Brooke
—¡YA, AL AUTO! ¡VAMOS PAR DE FLOJOS SUBAN! ¡CODY SUELTA ESA RAMA! ¡AMBER DEJA ESE ESPEJO! ¡AY POR DIOS SOLO SUBAN AL AUTO! —gritó dulcemente mamá.
Todos corrimos a subirnos al auto, lo que fue un problema.
—¡CAMERON SACA TU TRASERO DE MI CARA! —gritó Amber asqueada.
—¡PODRÍA SACARLO SI CODY DEJARA DE PICARME CON ESA RAMA! —gritó Cameron molesto.
—¡SUBAN AL PUTO AUTO PAR DE GORDOS! —los empujé—. ¡YA ENTREN! —cuando ya estaban adentro, me senté junto a ellos normalmente.
—¡RICHARD SUELTA ESE PERRO!—gritó mamá, retando a papá quien tenía el perro de la vecina.
—¡NO! ¡ESTE PERRO VIVIÓ EN LA CASA DE LA VECINA DESDE QUE NUESTROS HIJOS NACIERON! ¡SE VA CON NOSOTROS!
—¡SUELTE MI PERRO! —gritó nuestra vecina, golpeando a papá con una escoba.
—¡TÚ PUEDES GANARLE PAPÁ!—gritó Cody.
—Esto no puede estar pasando—gruñí.
Me bajé del auto, y caminé hasta llegar donde mi papá.
—Tú, suelta ese perro —le entregué el perro a la vecina—. Y usted, váyase a su casa —la eché.
Cuando ya subimos nuevamente al auto, les dije.
—¿No podemos tratar de ser un poco normales?
—Hija, somos los Adams, y los Adams, no somos normales.
[...]
—Uff —suspiré aliviada—. ¡Amber, apurate no sólo es el espejo el que esta en el auto!
—Ay pero que mala onda. —Dijo divamente tratando de salir del auto.
—Amber ¿Cuando vas a salir?—pregunté ya irritada por estar sentada horas mientras Cameron me pegaba codazos.
—¡Ah!—gritó la diva mirando a algo—. ¡Mi blusa marca Channel se enganchó con el alambre que Cody puso en el asiento!
—¡Uy, la fresita se enojó!—exclamó Cody burlándose.
—¡Obviamente estoy enojada!—lo golpeó—. ¡Maldito simio!
Y todo lo fresita se fue, dejando a la Amber salvaje.
—¡SUELTAME AMBER! —gritó Cody—. ¡OH MI CABELLO, MI HERMOSO CABELLO! ¡SUELTALO POR EL AMOR DE DIOS!
—¡NO! ¡ROMPISTE MI BLUSA IMBÉCIL! —siguió jalando su cabello.
—¡AMBER, CODY! ¡YA! ¡PAREN, LLEGAMOS! —gritó mamá—. ¡RICHARD DILES ALGO!
—Hm... ¡Hagan lo que dice su mamá niños! —exclamó papá.
—No se en que pensé cuando me casé contigo —bufó mamá.
—Pensaste en que era jodidamente atractivo —le guiño un ojo.
—¿Se pueden bajar? —pregunté irritada, pero no me tomaron en cuenta—. ¡BAJEN PAR DE GORDOS! —empujé a Amber salvajemente, quien empujó a Cody y cayeron al suelo.
—¡Gracias al cielo! —exclamó Cameron, pasando por arriba de nuestros hermanos.
—Gracias por romper nuestras espaldas Cameron —comentó sarcástico Cody.
—Oh, de nada copia mal hecha.
Bueno, les explicaré un poco, Cameron y Cody son gemelos, pero, Cameron ocupa gafas, pero aún así los dos son unos estúpidos hormonales.
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Los Adams
HumorEllos son los Adams. Una familia, un poco rara, divertida y loca. Porque, sí hablamos de los Adams, hablamos de desastre. Esta rara familia, llegará a revolucionar Los Ángeles. ¿Éstas preparado para acompañarlos?