"Whispering Woods"

Epilogo

-¡Hey Bro!- saludó Dark entrando en la habitación. Me tapé la cabeza con las sábanas enroscándome entre ellas a modo momia; de hecho fingí roncar para que me dejara en paz- Nosotros no dormimos ¡Marica!

Esa palabra la pronunciaba mucho desde que se había integrado en la universidad mundana. Cuando Blizz aún estaba viva. Ese era el principal motivo por el que me gustaba estar solo, todas las personas con las que me encontraba cuando decidía socializar, me recordaban algo de ella, porque todos ellos, humanos o elfos, la conocían y eso era una mierda.

Le había prometido que seguiría adelante; por eso me retiré de la universidad, ya no salía al pueblo; muy pocos lo hacían, solo Dark seguía asistiendo del grupo que antes conformábamos.

Si bien, era cierto que tenía que empezar a hacer algo productivo, tenía toda una vida de inmortal para hacerlo. Tenía tantos títulos profesionales que si los llegaba a colgar alguna vez en mi vida en la pared de mi habitación, seguramente me faltaría espacio. Hacía una semana había pensado en volver a viajar, tal vez decidiría entrar como doctor en algún lugar del mundo, apartado, pequeño y tranquilo.

Era eso o dedicarme a ejercer algún trabajo como ingeniero, economista, modelo, actor, carpintero, fontanero o cualquier cosa que se me ocurriera. Pero quería ayudar a las personas, no sólo quedarme a vigilar el bosque; había suficientes elfos que perfectamente podían encargarse de ello. Las cosas habían mejorado, los cazadores se habían dispersado volviendo a lo suyo. Los elfos de sangre y los altos elfos ahora tenían como líder a Thrainduil; eso era un cambio considerable y demasiado extraño para todos, unir los dos bosques no sería tare fácil, pero siempre habíamos sido hermanos y más ahora. Los 8 antiguos volvieron a su hogar, pero antes de ello hicieron una ceremonia memorable por todos los que habían perdido la vida. Sonará egoísta de mi parte pero debo admitir que traté de convencer a los dioses para que le devolvieran la vida a ella, pero para ellos todos son iguales y si la revivían a ella, revivirían entonces a todos los demás, Amynae, Sino y Talethray no podían jugar con el destino de esa manera, era comprensible, pero a pesar de ello me puse histérico.

Sujeto mi dedo anular, rozando con mis dedos los trazos que habían hecho los dioses en mi dedo y en el de Blizz. Por alguna extraña razón, hoy las líneas brillaban con mayor intensidad y sentía como cuando separé mi mano de la de Blizz. Esa sensación de que tenía que volver a unir mi mano con la suya en ese mismo instante. No era una sensación, era una necesidad.

-Mira, no quiero ser infantil, pero si no te levantas en éste mismo instante, llamaré a todos los elfos para que te hagan montañita.

-déjame en paz- mí voz sonaba rasposa y forzada. No me había sentido así en mi vida, pero eso había cambiado desde hacía un año. Ahora todo era tan diferente.

-Crawford, más que tu amigo, soy tu hermano... de madre y padre diferentes pero soy tu hermano. Sólo quiero ayudar, pero si todos los días voy a tener que sacarte de la cama en la que por cierto, no haces nada, solo mirar al infinito, voy a optar por pensar que no quieres saber nada del mundo- se había sentado en el borde de la cama, su peso hacía que se hundiera.

-¿Saco mi cabeza de debajo de las cobijas y dijo irónicamente mirándolo a los ojos- ¡NOOOO! ¿EN SERIO CREES ESO?- él revolea los ojos y hace un puchero extraño.

-Crawford maldición, ha pasado 1 año y 3 meses exactamente, de igual forma hoy se va a ahcer la ceremonia del solsticio de primavera, recuerda que hoy es una fecha especial sobre todo para T-Dance.

A él también le ha afectado aunque no se da el lujo de echarse a morir como lo hago yo. Froté de nuevo mi dedo anular, como si así pudiera quitar esa sensación de vacío.