Capítulo 11: Rota

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Narra Billy

—Tori, no es lo que parece—digo viéndola alejarse.

—¡¿Entonces qué es!?—grita—. ¿Qué me estoy volviendo loca?

—Tori, por favor déjame explicarte...

—¿Explicarme qué?—las lágrimas se asoman en sus ojos—. ¿Qué solo me usaste para acercarte a ella?

—No te atrevas a decir eso—digo retándola—. Yo jamás te usé.

—Aléjate de mi y de mi vida—dice corriendo por el pasillo.

Mi hermano y Kelli se acercan a mí al tiempo que Shelia, la hermana pequeña de Tori, se aleja con una sonrisa triunfante. Nunca debí fiarme de ella. Solo quiso hacernos daño.

—Te la has cargado—dice mi hermano golpeando mi espalda.

—Ella te quería mucho—Kelli añade—. La has roto.

El timbre suena, pero no puedo ir a clase y dejarla así.

(Os recomiendo escucharla mientras leéis)

Camino bajo la lluvia que cubre el patio delantero en su busca. La lluvia es tan intensa que no puedo ver más allá de mi nariz. Buscando su silueta piso algo que estaba tirado en la hierba.

Encuentro el collar que le regalé a Tori hace un par de meses

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Encuentro el collar que le regalé a Tori hace un par de meses. Miro hacia el murete que separa los patios y la encuentro llorando allí.

—Vete—solloza al notar mi presencia.

—No me iré si hablar—digo sentándome a su lado.

—Ese es el problema—responde mirando hacia mí—. No quiero hablar contigo.

—Pero yo contigo si—tomo su mentón para verla a los ojos.

—No tengo nada que hablar—contesta—. Eres tú el que ha estropeado las cosas.

Sale corriendo de nuevo y me deja solo, pensativo, bajo la lluvia. En eso tiene razón. Soy yo el que ha estropeado nuestra relación. Todo por confiar es su hermana. Jamás debí hacerlo. Solo me ha traído problemas.

Mojado y muerto de frío entro en el instituto por mis cosas para irme a casa. No puedo cruzarme con ella. Solo me sentiré más culpable de lo que ya me siento.

Recojo mis cosas de la taquilla y camino, mojándome más de lo que ya estaba.

—¡Hijo!—exclama mi madre—. ¿Qué haces aquí tan pronto?

—Prefiero no hablar de ello—respondo caminando a mi habitación.

.......

Después de ducharme y cambiarme de ropa. Me acuesto en mi cama pensativo.

—Hijo, ¿qué ha pasado?—pregunga mi madre entrando en el cuarto.

—Mamá, le he roto el corazón a una chica—contestó sentándome en la cama con las manos en la cara.

—¿Qué has hecho?

—Confié en quien no debía y ahora le he roto el corazón a la chica que más quería.

Bad BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora