Capítulo 24

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Al levantarme del suelo y ver a Fabián parado en la puerta me paralizo, ¿cómo ha llegado hasta aquí? Emile nota quién es porque sin preguntar lo deja pasar, además, la cara de mi novio no ayuda para nada a que una conversación "cordial" fluya.

Él se detiene cerca de mí sin decir nada y Fabián me toma por la muñeca.

—¿Podemos irnos?, necesitamos hablar.

—¿Cómo llegaste aquí? —comento desconcertada, me dedica una mirada traviesa al estilo de estar recordando algo pero luego vuelve a la seriedad que tenía.

—Eso no importa ahora, ¿vamos? —asiento sonriendo, luego volteo a ver a Emile notando la expresión enojada que se forma en la cara de mi novio.

—¿Nos vemos mañana vale? —le doy un corto abrazo y él sonríe.

—Vale bonita.

Pero a punto de irnos Fabián observa algo en el suelo y camina agachándose para tomarlo, voltea a verme anonadado y niego con la cabeza.

—Ya hablé de eso con él, vámonos —esta vez él niega y camina hasta estar frente al chico.

—Mejor que me expliques esto pronto —mi amigo se queda tranquilo, el enojo de Fabián parece no intimidarlo.

—Como la bonita ya te dijo, no tengo nada que ver en eso, es solo un malentendido.

Él niega enojado y lo toma del cuello de la camisa.

—No le vuelvas a decir bonita a mi novia ¿vale?, y respecto a lo de la máscara eso tendrás que decírselo a los policías porque yo no creo en tu palabra —Emile le quita las manos con brusquedad, el ambiente se está poniendo tenso y no sé que hacer para frenarlo.

—Ni siquiera me conoces chico, no quiero que esto termine mal por respeto a Valentina, mejor vete —se queda un momento en silencio pero luego vuelve a hablar — sobre el apodo de Val, somos amigos, le diré como quiera, no eres su dueño, solo su novio, y eso solo por ahora —ríe, Fabián está por estamparle el puño en el rostro por lo que lo freno tomándolo del brazo.

—Vámonos —repito, él voltea a verme y su expresión se suaviza un poco.

—Vete, hazle caso a la bonita —mi amigo vuelve a reír, lo miro con seriedad para que se detenga, él murmura un lo siento.

Fabián sujeta la máscara y saca su teléfono para tomarle una foto, luego de que lo ha hecho mira a Emile con enojo.

—Esto no se va a quedar así —prácticamente escupe las palabras, yo lo tomo del brazo.

Lo guío hasta la salida, Emile cierra la puerta tras nosotros, el chico que me acompaña parlotea enojado todo el trayecto hasta su camioneta.

—¿Qué se cree ese tío? ¿Por ahora?, ¿así quieres que piense que solo quiere ser tu amigo? No lo golpee porque me detuviste, pero solo por eso, si lo vuelvo a ver ten por seguro que no tendrá tanta suerte.

—Está bien, cálmate, por favor, él solo lo hizo porque lo amenazaste.

—¡No lo justifiques! —se pasa las manos por la cara exasperado —vine para arreglar las cosas contigo porque te amo y confío en ti, pero no confío en él, no me agrada, y luego de ver esa máscara en el suelo menos.

Me abre la puerta del copiloto, cuando ya he subido la cierra y se gira para acomodarse de su lado.

—¿Por qué me dijo que solo por ahora soy tu novio? ¿Qué tan serio fue lo de ustedes? —golpea el volante fuerte con ambas manos tratando de liberar su frustración, le tomo la mano y la aprieto, él voltea a verme.

El gato y el ratónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora