Capítulo 17

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Tengo mi vestimenta completamente lista y solo me queda esperar por Fabián, como a las 3:45pm suena el timbre y bajo emocionada a abrir pero me consigo con alguien que no esperaba ni en un millón de años.

—¡Hola bonita! Quería darte una sorpresa —besa mi mejilla muy cerca de la boca y de esa forma lenta como acostumbraba mientras yo me quedo completamente paralizada.

—Vaya...eh,eh.

—Me alegro de que estés feliz de verme.

Me da otro beso y me abraza pero sigo sin moverme, por mi mente comienzan a pasar miles de recuerdos, cuando lo conocí, paseando por la ciudad, la primera vez que nos besamos... eran demasiadas cosas bonitas pero ahora eso no importaba, el tiempo había pasado y todo eso debía seguir como estaba, siendo solo recuerdos, ahora el problema era explicárselo a mi cuerpo que al parecer se negaba a entenderlo actuando como un completo idiota enfrente de Emile.

Como sigo aturdida él se ríe y se queda mirándome, ahí obligo a mi mente a pensar con claridad, respiro profundo y vuelvo a actuar como siempre.

—Hola Emile, esto realmente es inesperado, pero ahorita no te puedo atender, estoy por salir.

—Si quieres puedo acompañarte, llegué hace poco y me estoy hospedando cerca.

—Eh, ¿podemos hablar luego?, en serio llegas en un momento muy inoportuno, mi novio debe estar por llegar y preferiría que no tuvieran que encontrarse.

Emile cambia su sonrisa por una mirada seria.

—Ah, entiendo, lo siento bonita no quería incomodarte, es que como mañana es tu cumpleaños decidí darte una sorpresa, pero ya veo que... —lo interrumpo.

—No tienes que disculparte, de verdad me alegra verte, es solo que ahora no es el momento, pero ya que estarás aquí podemos vernos luego, tengo tu número, yo te aviso ¿vale?

—Vale, estoy muy feliz de verte Valentina, sigues igual de hermosa.

Se gira y comienza a caminar lejos de mi casa, respiro profundo nuevamente y entro para servirme un vaso de agua.

A las 4:10pm vuelve a sonar el timbre y esta vez al abrir si me consigo a Fabián lo que me hace estar mucho más tranquila. Lo abrazo muy fuerte, él me toma por la cintura y me besa mientras enlazo mis brazos a su cuello.

—Hola hermosa, ya extrañaba esto —comenta cuando nos separamos y ahí aprovecho para detallar su ropa, lleva jeans, zapatos deportivos color negro y azul y una franela del Real Madrid, ¿es en serio? ¿Mi novio le va a ese equipo?

—También yo, ¿oye y esa franela?

—Es mi equipo favorito, aunque sé que el tuyo es el Barcelona así que ya sé por donde va esto —se ríe.

—Claro que lo sabes, ¿en serio le vas al Real Madrid?, ¡Fabián somos de Barcelona!, ¿qué clase de traición es esa?

Sigue riendo y se acerca para abrazarme fuerte.

—Viviendo en Barcelona o no yo no cambio al equipo merengue por nada.

—¿Ni porque amenace con dejarte? —lo pruebo.

—Lo siento pero aunque te ame mi equipo es mi equipo —se gira con una sonrisa arrogante para mostrarme toda su franela, al parecer le tiene tanto amor al Madrid que se ha mandado a personalizar la camisa con su apellido y número favorito.

—Hurtado 7 ¿eh?, me imagino que por Cristiano —lo miro aburrida.

—¡El mejor jugador del mundo! —ok ahora está actuando como un niño fanático, uno que no tiene muy buenos gustos debo decir.

El gato y el ratónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora