Capítulo 22: Testigos del arresto (Crossover 2)

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Narra Billy

Se escuchan sonidos de coches moviéndose rápido cerca de la catedral. No puedo evitar levantarme y asomarme a la ventana. Varios furgones negros llegan a la entrada de la catedral.

 Varios furgones negros llegan a la entrada de la catedral

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—¿Qué ocurre?—Tori pregunta levantándose de la cama. Refriega sus ojos y se acerca a la ventana.

—Debe ser la misión policial de la que hablaba la recepcionista.

—¿Qué ocurre?—Pam y Emma hacen la misma pregunta que Tori.

—La misión policial de la que hablaba la recepcionista.

Las chicas se asoman a la ventana a mi lado, tapadas con la bata del hotel. Observamos detenidamente la escena que se presenta bajo nuestro balcón.

—Espero que esté toda—una voz femenina dice, las chicas se miran confundidas—.

—En efecto—un hombre, probablemente deunos 50 años, habla—. La cocaína está en las bolsas.  

—¡¿Cocaína?!—las chicas susurran asombradas.

—Shh—exclamo para que se callen. Asienten con la cabeza y vuelven a mirar.

—Chicos—un grupo de chicos salieron encapuchados del furgón que las chicas tenían detrás—. Recoged la mercancía.

Los chicos asintieron. Detrás de ellos salió una chica, también encapuchada. Caminó rápido y se colocó detrás del hombre de mayor edad. Los chicos se colocaron detrás del resto y los sujetaron por el cuello. Uno de los encapuchados sujeto al mayor hombre por los brazos para esposarlo.

—Donato Tramontana, queda usted detenido por homicidio y tráfico de drogas—uno habla arrestando a uno de los miembros de la banda que más cerca está de la catedral. Lo mete en el furgón y se acerca al señor mayor, tomándolo por el brazo y arrastrándolo a otra furgoneta

—Recuerda—el señor habla a quien lo lleva a rastras—. No puedes cambiar el orden de los acontecimientos—. el señor rubio le agacha la cabeza sin importarle lo que el narco ha dicho y lo empuja a la camioneta.

—Buena captura—una se quita la capucha. La cara re Tori se ilumina—. Al fin podremos ajusticiarlo.

—Si—otro se quita la capucha. Este tiene el pelo moreno—. Es una pena que os tengáis que ir en unos días.

Tori camina fuera del cuarto, casi corriendo. Salimos tras ella y la vemos intentar salir del hotel.

—¡Abran la puerta!—grita golpeando el cristal. Desde fuera se acerca una chica al cristal. Toma un prendedor y fuerza levemente la cerradura de la puerta.

—¿Qué ocurre Tori?—la chica se acerca a Tori con abraza a Tori con fuerza. Tras ella se acercan dos chicos y dos chicas.

—Me alegro de que estés bien—Tori apretó a la chica—. Sé que no deberíamos haberlo hecho, pero vuestra conversación con aquel tipo raro nos despertó.

—¿Lo habéis escuchado todo?—pregunta el rubio, yo sólo asiento—. Estáis en peligro si la banda de Tramontana se entera.

—¿Tramontana?—Emma pregunta—. ¿Qué ocurrió antes?

—Lo que ocurrió antes fue un arresto—la chica que abrazó a Tori habla—. Arrestamos al asesino de Daniel Edwards y Felipe Wilson.

—¿Un arresto?—Tori pregunta—. Elisabeth, por favor.

—Como ya te conté, soy policía—Elisabeth comienza a relatar—. Era nuestro deber detener a ese narcotraficante, por más motivos que por el asesinato. Mi equipo ha conseguido hacerlo ahora. Ellos son Marc, Niki, Megan, Lorenzo y Davide.

—Llevábamos muchos años tras la pista de ese narco—el hombre, que debe ser Lorenzo, habla—. Era el lider de la mafia italiana, pero su residencia era Viena. Aquí pocos podían sospechar quien era.

—¿Fuimos testigos de cómo arrestabais al mayor mafioso conocido?—Pam pregunta con una extraña alegría.

—Habéis sido testigos de uno de los mayores arrestos realizados por la policía.


N/A:

Aún queda un capítulo para finalizar el crossover. La semana que viene se termina esta novela, así que os invito a que os intereséis por otras novelas que encontréis en mi perfil o por los nuevos proyectos. Me temo que no habrá segunda temporada de esta novela. Espoero que os haya gustado esta singular historia de amor. Me despido,

KMF

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