Relájate. Relájate. Bien, ahora respira. No, no estás dormida, definitivamente no estás dormida.
Tienes a cinco chicos acostados contigo en el suelo, cada uno tocando aunque sea alguna parte de tu cuerpo. Qué has hecho, Lou.
Luego del beso con Zayn, el resto del grupo llegó golpeando rápidamente la puerta, por lo que no me dejó tiempo de explicarle las cosas al moreno. Ahora se encontraba sujetando mi mano por encima del pecho de Harry, quien abrazaba mi torso delimitando su propiedad y con su rostro sumergido en mi cuello.
De la misma forma, Louis sujetaba mis costillas desde el otro extremo, dándole un leve espacio a Liam para que apretase nuestras manos. Solo faltaba Niall, que había aprovechado la situación para rodear mi cintura y hundir su rostro en mi estómago, entre Louis y yo. No se alejaron en toda la noche.
El primero en despertar luego de mí misma, fue Louis, me sonrió y se acercó lo suficiente como para rozar sus labios con los míos. La situación realmente era incómoda, puesto que se me habían dormido casi todas las extremidades por culpa de sus abrazos y no podía rechazar petición alguna.
— Ya suéltala, Liam. Quiero ir al baño —Le dijo al castaño del lado, luego de besar ahora mi mejilla.
Liam despertó con desganas y separó nuestras manos dejándole el paso libre a Tommo, que con menos cuidado de lo normal hizo abrir los ojos al rubio irlandés colgado de mi cintura, con un leve empujón.
— Eso fue por besarla en la piscina —Le sacó la lengua y corrió al lavabo.
Niall solo rió con vergüenza y se levantó, estiró sus músculos y ayudó a Liam a pararse.
— ¿Lo harás tú? —Le preguntó Liam, apuntando hacia el par que quedaba.
Ambos se sonríen al otro y el rubio le asiente. Caminó hacia Zayn y se acercó a su oído.
— Zayn, levántate. Harry botó a ____ al agua y estaba usando una polera blanca…
El moreno de un momento a otro abrió los ojos, soltó mi mano y se inclinó hacia arriba con sorpresa en su rostro. Yo me sentí usada como un despertador; estúpida adolescencia.
Niall y Liam rieron al unísolo mientras Zayn fruncía el ceño, intenté levantarme para reprocharles pero un par de manos enormes en mi estómago me recordó al último integrante que seguía durmiendo a mi lado.
Aún tenía los ojos cerrados, pero sus palmas entraron por debajo de mi camisa y avanzaron hacia mis costillas, deteniéndose justo entonces antes de seguir subiendo.
La piel se me puso de gallina, ¿Estaba durmiendo? Eso no podía estar pasando.
— Harry… —Susurré—. Oye…
— ¡Deja de hacerte el dormido! —Louis había entrado otra vez a la habitación y le gritó al chico de los rulos—. A veces me pones nervioso, Hazza. Yo solo la mordería y…
Abrí la boca para decir algo, pero fui interrumpida por el mordisco de Harry en mi cuello. Chillé. Ambos rieron y el último se levantó para chocar las palmas con el castaño de ojos azules, yo acomodé mi camisa de dormir en su posición mientras me encaramaba del suelo.
Liam había regañado al par Larry Stylinson más veces de lo que podía recordar, ahora definitivamente lo reconocía como el maduro del grupo por ponerlos en su lugar por los comentarios estúpidos. Niall estuvo observando cada detalle de nuestra escena y vi como su rostro quedaba totalmente estático, Oh vamos, no te pongas celoso por eso.
— Yo me largo de aquí —Escuché luego a Zayn, caminando hacia la salida.
«Otro más», pensé.
— Zayn —Dijo Louis, ahora su semblante estaba serio—. Aceptaste esto.
El caminar del moreno se detuvo y el silencio los comió. Como si de un crimen se tratase y él fuera el asesino. Zayn volteó y frunció los labios, me dirigió su mirada por un par de segundos y se frotó la nuca con desganas. Ahora comenzará su plan, ¿O no?
— Está bien, está bien. Me rindo —Confesó Harry a su lado, abrazándolo como la primera vez que nos encontramos todos en la misma habitación—. ¿Por qué no le dicen la verdad a ____? Yo soy demasiado inmaduro.
Liam soltó una risa y me crucé de brazos. Tanto misterio me estaba colmando la paciencia, basta de escondites.
— Zayn es el insensible aquí —Soltó Louis riéndose de su compañero—, que lo diga él.
Esperé por varios segundos que otro más dijese algo, pero el ogro soltó un suspiro y ahora mi atención se centró en él.
— De acuerdo… bueno… —Comenzó ¿Nervioso? — Ya sabes, tú… estamos todos enamorados de ti.
Mis mejillas se sonrojaron de inmediato. ¿Acaso me lo iban a repetir por siempre? ¡Es embarazoso!
