34. Graduación.

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NOTA IMPORTANTE AL FINAL, LEANLA, O LOS GOLPEAMOS. No mentira, no los golpearemos (sí claro)

Brooke

So you can keep me, inside the pocket of your ripped jeanscantó dulcemente Amber, al ritmo de mi guitarra.

Mis hermanos sonrieron orgullosos, mientras escuchaban a Amber cantar. 

Holdin' me closer till your eyes meet, you won't ever be alone. Wait for me to come homefinalizó el coro, y los chicos aplaudieron escandalosamente.

—Amor, definitivamente naciste para cantar —la felicitó el Sireno, y se acercó a darle un beso, cuando se separaron, el Sireno me miró a mi—. Brooke, tocas genial la guitarra.

Sonreí ante el cumplido.

—Ya decidí que quiero estudiar —dijo Amber, y todos la miramos expectantes—. Estudiaré canto.

Todos soltamos un grito de alegría. Mañana nos graduábamos, y en este momento, solo faltaba yo que eligiera mi carrera.

—¿Y bien, Brooke? ¿Qué estudiarás? —Preguntó Cameron.

—Uhm, yo... —pensé—. Tal vez música, o idiomas. No lo sé.

—Deberías decidir pronto, mañana es la graduación —recordó Cody.

—Oh, eso ya lo sé, Cody. —Bufé, todo esto me ponía de mal humor.

—¿Qué tal si Amber canta otra canción? —Preguntó Alex.

Oh sí, Alex también estaba aquí. Pero lo he ignorado completamente.

Y no por el beso, si no porque el maldito se besó con otra chica. Sí, el muy idiota se besó con otra, mientras me juraba que quería volver conmigo. Ahg lo odio.

Te rompió el corazón, obviamente lo odias.

No me rompió el corazón, mini yo.

How many night does it take to count the stars? That's the time it would take fix my heart —cantó Amber acapella.

Esa canción, duele.

Obviamente te duele, porque él sí te rompió el corazón. Vamos Brooke, admítelo.

Vale mini yo, Alex Moore rompió mi corazón. ¿Feliz?

—¿Brooke? —Preguntó Cameron, y me arrastró fuera de la habitación en la que todos estábamos—. ¿Qué pasa, cariño?

Cameron tomó mi rostro entre sus manos, y me obligó a mirarlo, y ahí fue cuando fue inevitable romper en llanto.

—Oh cariño —susurró Cameron dulcemente, mientras me abrazaba—. No quiero verte llorar por ese idiota.

—Se besó con otra, Cameron. Eso me duele —murmuré.

—Lo sé, pero creo que ya es hora de olvidarte de él —asentí, y Cameron rompió el abrazo lentamente—. Ahora lo mejor es que te laves la cara, nuestros padres llegan en unas horas y no quiero que te vean así, ¿Vale?

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