Capítulo veintiocho

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Al final, Tate interrumpió mi momento con Ava. Al parecer Derek se comportó como un idiota y llegó al departamento enojada, con muchas maneras de pedir disculpas. Tuve que irme más temprano de lo esperado, se notaba a simple vista que Tate necesitaba hacer catarsis con Ava. Debo admitir, que más allá de entender la situación, me sentí algo enojado. Solo por el simple hecho de que esperaba que mi visita sea mucho más duradera. Digamos que fue una visita de médico, como suelen decir.

Pasaron cuatro días de esa noche. Cuatro días donde mis ansias de verla crecían constantemente. La he invitado a cenar, pero o no se sentía bien, o tenía algo que hacer, como visitar a Louis y Carmen.

Para calmar mi ansiedad, decidí encerrarme en mi imaginación. Vuelco todos mis sentimientos y pensamientos mientras escribo. Y cuando releo, me llegan los recuerdos, entonces sonrío o me rio a carcajadas. La manera en que mi personaje principal se está comportando en estos momentos, me sorprende. Pero bueno, si él se esta comportando asi ahora, es gracias a ella. No solo despertó sus ganas de vivir, sino que también, sus necesidades como hombre.

Interrumpo mi escritura para descansar un poco mi mente, mientras las nuevas ideas llegan. Y en ese tiempo, reviso mi casilla de mensajes. Tengo dos nuevos mensajes, uno de ellos es de la editorial para la cual trabajo. Les había enviado una pequeña sinopsis de mi historia, para que sepan que estoy trabajando en algo, y sigan apostando por mi. La sinopsis les gustó, y van a esperar a que termine la historia.

El otro mensaje que tengo es de la directora de cine que me propuso llevar a la pantalla grande la adaptación de La sonrisa del amor.


Estimado Benjamín; me comunico nuevamente contigo para saber si has pensado en la propuesta. Estoy realmente ansiosa por hacer este proyecto, y muy ansiosa por tu respuesta. Aunque, a decir verdad, siento más nervios por esto último. Quiero que sepas que entenderé cualquier tipo de respuesta. Así como entiendo que no quieres dañar tan bella historia, pero te lo repito una vez más, serás parte del proyecto y no haremos nada que no quieras.

Esperare por tu respuesta. Sin más que decir, me despido. Que tengas un hermoso día.

Victoria Lessin


Con todo lo que pasó últimamente, había olvidado por completo la propuesta de la película. Sigo sin tomar mi decisión. La propuesta de Victoria es interesante, y sus trabajos son excelentes. Confío en ella, en lo que hace, y en su palabra. Pero más allá de eso, me siento extraño al darle los derechos de llevar mi historia con Tracy a la pantalla grande.

Cuando la editorial para la que trabajo, aceptó llevar mi manuscrito al formato físico, me sentí feliz. Me sentí muy capaz. Pero a la hora de firmar el contrato recuerdo que me detuve a pensar si realmente quería hacerlo.

Esa firma no solo iba a significar el inicio de mi sueño, sino que también, significaba que les iba a entregar una gran parte de mi, de mi corazón, de mi vida.

Solo basto ver la sonrisa de confianza de Tracy, eso fue lo que me llevó a firmar. Y de hecho, fue la mejor decisión. Solo que ahora la protagonista de esa historia no está, no se que hacer. Me encantaría que las personas que no leyeron la novela conozcan la magia de ese amor en la pantalla grande, pero quiero que sea tan perfecto como lo que viví, y lo que sentí al escribir. Y el querer que sea perfecto está mal, me lleva a dudar. Es un querer y no querer. Desear la perfección es un error. Hay que desear la plenitud.

Necesito un poco más de tiempo, y eso es lo que le respondo a Victoria. Amablemente y con educación, le digo que espere por una respuesta concreta.

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