Chapter 33: Fell to the Heaven

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Meto me abrazaba con ternura mientras dejábamos atrás aquel lugar, sonriéndome feliz de que estuviese bien. Y a pesar de que yo le devolvía la sonrisa, la verdad era que me sentía aún peor que hace minutos atrás.

Al parecer Tsuzuku no me entendería. O no por ahora:

MiA:- Te preguntaría por qué hiciste lo que hiciste, pero la verdad es que a mí no tienes que explicarme nada, además de que tampoco me interesa- sonreí divertido aunque afligido. Entiendo que tiene razón, pero en este momento hasta la indiferencia de MiA me duele- El que si se merece una explicación es Tsuzuku-

Koichi:- Lo sé...- planté la mirada en el camino- Pero dudo que mis palabras lleguen siquiera a sus oídos si en este momento intento explicarle las cosas-

Meto se aferró más a mí queriendo consolarme, lo cual le agradecí dándole un pequeño beso en la mejilla y susurrándole un "gracias":

MiA:- Podrías al menos intentar, ¿o vas a esperar a que las cosas se pongan peor? Si es que pueden...-

Lo miré unos segundos con detenimiento y él clavó sus ojos en los míos, como queriendo que me diese cuenta de qué debía hacer.

Suspiré resignado.

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El teléfono sonó unas cuántas veces, ya había perdido la cuenta de las llamadas perdidas. Todas eran de Koichi.

"Tsuzuku... no creas que no sé dónde podrías estar, pero la verdad es que no quiero hablar contigo a menos que estés dispuesto a ello. Puedo explicarte todo, pero sé que si lo hago ahora que no quieres ni verme, te entrará por un oído y saldrá por el otro sin que lo tomes en cuenta. Cuando estés dispuesto a escucharme, hablaremos entonces. No pretendo que me perdones Tsu... solo quiero que sepas por qué lo hice.

Te quiero. Cuídate mucho."

Limpié mi rostro con las mangas de mi remera una vez escuché el mensaje de voz.

Aún no estoy preparado, no quiero ver a Koichi hoy.

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Meto:- "¿Estará bien que los hayamos dejado irse cada quién por su lado sin intentar terminar de arreglar las cosas?"- me miró preocupado sentándose en el sillón del living de mi casa.

MiA:- Entiende que nosotros ya no tenemos nada que hacer ahí, es un tema de pareja- lo seguí. Volteó sus ojos hacia mí y rió divertido.

Meto:- "Hasta que aprendiste. Bien hecho"-aplaudió sin borrar esa sonrisa.

Rodé los ojos un tanto molesto por su broma, llevándolos al otro costado. Pensando en si de verdad eso era lo correcto.

Pero ya no quiero meterme en sus asuntos. Bastante mal la pasé.

Segundos después sentí un ligero golpe en el brazo:

MiA:- ¿Qué?-

Meto:- "No te enojes, fue solo un chiste"- hizo un puchero robándome una sutil sonrisa.

MiA:- No me enojo, solo que ya entendí, no necesito que me lo recuerdes- tomé sus mejillas con mis manos estirándolas delicadamente, a lo que se quejó.

Me miró con mala cara sobándose las mejillas, pero luego cambió su semblante a uno de total seriedad:

MiA:- ¿Qué?-

Meto:- "¿Qué pasará ahora?"-

MiA:- ¿Con qué?-

Meto:- "Ryoga... tú y Ryoga"-

AnemoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora