Capítulo 15: "Buscándolos"

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(Últimos capítulos)


Dos jovencitos estiraban sus brazos después de un largo y muy cómodo sueño, abriendo sus parpados y encontrándose con la mirada del otro sobre ellos.

¿Cómo amaneciste?, dijo Gokú separándose un poco de Milk.

Bien, dijo Milk, mirándolo con ternura.

Yo también pero ya me dio hambre, dijo el jovencito colocándose una mano tras la cabeza.

Será mejor que continuemos andando ¿no?, dijo la pelinegra.

Si Milk, dijo el joven tomándola nuevamente de la mano, y caminando junto a ella sin un punto fijo.

Mansión Satán:

No me importa lo que cueste solo ¿quiero que encuentren a mi hija? Y me la traigan sana y salva, dijo con firmeza el gigantesco hombre.

Mansión Saiya:

¿Ya tienen novedades de mi hijo? preguntaba furioso el padre de Gokú.

No hemos podido encontrarlo señor, decía uno de los hombre que vestían de negro.

Pues entonces intensifiquen la búsqueda, lo quiero de regreso lo antes posible, dijo el hombre golpeando furioso con el puño de su mano la mesa.

Mi niño, lloraba la madre de Gokú.

En cuanto lo tenga de regreso, lo casaré a la fuerza con una mujer de buena familia, al menos que me sirva de algo ese bueno para nada, decía molesto el hombre, mientras su esposa lo miraba preocupada.

En otro lugar:

¿Cómo lo conseguiste?, decía la bella pelinegra con una sonrisa, mientras comía una rebanada de pan y un refresco.

Tuve que hacer uso de una de mis tácticas dijo el jovencito riendo, mientras Milk, dejaba de morder su pan mirándolo de manera celosa.

¿Qué te pasa?, dijo el joven acercándose a ella para abrazarla por la espalda.

Coqueteaste con alguien para que te de esto, dijo Milk celosa.

Si no lo hacía nos moriríamos de hambre, dijo el joven con inocencia, mientras acercaba más a Milk hacia él.

Si pero no está bien que...

Gokú la volvió a besar por segunda vez con la misma dulzura que el primer beso que se dieron. 

Gokú se separo de ella y le dijo: no estés celosa la que me gustas eres tú.

Milk en aquel momento recordó lo que alguna vez le dijo su amiga.

-.Recuerdo.-

Además la que le gusta a Gokú eres tú no ellas, dijo Dieciocho, mientras Milk la miraba atónita.

-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-

Milk ya más calmada termino de comer sus alimentos y luego continuaron su camino con Gokú.

Unos hombres misteriosos con fotos de ambos jovencitos caminaban por la ciudad buscándolos sin descanso.

Señora buenas tardes, disculpe, no ha visto a esta joven, dijo un hombre bajito de bigote.

No señor, respondió la amable mujer.

¿Y a este jovencito?, dijo otro hombre.

A él, dijo la mujer cogiéndose la cabeza como si intentara recordar algo. Creo que por la mañana estuvo por aquí, dijo la amable mujer.

Gracias señora dijeron ambos hombres dándoles ordenes a su gente para intensificar la búsqueda por los alrededores.

Mientras tanto:

Gokú y Milk, seguían caminando sin rumbo fijo.

Tenemos que buscar un lugar para pasar la noche, decía preocupado Gokú.

Si parece que lloverá Gokú, decía la jovencita pelinegra ver como nubes muy oscuras comenzaban a cubrir el cielo.

Ven por aquí, decía el joven de cabello alborotado a la bella pelinegra que se había detenido a contemplar el cielo. La joven al escuchar la voz de Gokú corrió a darle alcance.

Gokú espera, dijo la pelinegra.

¿Qué sucede Milk?, dijo el joven.

Mira allá, dijo la bella jovencita señalando a un par de hombres que caminaban de manera sospechosa, observando por momentos unos papeles que tenían en la mano.

Gokú observo hacia donde la joven le indicaba y giro a verla ¿estás pensando lo mismo que yo?, dijo el jovencito.

Ambos jóvenes dijeron a coro "nos están buscando".

¿Y ahora que hacemos Gokú?, decía preocupada la pelinegra.

Ven dijo el joven de cabello alborotado tomándola de la mano y entrando por un silencioso callejón que servía para guardar algunos desperdicios y en el que solo caminaban los perros.

Por aquí no creo que se les ocurra pasar, de seguro en cuanto empiece a llover se irán decía muy seguro el joven de cabello alborotado, mientras Milk, se sujetaba a su brazo y se tapaba la nariz por el horrible olor que había en el lugar.

Minutos después:

Gruesas gotas de lluvia comenzaron a caer y las personas que estaban buscando a los jovencitos se retiraron a buscar resguardo en algún local abierto que pase la tormentosa lluvia.

Gokú salió a observar y al no ver a nadie, tomo la mano de Milk y corrieron nuevamente lo más lejos que pudieron, en su trayecto para su suerte un auto con un viejo conocido suyo se detuvo y les dijo: Suban o se van a resfriar, dijo esa persona con una sonrisa de oreja a oreja.

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