Capítulo 13

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Al llegar al colegio junto a mis amigos todavía estaba en un gran estado de pasmo, en mi mano derecha sostenía un volante que había decidido llevarme para poder contactar a la familia de la niña en busca de información, lo leía con detenimiento fijándome en cualquier detalle importante que este pudiera arrojar pero no conseguía nada más allá de lo que ya se encontraba plasmado. Además la duda de todo esto se encontraba presente en mi mente desde que me decidí a tomar el volante de aquel poste de luz, ¿estaría tomándome demasiadas molestias por una niña que ni siquiera conocía? ¿O esto realmente podría llevarme frente al secuestrador de mi hermano?

—¿Señorita Roos tiene la respuesta correcta?

La voz de la profesora de Historia me había sacado de forma brusca de mis pensamientos y ahí fue que me percaté de que estuve funcionando en piloto automático por al menos quince minutos desde que suponía había iniciado su clase.

—Eh, ¿disculpe?

Fue lo único que pude decir, la profesora por su parte contestó con un gesto de cabeza negativo y una de sus miradas que reprobaba mi comportamiento.

—Señorita Roos si desea graduarse este año es mejor que decida ponerle atención a mi clase —dijo secamente, luego escribió algo en su cuaderno y se puso de pie para continuar con la clase.

En el descanso mientras tomaba un jugo Fabián me hizo un gesto con la mano en forma de saludo y caminó hacia la mesa donde me encontraba.

—¡Hola hermosa! —me da un beso en la mejilla —¿Y los chicos?

—No los he visto desde la entrada, tampoco recuerdo si me despedí de ellos, el día de hoy he estado algo estresada —se sienta a mi lado.

—¿Qué ocurre? Sabes que puedes decirme lo que quieras.

—Pues... supongo que viste que todos los postes de la ciudad están llenos de volantes anunciando la desaparición de una niña.

—Sí, me percaté de ello cuando venía hoy a clases, pero... —se fijó en mi expresión de preocupación —¿estás relacionando esto a lo ocurrido con tu hermano verdad?, ¿es por eso que estás así?

—Sí, no puedo dejar de pensar que ambos eventos están relacionados.

Enroscó un brazo en mi cintura para acercarme hacia él.

—Seguro que no es así, lo de tu hermano todavía está muy reciente y eso puede hacerte estar a la defensiva, las personas se pierden todo el tiempo hermosa, así que en realidad es muy difícil que ambos casos estén relacionados, Barcelona es una ciudad muy grande.

—Claro, pero estamos en un sector pequeño, y dos acontecimientos similares y tan cerca uno del otro... no sé, debo averiguar más pero estoy segura de que están relacionados.

Marcos se acercó corriendo con Andrea y se sentaron frente a nosotros.

—¡Oye! Hasta que por fin te encuentro, has estado un poco distante esta mañana, de hecho no hablaste más luego de ver los volantes, ¿estás bien?

—Sí Marcos, estoy bien —contesto secamente por lo que me imagino que él duda de la veracidad de mis palabras pero no dice nada.

—¡Ocurre algo Val? —ahora es el turno de Andrea.

—Piensa que la desaparición de esa niña tiene algo que ver con el secuestro de su hermano —le contesta Fabián.

—¿Secuestro?, ¿a Alex? —Andrea se queda mirándome asombrada.

El gato y el ratónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora