Los Adams

9. Pérdida de muchos celulares. Muchos.

—¡POKÉMON TENGO QUE ATRAPARLOS! —Cantó Cody emocionado.

Probablemente se deben estar preguntando que esta pasando, bueno...

—¡SALIÓ POKÉMON GO! —Gritó Cameron corriendo por toda la casa entusiasmado.

—¡CALLENSE! —Gritó nuestra querida madre—. ¡SI NO SE CALLAN LES VOY A PEGAR CON LA CHANCLA!

—¡No mamá, no de nuevo!—gritamos todos al unísono.

—¡Dale con la silla! —gritó papá.

—¡No opines Richard, o serás el siguiente! —mamá le mostró la chancla amenazante y papá sólo asintió asustado —. ¿Por qué están disfrazados?

La verdad, estábamos disfrazados, Cody, Amber y yo, de Pikachu y bueno, Cameron era el maestro pokémon.

—Ni nosotros lo sabemos. — Respondió Amber.

Miré mi celular, para ver que pokémones tenía cerca, pero antes de que yo lo gritara, Cody gritó: —¡HAY UN PIKACHU CERCA!

Todos corrimos en dirección a el Pikachu tratamos de atraparlo, pero se escapó.

—Todo se derrumbó, dentro de mí, dentro de mí. —Cantó Cameron haciendo una lágrima falsa.

—Mh... Yo me voy. —Dijo Amber.

—Okay —dije —, ¿Volverás?

Ella no me tomó en cuenta y se fue con su celular en mano.

Cameron.

N/A ¡Al fín narra otra persona!

—Cody ¿Me acompañas? —Dije haciéndole una seña para que me siguiera.

Caminamos y sentimos el grito de Brooke.

—¡SIEMPRE SOLA E IGNORADA! —nos gritó Brooke y nosotros sólo la ignoramos.

Nos alejamos de ella y nos empezamos a reír de lo que dijo Brooke.

Llegamos al puente en donde teníamos que hablar seriamente.

—Ya llegamos. Te tengo que decir algo. —Dije serio.

—¿Qué?

—Es...

Iba a hablar pero Cody se enojó, porqué no hablé nunca y me empujó, dónde quedé colgando del puente.

—¡CODY AYUDAME! —grité desesperado.

—¡AAAAAH! —gritó y se fue corriendo.

Esperé por lo menos unos cinco minutos hasta que llegó Cody con "ayuda", y cuando me refiero a a "ayuda", me refiero a la persona menos fuerte del mundo, ósea Ariel.

—Vaya ayuda conseguiste — gruñí.

—Cállate o te dejaremos ahí. — Bufó Ariel.

Trataron de subirme sin éxito. Decidieron ir a buscar más ayuda y bueno, me quedé otros cinco minutos ahí, para luego ver como traían a un anciano de unos de 90 años y gracias a el pudieron subirme.

—No puedo creer que este anciano sea más fuerte que ustedes. —Me burlé.

—Ya vámonos, Cameron. —Le agradecimos al anciano y nos fuimos.

Se estaba empezando a anochecer, caminamos y entramos a un barrio peligroso habían narcos vendiendo drogas; Cody se tentó, pero no lo dejé.

—Caminen más rápido. — Susurré asustado ya que dos personas nos seguían.

Los hombres se acercaron y nos preguntaron la hora, Cody, como buena persona que no es, sacó su celular y vio la hora.

—Son las diez con quince. — Contestó Cody amablemente.

Los hombres miraron el celular, y luego a Cody, y sin pensarlo tomaron el celular y salieron corriendo.

—¡MI CELULAR! —gritó Cody corriendo para atrapar a los ladrones —. ¡VENGAN RATAS INMUNDAS!

Yo saqué mi celular con miedo y lo empecé a grabar.

Tienes miedo de que te roben el celular, pero igualmente grabas. Bien pensado Camarón.

Cállate mini yo.

Después de unos segundos, Cody se rindió, no sin antes gritar un montón de maldiciones hacia los ladrones.

Ariel calmó a Cody, y decidimos irnos a casa. Mucho pokémon go por hoy.

Brooke.

Llevaba un buen rato buscando pokémones, y bueno, nada interesante.

Ya me estaba desilucionando, nunca encontraría un Pikachu. Hasta que, vi el radar, y había un Pikachu cerca.

Di saltitos de felicidad, y comencé a buscarlo.

Cada vez estaba más cerca, hasta que escuché un grito.

—¡SERÁ MÍO, BROOKE NO TE ACERQUES! —gritó Amber como maniática.

—¡LO ATRAPARÉ IGUALMENTE, AMBER! —grité de vuelta.

—¡NO LO HARÁS! —Vi como Amber corrió hacia mí, sacando su zapatilla y lanzandomela en la cabeza.

Una palabra, auch.

¿Adivinen quien no atrapará un Pikachu y esta en el suelo? Sí, esa soy yo.

Y sí que dolió ese golpe.

Como pude, traté de alcanzar mi hermoso celular, estaba a centímetros de el, pero alguien lo tomó antes que yo. Amber.

—Ni lo intentes. —Y sin darme cuenta, Amber ya había lanzado mi celular por los cielos.

La miré indignada, y ella sólo se encogió de hombros.

Tomó su celular de nuevo, y capturó el Pikachu.

—Sigo aquí idiota, ayúdame. — Le dije cariñosamente, ella rodó los ojos y me paró.

—No creas que no vengaré mi celular —miré su celular y en un rápido movimiento se lo quité—. ¡ALCANZAME SÍ PUEDES! —corrí rápidamente con Amber pisandome los talones.

Entré hasta nuestro jardín, y lancé el celular hasta la piscina.

Ups, adiós celular.

—¡UGH! —Gritó Amber.

—Estamos a mano, querida Amber. —Contesté.

—¡Ni crean que les compraremos celulares nuevos! —gritó mamá desde el segundo piso.

Rayos.

N/A: Por poco no subimos capítulo, pero igualmente lo logramos jeje.

Bueno, eso, perdón por lo corto, nos leemos el próximo Martes🌚

Y en multimedia, les dejamos a Riley.

Chau!