Le asentí. Harry se soltó de él.
— Entonces ahora somos rivales, los cinco.
¡Alto! ¡Tiempo fuera!
No estaba comprendiendo nada. ¿Rivales? Eso quiere decir que, ¿No lo eran antes? Pensé que todas estas situaciones eran productos de los celos que sentían…
— ¿Qué significa? —Murmuré.
Liam dio un paso hacia adelante y les sonrió al grupo, tomó una de mis manos e interrumpiendo la explicación de Zayn dijo:
— En 6 días tendrás que escoger a uno de nosotros. Y solo será al que dejes entrar en tu corazón. Por eso competiremos, por estar a tu lado no solo como amigos.
Mi rostro se endureció; dejen de bromear. No era divertido.
Solté el agarre de mi mano con fuerza y retrocedí, el rostro de Liam fue confundido ante mi reacción y todos me acorralaron con sus ojos. “One Direction compiten entre ellos por el amor de una chica”, ese sería el siguiente encabezado de las revistas y diarios del país si fuesen testigo de aquella escena.
Me crucé de brazos como siempre, ése era mi símbolo de molestia, y pateé el suelo con mucho enojo acumulado. Ellos no tenían la culpa. La culpa era desgraciadamente mía y de mi trabajo.
— Salgan de aquí —Les dije.
— Pero ____...
— ¡Fuera! —Interrumpí a Harry, apuntándoles hacia la puerta—. Solo… regresen con Lou.
La mirada de cada uno se centró en la del otro, «De acuerdo», debieron de pensar, porque en solo 15 segundos ya no había nadie en mi habitación aparte de mí.
Mierda. Mierda, mierda y más mierda. Me estaba metiendo en zona prohibida y no solo eso, quería cruzar aquella zona para experimentar cosas nuevas. Hel no existía allí, mi trabajo tampoco, la fotografía tampoco.
Me sostuve en el escritorio, con el móvil en mano y abrí la galería. Ahí estaba. La maldita imagen de un Harry borracho sostenido por Liam, y Louis a un costado intentando llamar por teléfono. El momento donde comenzó todo.
Grité un «Basta» hacia mí misma y me recuperé. No debía de pensar en negativo, disfrutar el momento era lo que mejor podía hacer. Agarré mi ropa entre la maleta y corrí al baño.
Unos shorts rasgados, un chaleco delgado encima del bra y sandalias blancas fueron mi elección del día. Lou no me mandó un accesorio aquella mañana.
— Vamos, vamos, vamos. Sal de aquí ahora que tienes tiempo… —Me decía a mí misma mientras caminaba a grandes zancadas por el pasillo que guiaba hasta recepción. Camarógrafos como siempre esperaban en las puertas del hotel a la salida de alguien del grupo, pero por solo ser una chica de 18 años sin sospechar nada me dejaron pasar.
No había llegado ni a mitad de cuadra cuando comienzan los gritos desesperados de las fans y entran a escena los chicos. Como si estuviesen realmente divirtiéndose parados ahí. A lo lejos divisé la mirada de Niall seguida por un gesto en su cabeza que hizo voltear al resto, fruncí el ceño y volteé para seguir caminando dándoles la espalda. Si pensaban que estaba enojada, pues bien, menos daño me haría en los 6 días que quedaban.
Listo, iría al Coors Field. El estadio de béisbol de Denver. Quedaba solo a 30 minutos del hotel y un taxi era la mejor opción.
Mi teléfono sonó y vi la pantalla. Lou.
— ¿Qué ocurrió? —Fue lo primero que dijo—. ¿Estás bien?
Como siempre tan preocupada. Sonreí.
— No te preocupes. Suelo responder así cuando quiero estar sola por un tiempo…
— Ya veo… Oh, Louis quiere hablar contigo-
— ¡Suéltame!—Se escuchó desde su espalda—. ¡Nada de abrazos, Niall!
Aquella era la voz de Harry, al parecer no quería una muestra de cariño y comenzó a darme un fuerte dolor de cabeza al pensar en la razón. Como ahora se auto-proclamaron rivales, su amistad no sería la misma, es decir, que Niall sufriría de la necesidad de muestras de afecto y recurriría a mí.
Me dejaron entrar al estadio con facilidad, mientras aún mantenía el teléfono en mi oído. Podía escuchar como Lou intentaba calmar al grupo sin colgar la línea, tal vez quería que los escuchase por alguna razón pero cuando logré captar un “O se detienen o los dejo”, el silencio retornó a ellos.
— Veamos… —Dijo otra vez—. Louis iba a hablar contigo, aunque ahora está demasiado callado como para querer conversar, ¿Verdad?
Subí las escaleras del ala oeste y llegué a la mitad de las butacas del estadio. Estaba vacío, pero necesitaba ese espacio en aquel momento.
