Tori Vega, una conocida estudiante del instituto de LA. Ella y sus amigos son unos de los mejores estudiantes, lo que provoca ,en ocasiones, situaciones como en la que se verá Tori cuando la directora decide asignarla como tutora.
¿Podrá Tori aguant...
—¿Alguien vio mi camiseta de Green Day?—Pam pregunta levantando los edredones de todas las camas.
—En tu maleta—Billy responde sin interés—. La metiste hace 10 minutos dentro.
—No hablo de esa—dice frustrada—. La otra.
—¡Todas son iguales!—Emma habla levemente enojada—. Mira en el baño. Tal vez te la olvidaste allí.
—¿Qué te pasa con tu prima?—me acerco a Emma—. No tienes por qué tratarla así.
—Se me hace difícil no hacerlo—responde tapando su cara—. Lo único que hace es hacerme la vida imposible. Sólo aceptó vuestra propuesta por amargarme la existencia.
—¿Por qué no lo has dicho antes?—Erin se acerca.
—No podía—levanta la vista—. Cada vez que me acercaba ella aparecía por detrás. Tuve que mantenerlo. Ella cree que me cae bien, pero es lo contrario.
—No te preocupes por eso—la abrazo—. Ahora lo más importante es que te olvides de que ella existe. Vamos, bajemos las maletas a la caravana.
Tomamos las maletas y caminamos a la recepción a devolver nuestra llave. Pam bajará la suya cuando termine.
—Hola—Elisabeth se acerca a la caravana con una maleta—. ¿Ya os vais?
—En efecto-Billy responde-. Nuestro próximo destino será Roma. Después haremos una parada en Alicante, España. Luego ya de regreso a LA.
—¡Lleváis un verano ajetreado!—exclama y todos reímos.
—Nos gusta esto—me encojo de hombros.
Un señor se acerca, Elisabeth lo abraza y él toma la maleta que ella tiene en la mano.
—Hola—dice.
—Chicos, él es Lorenzo Fabbri—Elisabeth presenta—. Es mi tío.
—Encantada S. Fabbri—digo estrechando su mano.
—Sólo llamadme Lorenzo—responde riendo—. Elisabeth, iré a llevar esta maleta a la furgoneta.
—Si—ella añade—. Ahora voy.
Lorenzo se aleja y vemos a un perro acercarse a Elisabeth.
—¡Qué mono!—Erin exclama.
—Es Rex—Elisabeth dice.
—¿El famoso perro policía?—Billy pregunta y Elisabeth asiente.
—El mismo—acaricia la cabeza del perro—. Ahora ve a ayudar a Lorenzo.
Rex sale corriendo hacia el otro lado.
—¿Va solo?—Erin pregunta.
-Es un perro muy independiente en lo que a moverse se refiere.
Nos damos la vuelta al escuchar unas zarpas rozar contra el pavimento. Rex llega y tira de la blusa de Elisabeth en la dirección de la que ha venido
—¿Ocurre algo?—pregunto.
—Iré a mirar—camina siguiendo a Rex y todos caminamos tras ella.
—¡Elisabeth!—la voz de Lorenzo se oye desde detrás del cristal de la furgoneta azul.
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Vemos como mueve la mano en señal de despedida y, de repente, la furgoneta salta por los aires en una explosión.
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—¡No!—Elisabeth cae al suelo llorando gritando—. ¿Por qué?
Todos la abrazamos tratando de consolar su irremediable llanto.
