NASTIA.
Me revisé una última vez en el espejo antes de salir. Logan acababa de mandarme un mensaje de que me esperaba fuera, así que cogí mi bolso comprobando que todo lo importante estaba dentro. Móvil, dinero y llaves, lo necesario.
-Bueno... La princesa se nos ha vestido de niña mala.- sonrió Logan en cuanto me acerqué a su coche, donde estaba apoyado despreocupadamente en el capó.
Me repasó un par de veces con la mirada, recorriendo sin prisas todas y cada una de las curvas de mi cuerpo. A decir verdad... sí, mi outfit era un total black bastante básico pero me hacía una figura impresionante.
-Tú también te ves genial, princeso.- le di un beso en la mejilla antes de seguir sus movimientos y abrir la puerta del copiloto.- ¿Y Thalía?
-Ella ya está allí.- me contestó al empezar a conducir.-Tenía unos asuntos pendientes con alguien, ya sabes.
-¿Líos amorosos?
-Decepción amorosa para ella, más bien.- dejó caer con deje de risa.
Veinte minutos después, llegamos a una parte de la ciudad en la que nunca había estado. La calle estaba oscura por la poca luz de las farolas y, en cuanto bajé del coche, pude oír música, gritos y el rugir de motores muy cerca.
Sonreí sin quererlo. Estaba de vuelta.
-¿Vienes?- me preguntó Logan unos pasos por delante de mí.
Asentí y tomé su mano dubitativa cuando me la tendió al llegar a su altura. Aunque en cuanto doblamos la esquina del edificio y fuimos engullidos por una masa de personas lo agradecí. La calle era bastante estrecha y se veía que aquello era la entrada a la zona del puerto, donde estarían las líneas de meta.
-Esto está a reventar, Log.
-Tranquila, solo es la entrada.- me confirmó.
Agarró mas fuerte mi mano y comenzó a serpentear entre la gente, saludando a unos y a otros, hasta que salimos de todo aquel tumulto y pude volver a respirar.
Observé a mi alrededor, esto no era tan distinto a Moscú. Era una zona de la parte más baja de la ciudad, cerca de los muelles, donde una improvisada pista de carreras se extendía a derecha y a izquierda, separada de la multitud por una valla de metal en la que solo había tres puertas de paso a la pista. El olor a sal se impregnaba en las fosas nasales, mezclado con el de la marihuana y el gas de los motores, dándole un toque aún más sórdido al lugar.
Logan me condujo hacia un grupo de gente entre los que estaba Thalía. Supuse que serían sus amigos pero cuando le fui a preguntar, una mano tomó mi brazo libre y una voz que conocía demasiado bien gritó mi nombre escandalizada.
-¡¿Nastia?!
-¿Tyler?
Me giré hacia el tatuado sorprendida, los chicos habían dicho que se iban de fiesta. Como estuvieran allí... Mierda, mierda y más mierda.
-¿Qué haces aquí?- preguntamos a la vez.
-Responde.
-Tu primero.
-Compito.- el chico cedió, mirando alrededor todavía sin soltarme.- Ahora, ¿qué estás haciendo aquí?
-Venir a verte.- mentí con una sonrisa.
-¿Con estos?- señaló a alguien a mis espaldas con una mueca de desprecio.- No me hagas reír.
-¿Algún problema?- se metió Logan de por medio.
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Midnight.
Teen FictionUna chica, dos vidas. Bailarina de día, carreras ilegales de noche. Todo está torcido en su vida, pero de lo malo malo... lo puede controlar. A pesar de todos sus problemas consigue sacar a su familia adelante y llegar a fin de mes, incluso con las...