Capitulo I

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— Sigo pensando que es una estupidez. — Dije molesta frente al escritorio de mi jefa.

— Esto no se trata de lo que tú pienses, ____. Intentamos sacar al aire las noticias más importantes de las estrellas del mundo, y si quieres seguir con nosotros, es mejor que aceptes el viaje a Inglaterra y sigas a esos chicos.

Helen Patrick es la presidenta a la que siempre hay que obedecer, sin objeción. Piensa que lo de “sigue a esos chicos” es fácil de decir, pero no tanto cuando son otros los que deben hacerlo y no ella. Y por “noticias más importantes”, quiere decir en realidad sus “Secretos” y publicarlos como chismes antes que nadie.

Acomodó su gigantesco trasero en el asiento principal y dijo. — Tú decides, Little ____. ¿Quieres terminar como Dionn?

Dionn era la anterior escritora la cual terminó despedida en un par y cerrar de ojos por no obedecer las órdenes de Hel, mientras yo me quedaba con su puesto y veía como era arrojada, literalmente, a la calle.

— Está bien, está bien. Tomaré el siguiente vuelo a Londres.

Hel sonrió satisfecha y volteé para salir de su condenada oficina, pero antes de girar la perilla su voz me detuvo otra vez.

— Ellesonn. — Giré para escucharla.

Bajó un poco su cabeza con una ceja levantada, señalando su siguiente advertencia. — No quiero que te les acerques demasiado, tú sabes a lo que me refiero.

Asentí con lentitud y le solté honestamente. — Sí, no te preocupes.

— «El vuelo A500 está comenzando el abordaje, por favor se les solicita a los pasajeros acercarse a la puerta de embarque número 16…»

Y ahí me encontraba yo, con una pequeña maleta llena de ropa invernal y veraniega, dirigiéndome por el pasillo que llevaba a las puertas de embarque de la 11 a la 16.

Las escritoras o columnistas en realidad pasamos desapercibidas por el público en general, aún menos si es una de las más conocidas y solo se centran en la presidenta del edificio.

¿Acaso dije que no me sentía bien con Hel como mi jefa? Pues el haberlo notado en la última conversación que tuvimos lo decía todo, ella no me agradaba.

El viaje a Londres desde Nueva York es largo, sobretodo considerando que se debe atravesar todo el océano atlántico para llegar al destino, por lo que me dediqué a repasar las recientes noticias de cada uno de los integrantes de la famosa –pero desagradable para mí- banda musical.

One Direction, un grupo de chicos adolescentes entre 18 y 20 años ahora son el mayor gusto de las chicas alrededor del mundo. ¿Qué les veían?

El mayor de ellos, Louis, apenas podemos decir que es maduro para su edad, porque de decirlo sería una vil mentira siendo que es el más inmaduro de todos. El siguiente, Zayn, no es más que un chico aburrido lleno de tatuajes y perforaciones, pasando de ser Musulmán claro, porque no tengo nada en contra de su religión. Liam es el que le sigue, él por otro lado es el único que puedo aceptar no tener muchas negativas en su contra, ya que de ser el más maduro de los 5 también es demasiado sobreactuado. El rubio de Niall, el mayor inocente de todos queriendo sobresalir de entre las sombras del resto y ser el único no-británico de la banda. Y para finalizar tenemos a Harry, el chico de los rulos querido por la mayoría, menospreciado por mi persona.

No me interesaba ninguno, solo mi trabajo.

Al llegar al Aeropuerto Heathrow, tomé un taxi para que me llevase a mi hotel, el cual solo quedaba a pocas cuadras del London Eye y del gran Big Ben, que ahora recuerdo se llamará Elizabeth Tower en honor a la Reina Isabel II.

Mi habitación era grande, pensando que solo se trataba de una sola persona hospedando en ella y que estaría por lo menos 6 meses en sector Británico.

Hel llamó a las 11 de la mañana para corroborar que mi viaje hubiese tardado lo suficiente y que me encontrase ya en el hotel, lo que para mí solo era una excusa para verificar que continuara con mi trabajo.

Bajé a tomar un poco de aire, porque realmente viajar entre 7 y 8 horas sentada no es un agrado, por lo que decidir visitar la ciudad es la mejor opción que uno puede hacer. Mañana averiguaría en dónde se encuentra cada integrante de mi apestosa banda, ese era mi tiempo libre y ni ellos ni Hel podrían quitármelo.

Imagínate unas botas de tacón medio negras, con calzas y bolso de mano del mismo color, con una camisa blanca y por encima un chaleco tiro grueso de tono fucsia, eso no sobresale para nada pero es lo más cómodo para pasear.

Mi madre solía decirme “Nunca desperdicies tu tiempo libre, porque es el único tiempo que realmente significa ser libre”. Complicado, pero siempre le hice honor a su dicho cuando me distraía en casa.

Almorcé un simple pastel de carne para familiarizarme con Londres y pasé el resto del día en el museo británico, un gran edificio estilo neoclásico que llenaba a los historiadores de la arqueología y del arte con sus antigüedades.

Luego de mi pequeño tour se hizo de noche, más o menos las 8 pm donde todo el mundo salía de sus trabajos y volvían a sus casas para un gran fin de semana en familia, por lo que decidí caminar hacia el hotel y mentalizarme para un ajetreado día en busca de una nueva columna en The Next Time.

Creí que todo iría estupendo, desde que bajé del avión creí que mi improvisado día de descanso sería el mejor de todos.

Pero nada es perfecto en este mundo, y menos cuando una manada de chicas se encuentra en las puertas de tu hotel gritándoles a un quinteto de estúpidos cantantes.

ENTREGA LA EVIDENCIA Y NADIE SALDRÁ HERIDO [One direction y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora