque "temía perderme" (que conste, eran sus propias palabras) y luego anduviese besuqueándose con MiA como si fuese su puta personal.
Error, su puta personal era yo y MiA era el tipo astuto con el cual la pasaba bien y luego se lo quitaba de encima. Total, el que se fuma su locura soy yo, el dulce y estúpido Koichi:
Koichi:- Si quieren ensayar, háganlo sin mí-
Pero Meto me jaló del sweater:
Koichi:- No Meto, no tengo ánimos para esto. Ya fue demasiado por hoy y apenas es de mañana-
Miré a Tsuzuku con mala cara, esperando que al menos hiciese o dijese algo para detenerme, pero esa sonrisa socarrona que normalmente adornaba su rostro cuando se sentía el dueño del mundo hizo presencia haciendo que sintiese más asco hacia ellos:
Koichi:- Hasta luego, Meto-
Este último me miró casi suplicante, pidiéndome con su silencio que hiciese la vista gorda y me quedara por la banda. Pero la banda no es más importante que yo. Lo siento Meto.
No me importaba que tuviese Trastorno de personalidad o lo que mierda sea, no tiene ningún derecho a aprovecharse de mi amabilidad y pisotearme como un trapo sucio.
Koichi:- Ja... ¿cuántas veces pensaste eso y volviste a hacer el ridículo?- pensé.
Quizás fumar me aliviase.
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Anemone
Fanfiction¿Qué se supone que se hace cuando una persona está totalmente fuera de tu alcance? ¿qué se supone que haga esa persona para al menos estar bajo su propio control? ¿Cómo rayos me metí en esto? Y más importante... ¿cómo se supone que salga? No Koichi...