NASTIA.
-¿Dónde mierdas estábais?- gritó Jack en cuanto Liosha y yo entramos por la puerta.
Era sábado y eso significaba... ¡fiesta!
Vale que nos hubiéramos ido aquella mañana sin avisar pero tampoco era para que tuviera ese humor, ¿no? Mi hermano le dio una colleja cuando pasamos a su lado, riéndose al pasar la vista por la sala.
-Atracando un banco.
-Idiotas... Ayudadme.- nos espetó dejando un par de cajas llenas de adornos en nuestras manos.
Dio media vuelta cuando uno de los otros chicos lo llamó desde el piso de arriba y se alejó de nosotros con paso cabreado.
-Wow... ¿Qué le pasa?
Miré hacia Alex al hacer la pregunta. Él solo sacudió la cabeza, señalando un punto en el salón.
-Ella es lo que le pasa.
-¿Se llevan mal?
Alex solo sonrió negando y se largó detrás de Jack, encasquetándome a mí su caja. Aquí pasaba algo raro.
Me acerqué discretamente a la chica. Era una morena muy mona de la que había oído hablar mucho a Mía y a Noa: Annabeth Chase. La cosa era que no sabía cómo había llegado a casa.
-Hola.- le sonreí cuando me miró. Vale, la discreción no era mi fuerte.- Eres Annabeth, ¿no?
-Sí, ¿tú eres...?
-Nastia.- me presenté antes de darle dos besos, parecía simpática.
La miré con curiosidad.
-Nunca te había visto por aquí.
-Noa me invitó. Nos llevamos bien desde el instituto.- sonrió ante el recuerdo. No entendía como le podía caer mal a Jack.- Tú vives aquí, o...
-¿Me tiro a James?- pregunté señalando al rubio que venía hacia nosotras. Me tiró de un mechón de pelo al pasar y le saqué la lengua. Tenía la manía de hacer eso.- Vivo aquí. Alex es mi hermano.
-¡La chica rusa!- exclamó divertida.- No os parecéis en nada.
Le di la razón con una sonrisa, enfrascándome con ella en una conversación ligera, colocando botellas y luces hasta que Noa nos llamó desde las escaleras.
-¡Vamos! Tenemos que cambiarnos ya.- chilló encada. Por lo que me había contado Anna... Noa era una fanática de la moda.
Entré en mi habitación y pensé que ponerme, habían dicho que era una fiesta informal, así que... El vestido se satén negro ganaba. Me lo puse y entré en la habitación de Noa con total confianza, encontrándomelas también todas cambiadas mientras Mía estaba peinando a Annabeth, que refunfuñaba por lo bajo.
-¡Nastia! Estás para un apaño.- me guiñó un ojo la rubia.
-Yo me cambiaba de acera por ti.
Me reí por el comentario de Noa y fui hacia el espejo donde ella estaba para maquillarme. Pensaba hacerme una coleta alta en el pelo, dejando a la vista la espalda abierta del vestido e ir con poco maquillaje, sombras oscuras para que resaltaran un pelín los ojos y pintalabios rojo.
Listo.
Me miré en el espejo una última vez antes de calzarme los tacones negros. Perfecta.
-¿Ya estáis?- pregunté girándome para ver el panorama mientras las tres seguían cotilleando. La música hacía rato que había comenzado a sonar pero nena, una necesita tiempo para verse divina.
ESTÁS LEYENDO
Midnight.
Teen FictionUna chica, dos vidas. Bailarina de día, carreras ilegales de noche. Todo está torcido en su vida, pero de lo malo malo... lo puede controlar. A pesar de todos sus problemas consigue sacar a su familia adelante y llegar a fin de mes, incluso con las...