— ¿Estás ahí? —Preguntó.
No respondí por unos cinco segundos, porque realmente quería estar sola y Lou no estaba haciendo el esfuerzo para darme libertad. Suspiré.
— Quiero hablar con Louis.
Habían pasado 20 minutos exactamente, cuando desde mi asiento en lo más alto del lugar, veo llegar y subir por las escaleras a un chico de gorra y gafas de sol. Dejo mi teléfono a un lado esperando no ser molestada por Helen o alguno de los otros chicos y le hago señas a Louis. Llega sonriente a mi costado.
— ¿Quería verme, señorita Ellesonn? —Fue lo que dijo.
Me sacó por lo menos una pequeña sonrisa.
— Dije que quería hablar contigo, nada de bromas.
Su rostro se endureció de inmediato y con la mirada concentrada se sentó en el asiento de junto, con sus manos entrecruzadas y mirándome atentamente.
Decidí empezar por lo principal.
— ¿Qué es lo que les atrae de mí?
Levantó una de sus cejas y alivianó un poco su semblante, al parecer lo encontraba gracioso pero intentaba controlarse. Finalmente, luego de unos instantes en silencio, habló.
— Eres fuerte. Por lo menos eso me gustó de ti cuando te conocí —Desvió por un momento su mirada y luego volvió—. A Niall le gustó tu mirada. Dijo que nunca había visto a alguien tan transparente en su vida.
«No lo soy», pensé.
— Liam… Bueno, él fue el primero en confesarnos que le gustabas —Rió—. No explícitamente como cuando Niall lo dijo en frente de ti, pero era el que tenía más interés en conocerte por tus gustos en los conejos de peluche.
Sonreí. Liam siempre será el maduro, sensible y atento del grupo.
— Harry fue el segundo, ya que confesó sentir celos por la cercanía que tenías con nosotros —Se cruzó de brazos para luego decir— Junto con Niall decidimos darnos por vencidos y también sumarnos al montón, pero Zayn…
Oh, no. Aquí viene la gran expectación arruinada.
— Según él, solo eras una niña en busca de fama y por lo mismo te acercaste a nosotros.
Era una basura. Había llegado a Londres a buscarlos solo para obtener las noticias necesarias y subir de puesto en la editorial de Hel. Ahora no solo odiaba estar en mi trabajo, sino que me costaba creer que Zayn tuviese razón. Yo quería la fama, y gracias a ellos la obtendría.
— No te enfades, ____ —Me sacó de los pensamientos, Louis—. Somos un grupo de adolescentes amigos pero rivales al mismo tiempo, cuando solo uno pueda estar contigo, nos rendiremos.
Levanté la mirada para encontrarme con sus ojos. Los mismos que me observaban en cada instante cuando fui “capturada” en la habitación de Harry del primer hotel.
Louis tenía 20 años, podía parecer perfectamente de 17 la mayoría del tiempo, pero cuando debía serlo era maduro.
— Entonces, ¿Quieres un abrazo de reconciliación? —Louis el adulto, cambio y fuera.
Estiró sus brazos y esperó mi respuesta con una gran sonrisa. Arrugué mi nariz mientras sonreía nerviosa y me acerqué a él, rodeándole la espalda con mis manos y apoyando mi mentón en su hombro.
Cerré los ojos y sentí como me envolvía en sus fuertes extremidades, aspirando el olor de mi cabello al pasar.
— Nos están esperando fuera —Murmuró—. Si no llegamos en dos minutos creerán que te he secuestrado.
Ambos reímos y nos separamos, para luego bajar de las butacas y caminar hacia la salida. Me dirigió un par de chistes que me hicieron reír bastante en el pasillo, llegamos al carro donde el chofer me abrió la puerta con total elegancia y al subir los cuatro chicos restantes me intimidaron con sus ojos. Louis entró después y se sacó de encima las gafas y la gorra.
— ¿Y? —Preguntó Harry.
Mis piernas se estiraron en la superficie del automóvil y apoyé mi espalda relajándome un poco.
¿Debía de seguir con esto o no? Terminarían con una gran decepción al saber que los verdaderos motivos al acercarme a ellos eran los mismos que Zayn dijo; fama.
Pero si no lo hacía, puede que sigan peleando de a poco por simples cosas insignificantes que con el tiempo se agrandan y separarían su amistad. Una de dos. Debía de elegir.
— Son unos idiotas, ¿Lo sabían?
Aquel comentario los hizo reír, porque significaba que los dejaría competir por mí como buenos amigos y compañeros que eran. ¿Querían un ganador? Lo tendrían.
— Pero unos idiotas afortunados —Dijo Niall, sonrojándose— Te amamos a ti.
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ENTREGA LA EVIDENCIA Y NADIE SALDRÁ HERIDO [One direction y tú]
FanfictionAdaptada Escritora:Cassedy