Andrea sale y me ayuda a llevar las cosas hasta su habitación, por la hora sus padres ya están durmiendo pero a pesar de mi preocupación vuelve a informarme que no hay ningún problema en que me quede con ella.
—Relájate Val —se sienta en la cama —pero cuéntame todo, ¿qué te hizo ahora esa bruja para que decidieras irte? —río por el apodo que ha usado, me siento de nuevo como si tuviéramos trece años.
—Fue mi culpa, llegué tarde y para completar le contesté muy mal, sabes que nunca me he llevado muy bien con ella, pero siento que ahora estamos peor.
—Lamento escuchar eso —me abraza —necesitas relajarte un poco, ¿estás de ánimos para una fiesta? —me quedo observándola como si estuviera loca.
—Para nada —contesto horrorizada —¿qué ocurre contigo? Es lunes, mañana tenemos clases, solo quiero dormir y que se termine el día de una buena vez —ella ríe.
—Pero no es esa la solución, siempre me has hecho caso, si te digo que fiesta necesitas es porque tengo razón, además, hoy hay una buenísima en nuestro lugar favorito y ahora puedes entrar de forma legal, no vas a desperdiciar esa oportunidad ¿cierto?
Sus ojos brillan llenos de esperanza y comienzo a pensar en las posibilidades. He estado muy estresada, lo de mi madre me hizo explotar y tal vez un trago no me caería mal. Las declaraciones de Clara me dejaron paralizada, ahora debo ir con Rodrigo a unos cuantos lugares boscosos buscando la madriguera del secuestrador. Estoy metida en tantas cosas que ya ni sé cómo hago para controlarlas, también es cierto que apenas ayer tuve una fiesta de cumpleaños asombrosa, pero sigo siendo joven, otro momento de descanso no me caería nada mal, sonrío pensándolo y entonces asiento.
La chica de ojos grisáceos y piel canela aplaude emocionada, busca los mejores atuendos que tiene para que nos veamos increíbles, me ayuda a maquillarme, peinarme, elegimos unos cuantos accesorios para completar el atuendo y en aproximadamente media hora estamos listas para ir al club.
Tomamos un taxi que nos deja justo en la entrada del local, uno de los guardias me pide mi identificación sonrío de forma arrogante y sacándola de mi cartera se la enseño, es la primera vez que entraré a un club con identificación real y eso me emociona. El hombre musculoso de la entrada me la devuelve siempre manteniendo su acostumbrada seriedad y me deja pasar.
—Seguro que los acabas de cumplir —se burla y nos entrega dos antifaces, uno negro que combina con mi vestido y otro plateado que le entrego a Andrea —diviértanse señoritas.
Dentro, a pesar de ser lunes el ambiente es una locura, luces parpadeantes de colores que te desorientan, música a todo volumen y tal vez unas quinientas personas bailando y consumiendo alcohol en grandes cantidades, todos usan máscaras y cuando lo notamos entendemos lo de los antifaces y nos los ponemos.
—¡Noche de máscaras! —sonríe mi amiga y grita por encima de la música para que pueda oírla.
Rápidamente se nos acercan dos chicos que lucen muy guapos, estos no llevan máscaras. Por las luces parpadeando no puedo ver el color de sus ojos, solo sé que uno es de piel morena y el otro es blanco.
—Buenas noches guapas, ¿les gustaría bailar? —mi amiga asiente y emocionada se va con el moreno hasta la pista de baile el otro chico se queda mirándome y sonríe.
—Me llamo Diego y el loco que se fue a bailar con tu amiga es Benjamín.
—Un placer conocerte Diego, soy Valentina —estrecho su mano —mi amiga se llama Andrea.
—Vale, de verdad que mi amigo es imparable —ríe —no soy mucho de fiestas, pero aunque se lo he dicho incansables veces siempre termino en una, es bastante persuasivo —río.
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El gato y el ratón
Misterio / SuspensoValentina Roos es una chica extrovertida y graciosa, tiene muchos amigos y adora las fiestas, podría decirse que tiene la vida perfecta pero eso está a punto de cambiar. Cuando la fiesta en la que Valentina se encontraba debe terminar por un hecho p...