Capítulo 19

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Valentina:

—Feliz cumpleaños princesa.

Abro los ojos cuando oigo la voz de mi padre, luego de desperezarme y estirar los brazos me siento en la cama para tomar los panqueques que me ha preparado como desayuno y que tienen encima una vela encendida.

—Tienes que pedir un deseo.

Dice Alex al lado de papá, les sonrío a ambos y soplo para apagarla sin molestarme en pedir nada en especial, ya con estar junto a ellos, tener a mis amigos y novio tengo todo lo que deseo.

Retiro la vela y tomo el tenedor para comenzar a comer, mi padre camina un poco hacia mí y me entrega un sobre de color azul con un lazo dorado muy brillante.

—Espero que te guste.

Nunca he sido muy exigente con respecto a regalos, si se trata de buenos discos, ropa, accesorios o maquillaje estaré más que feliz. Mi padre conoce perfectamente mis gustos por lo que mientras abro el sobre espero encontrarme con algo como eso, pero cuando he terminado de destapar el envoltorio y me encuentro con un boleto de avión con destino a Milán-Italia junto al folleto de una escuela de diseño de modas no puedo contener la emoción por lo que me levanto rápidamente de la cama y lo abrazo con fuerza.

—¡Papá te amo!, muchas gracias.

Él se ve muy feliz, también me abraza, Alex se une al abrazo y nos quedamos así por algunos segundos, luego vuelvo a sentarme en la cama y ellos se quedan de pie junto a mí.

—Hoy estás cumpliendo 18 años hija, por eso pensé que debía regalarte algo que te sirviera para tu futuro, el viaje está programado justo para después de que termines las clases y espero que te sirva como una especie de comienzo para averiguar lo que quieres hacer.

—Gracias de verdad, significa mucho para mí —sigo comiendo mis panqueques y volteo a ver a Alex —¿oye y tú que me vas a regalar? Espero que sea tan bueno como lo que me dio papá —digo con la boca llena de panqueques y fresa, él ríe.

—Es tan bueno como lo que te dio papá y lo necesitas, un hermoso libro de modales.

Río pensando que está bromeando, pero cuando veo que deja un libro sobre mi cama con un lazo violeta encima y leo el título comienzo a reír mucho más al darme cuenta de que decía la verdad.

—Ahora verás niño, pagarás por tu atrevimiento —me levanto de la cama fingiendo enojo y comienzo a perseguirlo por la habitación y luego fuera de ella.

Al terminar de cobrar mi venganza contra Alex vuelvo a mi cuarto, termino mi desayuno, me doy una ducha y me arreglo para esperar a los chicos. El timbre suena, bajo para abrir encontrándome con mi mejor amiga que se abalanza hacia mí y me abraza fuertemente.

—¡Feliz cumpleaños! Ya podemos irnos al club juntas —sonrío.

—Hey, nosotras tenemos una conversación pendiente ¿cierto? —uso mi mirada interrogadora y ella comienza a reír nerviosamente.

—De qué hablas, solo vine a traerte tu regalo y a esperar a los chicos.

—Sabes perfectamente de lo que hablo, tú atendiste la llamada que le hice a Marcos, estabas ayer en su cuarto, ¿pasaste la noche con él? ¿Hay algo entre ustedes? —finjo enojo y me quedo mirándola fijamente hasta que parece que se rinde y suspira.

—Nunca he podido ocultarte nada Val, sí, tienes razón, yo atendí la llamada y pasé la noche allí, pero no hicimos nada, no porque yo no quisiera claro, pero no pude, él es un chico muy lindo, pero tú sabes como soy yo, no tengo relaciones serias y eso es lo que Marcos quiere.

El gato y el ratónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora