Anemone

Chapter 4: Falling "Maria"

Cuando se me olvidaba tomar la medicación inmediatamente sentía los cambios, eran tan bruscos, que podía jurar incluso yo me sentía otra persona esos días.

Últimamente se me había hecho costumbre cada tanto dejar las pastillas de lado. Yo no sufría las consecuencias de ello, más allá de que muchas veces terminase lastimándome, el haber vivido tanto tiempo con eso había hecho que perdiese la sensibilidad a ciertas actitudes contra mí, por tanto no las notaba. El que si sufría, era el pobre tonto que vivía conmigo:

Koichi:-¿Otra vez no comerás?- me sorprendía su capacidad para ser insistente hasta el punto de ser hartante- La semana que viene empieza el tour, ¿cómo piensas mantenerte en el escenario sin energías?-

Tsuzuku:- Cállate- rezongué sin siquiera mirarlo prestando especial atención al aburrido programa en la TV.

Koichi:- Tsuzuku... no me ignores de esa forma- su voz sonó triste.

Lo observé de reojo y ahí estaba de nuevo, esa expresión en su rostro. Sé que no lo hace intencionalmente, no lo hace para que yo me resigne a hacerle caso, es simplemente preocupación. Sus ojos, la forma en la que muerde su labio inferior ligeramente curvando su boca hacia un costado, es la expresión que sale naturalmente cuando una situación lo colma pero sigue intentando guardar la calma:

Tsuzuku:- Déjame en paz, no comeré, me iré a dormir en unos minutos-

Me levanté del sillón notablemente enojado y fui directo a la cocina por una cerveza. Si volvía a toparme con su rostro podría jurar que se lo rompería a golpes.

Por desgracia Koichi suele ser el que siempre está ahí cuando tengo mis peores arranques de ira, y digo por desgracia no solo por él, que es el que sale peor, sino también por mí. ¿Tienen idea lo que se siente lastimar a alguien que quieres sin la más mínima intención?:

Tsuzuku:- Dormiré en el sillón-

Koichi:- ¿Por qué?- me senté en la mesa del lado de la cabecera a beber y fumar.

Tsuzuku:- Porque quiero dormir solo-

Luego de eso no volvió a decir más que el saludo de buenas noches.

No es que quisiese dormir solo, odiaba dormir solo, pero cuando estos síntomas aparecían era cuando más frecuentemente sentía ese cosquilleo inexplicable en mis manos al verlo dormir tan plácidamente. Era como si quisiese verlo de esa forma para siempre.

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Intentaba en lo posible descargar toda mi energía en los shows y quedar lo suficientemente satisfecho como para mantenerme alegre al menos un par de horas, o el resto del día en el mejor de los casos. Pero varias veces resultaba ser lo contrario.

La última vez que me enojé con Koichi fue precisamente por eso:

Tsuzuku:- ¿¡Para qué mierda nos matamos ensayando tanto tiempo entonces!?- pateé una de las sillas que había frente a mí y me levanté a buscar mis cigarrillos.

MiA:- Tranquilo Tsuzuku, todos podemos tener un error, no lo hizo a propósito-

Tsuzuku:- ¡Pues no se supone que pase!-

Mi cerebro parecía que iba a estallar en cualquier instante.

El problema había comenzado por un error de Koichi, en el escenario, justo en la parte del final.

¿No podía haber mejor momento para arruinarlo?... maldita sea:

Koichi:- Perdóname- lo escuché susurrar. Era completamente obvio que estaba llorando por la forma en que sonaba su voz, no importaba que tratase de ocultarlo debajo de esa campera- No ocurrirá de nuevo-