Capítulo 3: "Haciendo amigos"

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Él día amaneció, y el bullicio se escuchaba a través de los pasadizos. Una linda jovencita pelinegra se vestía de muy mala gana con el uniforme y los zapatos que le habían dado.

¿Qué feo?, parezco abuelita, se lamentaba la jovencita mirándose frente al espejo.

Cuando de repente escuchaba pasos caminar a toda prisa y mucha bulla fuera de la puerta de su dormitorio, se asomo por la pequeña ventana que daba hacia el pasadizo y vio a muchas jovencitas vestidas igual que ellas que caminaban a paso rápido como si llevaran prisa.

Una de las jovencitas que pasaban la vio observando por la ventana y se acerco. Milk, abrió la ventana ya que no lograba escuchar lo que la joven le decía.

Apúrate si no llegas al comedor a tiempo a tiempo te quedaras sin desayuno, dijo la joven antes de retirarse.

Milk, en ese momento se acordó que no había leído para nada el dichoso reglamento. Salió lo más rápido que pudo y siguió al grupo de bulliciosas señoritas.

Gokú llegó lo más rápido que pudo al comedor, pues si había algo que le gustaba tanto como las artes marciales era comer, pero se topo con dos colas una de mujeres y otra de varones que formaban para recibir sus alimentos.

Avanza no te quedes estorbando en la puerta insecto, lo empujo un joven cabello de flama que paso a toda prisa empujándolo.

Gokú una vez que reacciono se ubico detrás del último jovencito de la fila, que era un joven calvo, giro al frente y se encontró con la misma jovencita del día anterior, sonrió al verla vestida como monja y un pensamiento se le cruzo por la cabeza: al menos mi traje es menos horroroso que ese, es una lástima porque es muy bonita y tiene un hermoso cuerpo, dijo viéndola nuevamente, no que estoy pensando, dijo el joven sacudiendo su cabeza, para que se vayan esos tontos pensamientos.

Milk al sentirse observada giro su rostro y se volvió a encontrar con el joven imprudente pero muy atractivo del día anterior, le lanzo tremenda mirada de desprecio, que el joven no llegaba a entender porque la miraba con odio.

Ambos jóvenes al ser los últimos en llegar a sus respectivas filas prácticamente encontraron muy poco en las fuentes.

Solo queda una ración, dijo un regordeta mujer mirando a ambos jovencitos.

Yo llegue primero, dijo Milk.

Pero yo muero de hambre, se lamentaba Gokú.

Decidan jóvenes lo repartimos o solo se lo doy a uno, dijo ya molesta la mujer por la actitud de los jóvenes.

Demémelo, no escucho que llegue primero, dijo con molestia la jovencita mirando indiferente al joven que tenía a lado.

No seas mala que repartan la ración entre los dos seguía quejándose el joven de cabello alborotado.

Mire señora dele a este todo, dijo molesta la pelinegra, dejando de golpe su fuente sobre la mesa, mientras Gokú recibía muy alegre su ración de alimento.

La jovencita salía a toda prisa, cuando sintió que alguien la llamaba.

Amiga, ven, ven, decía una linda peli azul, que se encontraba junto a una linda rubia. La jovencita se acerco hacia donde la llamaban.

Hola, dijo la peli azul, mi nombre es Bulma Brief y ella es mi amiga Dieciocho, siéntate, tenemos mucha comida, la podemos compartir, dijo con amabilidad.

¡Eh¡ gracias, dijo la pelinegra tomando asiento, mi nombre es Milk Ox, dijo la jovencita.

Si eres el nuevo ingreso al igual que ese bombón dijo la peli azul, sonriendo en complicidad con su rubia amiga.

¿Cuál bombón?, dijo la pelinegra, girando hacia la mesa donde se encontraba el jovencito de cabello alborotado.

Mientras en la otra mesa:

Vaya tú sí que eres de los nuestros, decía el joven cabello de flama riendo.

Si me recuerda al día en que llegaste y casi destrozaste todo por quitarle la fuente a Bulma, dijo un joven verde.

¿Bulma?, dijo el pelinegro.

Si cuando haya tiempo te la presentamos Gokú, dijo él calvo.

¿Y a ti porqué tus padres decidieron mandarte aquí?, preguntaba el joven de cabello de flama.

Por qué no les gusta mi arte, dijo Gokú con una sonrisa.

¿Tú arte?, dijo el calvo.

Si me fascinan las artes marciales y como mi padre tiene un prestigio que cuidar dice que lo mío es..., decía Gokú siendo interrumpido por el joven cabello de flama.

Un deporte de vagos, dijo riendo el joven de cabello de flama.

¿Y tú como lo sabes?, dijo Gokú.

Porque nosotros estamos aquí por un motivo similar al tuyo, lo bueno es que ya nos queda solo algunos meses, dijo el joven cabello de flama.

¿Cómo que algunos meses?, decía intrigado el joven de cabello alborotado.

En unos meses cumpliremos 18 años y a esa edad ya no podemos seguir aquí dijo el jovencito verde.

Ya entendí, entonces yo a un tengo que estar acá un año, se lamentaba el joven de cabello alborotado.

Es toda una belleza la nueva, no, decía el calvo mirando hacia una mesa.

Si es muy bella decía el joven verde.

Gokú volteo a mirar a Milk, y sólo sonrió al verla que por lo menos no se quedo de hambre y ya estaba comiendo junto a otras lindas jovencitas.

En la tarde tenemos clases, tienes que llegar a tiempo, si quieres que te den puntos extras en tu hoja de buena conducta, dijo el joven verde haciendo que el joven de cabello alborotado dejara de mirar a la pelinegra.

Si y nada de andar coqueteando con alguna compañera eso está prohibido por ahora solo podemos ser amigos, pero puedes ir pidiéndole sus datos personales, su número de celular, ¿tú me entiendes verdad?, el día que salgas de aquí la buscas si lo deseas, dijo el calvo con una sonrisa romántica.

Este ya le puso el ojo a la rubia y este, dijo el jovencito verde señalando a Vegueta a la peli azul.

Cállate Piccolo eso es mentira, dijo el joven cabello de flama.

Claro que no me callo lo que digo es cierto, ¿haber que Gokú intente acercarse a ella, no te molestaría?, dijo Piccolo.

Claro que no, dijo el jovencito cabello de flama haciéndose el indiferente.

Mesa de Milk:

Entonces se irán en unos meses se lamentaba la bella pelinegra al tiempo que un pensamiento apareció en la mente de la bella jovencita: "Tengo que escapar de aquí".

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