Chapter 21: Hatred

83 10 0
                                    

Una vez el ensayo terminó pensé en ir a su casa, ya que en todo el día no se había dignado a responder ningún mensaje ni devolver las llamadas. Un poco me estaba preocupando ahora.

Toqué timbre unas cuantas veces y nada. ¿Dónde rayos podría estar? Decidí aguardar allí un tiempo más, y al cabo de unos minutos, el tan aclamado se hizo presente:

MiA:- Al fin, me tenías preocupado-

Había algo extraño. Venía totalmente serio, más que serio... afligido:

MiA:- Ryoga...- me sorprendí cuando de la nada me besó me forma algo demandante.

Ryoga:- Tú siempre estas cuando te necesito...- masculló en mi oído.

Tomó mi mano y me obligó a entrar junto a él al apartamento. Siquiera se encargó de encender la luz. Cerró la puerta detrás de nosotros y se abalanzó contra mí volviendo a besarme de la misma forma, rodeándome con ambos brazos como si no quisiese que me apartase:

MiA:- Espera- me separé a duras penas porque él me abrazó con necesidad, descansando su frente sobre mi hombro.

Ryoga:- Por favor, no hablemos ¿sí? Me urge hacerlo contigo...- me sonrojé sutilmente.

¿Y a este que le pasa?, sea lo que sea, no es nada bueno:

MiA:- ¿Estás ebrio?, porque tienes olor a alcohol-

Sin previo aviso me cargó haciendo que rodease su cintura con mis piernas y me recargó contra la pared:

MiA:- ¿¡Qué haces!?- me interrumpió con un nuevo beso, más insistente que antes- Oye...-

Ryoga:- No importa si estoy o no ebrio, solo dime si quieres o no hacer el amor conmigo-

Creo que el corazón se me detuvo en ese momento porque estuve a punto de desplomarme. No podía estar diciéndome eso, no él, no a mí... no se suponía que esto pasara cuando creía tener mis ideas un poco más claras.

Mi mente no iba acorde a mis deseos. ¿Cuál estaba en lo correcto?...

No, esa pregunta estaba demás, sé qué está bien y qué no:

MiA:- No deberías hacer ese tipo de preguntas- volví a besarlo.

Pero saberlo no significaba que fuese a hacerlo.

__________________________________________

Tsuzuku:- Ya llegué. Oye, ¿por qué la llave quedó en la cerradura?, ¿pretendías dejarme afuera?- reí divertido.

Pero la risa fue cuestión de segundos:

Tsuzuku:- Koichi...-

Dejé las bolsas que traía tiradas en el piso y me acerqué a él con rapidez y preocupación:

Tsuzuku:- Oye- lo moví con delicadeza para que despertara.

Estaba hecho un desastre, ¿qué había ocurrido con él? Parecía alistado para salir pero su ropa estaba desarreglada y el maquillaje corrido, como si hubiese estado llorando:

Koichi:- Mm...- abrió los ojos con pesadez.

Cuando su vista se posó en mí se movió bruscamente:

Koichi:- ¡Ah!, ¿qué hora es?- hizo ademán de cubrirse el rostro y se quiso levantar rápidamente- Perdóname, no he salido a comprar na-...- pero cayó al piso al instante.

Tsuzuku:- Tranquilo, ¿qué pasó aquí?- intenté ayudarlo a levantarse pero las piernas le temblaron y se desplomó nuevamente- ¿Koichi?-

Esto no andaba bien.

AnemoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora