Anemone

Chapter 31: Want

MiA:- Gracias-

Le sonreí aliviado cuando, aún dudando, decidió abrirme la puerta y recibirme. Si bien en su rostro aún podía notar el enfado y el desagrado de que yo estuviese ahí, en este momento Meto era mi único apoyo:

MiA:- Oye... sé que no está bien que luego de esa pequeña pelea venga y te pida ayuda como si nada, pero eres la única persona con la que puedo contar en este momento- me miraba seriamente- ¿Sabes algo de Koichi?- negó con la cabeza- Ya veo... entonces no se comunicó contigo- alzó una ceja curioso- Te explico-

Nos sentamos en la mesa del living donde le expliqué lo que había ocurrido mientras él fumaba. Me molestaba que fumara mientras le estaba hablando:

MiA:- ¿Puedes dejar de hacer eso?- me interrumpí a mí mismo porque ya no lo toleraba- Siento que me ignoras-

Me miró de reojo dándole una calada y luego de apagar el cigarrillo suspiró bajando la cabeza, como harto de todo. Tomó su libreta y con paciencia escribió:

Meto:- "¿Y qué quieres que haga?, no es asunto mío. Ni tuyo. Deja de involucrarte donde no te llaman MiA"- lo miré un tanto sorprendido.

Pero rápidamente me di cuenta que tenía razón.

Siempre termino involucrándome donde no me llaman. Con Tsuzuku, con Koichi, con Meto, y especialmente con Ryoga.

Lentamente asentí unas cuantas veces mientras una ligera sonrisa se dibujaba en mi rostro:

MiA:- Tienes razón- musité- Siempre termino metido donde no debo. No sé por qué, pero es así. En este momento lo acabo de hacer de nuevo- alcé la vista para mirarlo a los ojos- Tsuzuku confía en mí, no quiero... no puedo darme el lujo de decepcionarlo, porque después de todo es mi amigo-

Hice unos segundos de silencio. Un poco para lamentarme por mí mismo, y otro poco para recobrar ánimos, un último empujón.

Me levanté de la mesa y antes de darme la vuelta escuché una risilla salir de Meto, lo cual me extrañó:

MiA:- ¿Qué es tan gracioso?- rápidamente escribió en su libreta, enseñándome el escrito con una sonrisa.

Meto:- "Por mucho que me moleste que seas tan entrometido porque luego el que sale perjudicado eres tú, sé que siempre lo haces con buena intención. Porque te preocupan los demás aunque no lo quieras admitir"- rió adorable.

Se levantó aún sin borrar la sonrisa de su rostro y rápidamente se acercó robándome un tierno y casto beso, dejándome sin palabras o pensamiento alguno.

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Ryoga:- ¿Piensas quedarte ahí mucho tiempo más?- lo miré por arriba ya harto de su comportamiento aniñado.

Desde el mismo momento en que entró al apartamento y se sentó allí, no volvió a moverse, o pronunciar palabra. Solo había ladeado la cabeza y de esa postura no hizo más:

Ryoga:- ¿A qué quieres llegar haciendo eso?, ¿piensas quedarte así de esa forma por el resto de tu vida?-

Volvió su rostro hacia mí y pude apreciar en sus ojos un deje de tristeza. Tampoco es como si fuese a pasar el resto de su vida conmigo, solo... un tiempo. Un largo tiempo.

Reí divertido.

Me acerqué sentándome en cuclillas frente a él y tomé su mentón para darle un beso:

Ryoga:- No lo tomes tan a pecho, verás cómo te acostumbras y pronto te olvidas de Tsuzuku- sonreí con malicia- Ven, te mostraré la habitación-