"Whispering Woods"

Haciendo nuevas amistades...

(Escuchad  The Monster de Eminem ft Rihanna)

Mi mañana esta algo solitaria, antes de despertarme completamente el calor que me rodeaba desde mi espalda desapareció. Ni siquiera me doy el suficiente tiempo de pensar en ello, porque seguramente llegaré a una sola conclusión… Legalf. Debía ser él. Pero… ¿por qué? Es decir… lo mandé a la mierda ayer y ¿viene a quedarse a mi lado?... ¡JODER! DEBO ESTAR ALUCINANDO.

Bajo las escaleras luego de tomar mi tiempo en bañarme y ponerme algo caliente para el frio que está haciendo, no estamos ni siquiera cerca de la época de invierno y el frio desde… ayer, es impresionante. Si sigue lloviendo no podré pasar mis tardes en el bosque como acostumbro, de hecho no podré ni siquiera salir de casa.

Para mayor descaro mi madre ni siquiera tuvo la decencia de dejar el auto para poder ir a la preparatoria y sinceramente no tengo muchos ánimos de pedalear esta mañana, así que me dedico a salir lo más rápido que puedo de la casa ya que aparte de todo el lío entre ayer y hoy, voy algo corta de tiempo. Son más de 2 kilómetros de aquí a la preparatoria y más de la mitad del trayecto la pasaré esquivando ramas y saltando troncos, me acomodo mi capucha y cierro la puerta, me aseguro de llevar mi mochila. El impacto del frio no es tan molesto como todos dicen, en realidad se siente ligero y le da un aire armonioso al ambiente, ¿quién dijo que solo cuando es primavera los días son hermosos? El frio siempre ha sido uno de mis climas favoritos. Y aunque nunca he visitado una playa, ni el mar, si tuviese que escoger entre el frío y unas soleadas vacaciones, creo que preferiría quedarme en el frio… ¿existe acaso algo que supere la comodidad de tu casa en invierno, o las estancadas en cama viendo películas y comiendo hasta engordar? No lo creo.

Aun así y volviendo al tema, el paisaje es impresionante, es decir, en bicicleta se puede observar el paisaje, pero nunca me detengo a manos que llegue al lugar que establecí como campamento de mis tardes. Ciento que es mi deber dejar impresas algunas de estas hermosas imágenes del encantador paisaje, pero una fotografía simplemente no llena mis expectativas, así que meto las manos en mi bolso buscando mi libreta de dibujo pero… no está, un recordatorio infalible de que lo que sucedió ayer no fue una mala jugada de mi imaginación. Aún se me hace extraño caminar como si nada y no tener siquiera una pizca de dolor en mi pierna.

Después de lamentarme un buen rato y proferir una que otra maldición, decido que tal vez pueda llegar a conseguir otra libreta en el pequeño pueblo, aunque ¿a quién le mentía? Es libreta era técnicamente mi vida, llevaba más de 6 años llenándola, y no, no era un simple diario, era más que eso, en él no me dedicaba a escribir idioteces de adolescentes enamoradas, en él tenía dibujos de cada uno de los momento que había ocurrido en el transcurso de mi corta vida, los cuales no eran más que simples sombras,  pero que me habían ayudado a superar momentos críticos.

Luego de ver árboles de todos los tamaños y con diferentes tonalidades de musgo verde, tardo algo más de media hora de llegar a la carretera principal… creo que me he saltado la primera clase. De todas formas no es que me preocupe mucho aquello, lo que menos quiero es estar encerrada en un aula. En los últimos metros antes de llegar  a mi adorado destino saco la peor cara de cansancio que tengo y corro los pocos metros que me hacen falta, ¿a poco y la lluvia en mi cara no da la expectativa de haber estado corriendo, eh?

Lo sé. Soy algo infantil, pero quiero sacarle algo de provecho al lluvioso día, al estar en la entrada pellizco mis mejillas, para que le den algo de realismo a mi cansancio, y entro a la oficina principal, todo el rollo de mi tardanza dura poco más de 5 minutos y al llegar a la puerta de mi tercera hora de clases el profesor de turno me da la bienvenida de muy mala gana nada más abrir la puerta, por suerte y la secretaria del despacho le explica la situación.