Capítulo 14

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¿Has tenido alguna vez la sensación de estar bajo el agua?, ese momento en el que estás en una piscina o en el mar con un par de amigos o la familia y de repente te desconectas de todo hundiendo tu cuerpo en las aguas, abres los ojos y observas la nada a tu alrededor, como si estuvieras desconectado del mundo o peor aún alejado de cualquier clase de ser viviente, te encuentras completamente solo, completamente aislado y hasta se podría decir que sientes de forma clara como si el tiempo se hubiese detenido, claro, este sigue para todos los demás, de hecho si subes a la superficie y observas lo que ocurre a tu alrededor puede que incluso te consigas a niños jugando en el agua, a jóvenes tomando un par de cervezas en la orilla y conversando, a tus padres tomando sol en las sillas cercanas a la alberca, el tiempo no se ha detenido por ti, el sigue su rumbo aunque tu hayas decidido pararte.

Así me sentía luego de la llamada del secuestrador, solo que en lugar de que el tiempo se hubiera detenido mientras estaba hundida en la tranquilidad de las aguas este lo había hecho rodeándome de dudas y miedo, llenándome por completo de sentimientos de pánico, inseguridad y unas ganas incontrolables de gritar al vacío.

¿Cómo había sabido esa persona de mi visita a Rodrigo?, ¿estaría siguiéndonos?, ¿cabría la posibilidad de que la persona que realizaba los secuestros estuviera cerca de nosotros?

Esas eran solo unas de las dudas que me persiguieron mientras trataba de analizar las llamadas, al mismo tiempo que formulaba mis teorías en base a estas.... me dolía la cabeza, tenía demasiados pensamientos en ella y no los podía controlar, pero debía hacerlo, sino ponía orden a la situación esta me consumiría y no estaría ayudando a nadie.

Por primera vez desde que decidí comenzar esta investigación comenzaba a plantearme la posibilidad de conversar con la policía, ¡porque vamos! Esa persona me había amenazado, mi vida corría peligro y no solo mi vida, la de mi familia y la de miles de niños que podían ser secuestrados mientras esa persona no estuviera tras las rejas, sentía que era una buena idea conversar con los policías porque ese era su trabajo, ¿pero podrían ayudarme?, según las investigaciones que hice con Rodrigo ellos ya sabían todo, podían incluso tener más pruebas que yo, si eso era así ¿por qué no hacían nada?, ¿estaría la policía encubriendo a esta persona? Eran demasiadas preguntas sin respuesta que me habían estado persiguiendo durante toda la noche en la que por supuesto no pude dormir y aún en la mañana cuando trataba de concentrarme en mi clase de psicología los pensamientos y las dudas me seguían atacando con toda la fuerza que tenían.

—Señorita Roos estoy esperando por usted —alcé la cabeza para ver al profesor de psicología mirándome fijamente con una seriedad impávida en su rostro.

Era la tercera vez que un profesor me llamaba la atención durante estos días, así que a pesar de no tener una respuesta a su pregunta porque me estaba quedando dormida me vi obligada a buscar una que para mi buena suerte estaba plasmada en la pizarra encerrada en un círculo de marcador azul.

—¿Así que Conductismo eh?, sencillo profesor —por suerte ya conocía el tema y no se me hizo difícil darle una respuesta satisfactoria —es una corriente de la psicología que se basa en la observación del comportamiento o la conducta del ser que se estudia, y que explica al mismo como un conjunto de relaciones entre estímulos y respuestas —sonrío para mis adentros y el profesor asiente pero todavía no está contento del todo.

—Bastante bien señorita Roos, pero, ¿quién fue el creador de esta corriente? —me anima a continuar presionándome con su mirada.

—Eh...

Me quedo en blanco, no había prestado atención a la clase y tampoco era fanática de leer libros, mi buen promedio lo consideraba suerte por tener una excelente memoria para recordar cosas y por Marcos que siempre me ayudaba así que me obligué a recordar lo que sabía del tema del día de hoy, imaginé que lo había estudiado el año pasado con Marcos, él estaba muy concentrado hablándome del famoso tema mientras yo me encargaba de burlarme de la foto que salía en el libro de dicho personaje, su apellido era algo así como Darson, Carlson.... ah claro, era Watson, lo recordé porque Marcos me hizo memorizarlo diciéndome que Watson era el mejor amigo de Sherlock y Sherlock era su personaje favorito de una novela policíaca inglesa, a Marcos le encantaba leer, a mí no tanto.

El gato y el ratónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora