Chapter 34: Cristate

85 12 3
                                        

Antes de que llegasen a la sala, tomé mis cosas, me arreglé un poco para tener una apariencia más o menos decente, y salí del lugar. Quizá iría a desayunar, quizá a beber algo, cualquier lugar que me retrasase lo más posible de la hora del ensayo.

Eran las 8:17am. Entré a la cafetería donde habitualmente Koichi compra los pasteles para desayunar... tomaría un café y comería algo para hacer tiempo.

Sería agradable que el pastel viniese a comprarlo él. Y desayunásemos en casa como todas las mañanas...

No, estoy seguro de que si lo veo en este momento solo me enojaría.

____________________________________

Koichi:- ¡Ya va!- grité desde el baño al escuchar el timbre sonar.

Dejé el cepillo de pelo a un costado y fui directo a la puerta. Las ilusiones de que fuese Tsuzuku se me fueron cuando sonó el dichoso timbre. Aunque quizá...:

Koichi:- ¿Si?- como lo suponía.

MiA:- Buenos días- Meto rápidamente saltó hacia mí dándome un abrazo, el cual recibí con gusto.

Koichi:- ¿Qué hacen aquí? ¿No deberían estar en el estudio?-

MiA:- Si pero antes queríamos pasar a ver cómo estaban las cosas-

Dio un vistazo rápido al interior del apartamento y se dio cuenta de que Tsuzuku aun no había vuelto:

MiA:- Pero por lo visto... aún no llegó- hice silencio- Mm... oye, vístete-

Koichi:- ¿Eh?- lo miré sorprendido- ¿Por qué de repente me das órdenes?- reí divertido por su actitud, Meto lo miró extrañado.

MiA:- Sería buena idea que vengas con nosotros al ensayo, ¿no te parece?-

Koichi:- Pero... si voy con ustedes... Tsuzuku se pondrá-...-

MiA:- Esa es la idea. Piénsalo, y lo digo con todo el cariño que le tengo a ese bastardo, hasta que no reúna el valor necesario para verte frente a frente no volverá. ¿Cuántos días podrían pasar hasta que eso pase?- era cruel, pero también verdad.

Koichi:- MiA... no sé si quiero forzar las cosas... no quiero obligarlo a nada-

MiA:- ¿Obligarlo?...-chistó la lengua- No puedo creer que en serio luego de todo lo que pasaste por su culpa, aún lo sigas poniendo a él antes que a ti- sonreí de lado tristemente- No sería obligarlo, solo adelantar los hechos. ¿Cuándo Tsuzuku se ha comprometido con algo o alguien por obligación?, sé que duele, pero déjame decirte que si no quiere volver contigo, lo dirá y ya-

En ese momento Meto se despegó de mí y le dio un ligero golpe en el brazo, mirándolo con cara de "¿por qué mejor no te callas?", lo cual me hizo mucha gracia:

Koichi:- Si... supongo que tienes razón-

Meto me miró a los ojos un instante, como preguntándome si estaría bien hacer eso. Lo abracé dulcemente y deposité un beso en su frente:

Koichi:- Iré a vestirme. Pasen y esperen en el sillón-

___________________________________________

Tsuzuku:- Qué extraño...- musité al entrar al estudio y ver que aún no estaban.

Dejé las latas de cerveza que había comprado sobre la mesada y me senté en el sofá a esperar a que ellos llegaran, lo cual no fue mucho tiempo:

MiA:- Oh... creímos que no vendrías- se cruzó de brazos sonriente.

Y detrás de él, abrazado a Meto, estaba la última persona a la que quería ver en el mundo:

Tsuzuku:- ¿Qué haces aquí?- automáticamente el enojo apareció en mi rostro. Mi pecho y estómago dolían.

Posó sus ojos en mí sin decir palabra alguna. Parecía sorprendido, como si no supiese que se iba a encontrar conmigo allí. Pff... ni que yo fuese tan estúpido, claro que lo sabía:

Tsuzuku:- ¿¡Qué haces aquí!?- me levanté furioso del sillón apoyando bruscamente las manos sobre la mesa- ¿¡Por qué carajo estás aquí, luego de todo lo que pasó y sabiendo que no quiero verte!?-

MiA y Meto se quedaron sorprendidos al ver mi reacción.

Pero él... parecía saber que yo tenía razón, simplemente desvió la mirada apenado:

MiA:- Tsuzuku, tranquilo, ¿por qué no aprovechan este momento para arreglar las cosas?-

Tsuzuku:- ¡No me jodas MiA!- de un manotazo tiré las latas al piso- No quiero arreglar una mierda con él, no quiero volver a verlo- clavé mis ojos en él con toda la furia que no me molesté en guardar en ese momento.

Me era imposible contenerme.

Y lo peor...:

Koichi:- Tsu-...-

Tsuzuku:- ¡Cállate!-

Me repuse quedando bien erguido frente a ellos, de forma imponente, quizá queriendo que me tuviesen miedo.

Sé que me tienen miedo cuando me saco de mis cabales... y más Koichi:

Tsuzuku:- No me interesa hablar contigo, ni ahora ni nunca. No quiero que me hables, ni me mires. Diría que no quiero volver a verte pero eres el bajista de mi banda y no pondré en riesgo la continuidad de Mejibray por tu culpa-

A cada palabra podía ver en sus ojos el dolor y tristeza que estas le provocaban. Pero estaba tan furioso, tan cabreado que lo último en lo que iba a pensar era justamente en medir mis palabras.

O lo que estaba diciendo.

Y lo peor...

Lo peor...:

Tsuzuku:-Escúchame bien, Koichi- me acerqué a él haciendo a MiA a un costado, que me miró un poco alarmado por lo que podría llegar a hacer- Iré al departamento a tomar mis cosas. Nuestra relación, o lo que sea que haya sido, se termina aquí-

______________________________________

Salí del estudio sin volver a mirarlo. Si lo hacía, rompería en llanto allí mismo.

El nudo en la garganta me estaba destrozando. Necesito tomar aire y fumar.

Me siento tan mal...

Y lo peor... es que seguramente luego me arrepienta.

_________________________________________

Meto me miraba preocupado, nervioso, ¿qué quieres que haga?

MiA:- Koichi...- balbuceé.

El agarre de su mano con la de Meto temblaba.

¿Y ahora qué hago?

Esto es mi culpa...:

MiA:- Koichi yo...-

Koichi:- Está bien. No tienes que decir nada- sacó sus ojos del camino por donde había desaparecido Tsuzuku y me miró. Sentía vergüenza, culpa, si no hubiese insistido esto quizá... no habría ocurrido. ¿Cómo puede ser que me sienta tan mierda?- Después de todo tú lo dijiste... es solo adelantar los hechos, si Tsu quiere dejarme lo hará de todas formas...-

En un impulso por querer aliviar mi remordimiento lo abracé. Incluso Meto se sorprendió por tal acto, yo no soy así.

Poco a poco sus sollozos se fueron haciendo más audibles. Meto acarició su espalda suavemente, mirándolo entristecido.

Esta vez no era a mí a quien quería aliviar, esta vez... era a él. No puedo creer hasta qué punto llegué.

^+

AnemoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora