Capitulo XII

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Holanda. El país de los Tulipanes y los molinos de viento.

Luego de ser besada, literalmente, por Harry en su habitación, lo perdoné con una sola condición. Dejar de beber.

Sabía que ese era su problema desde el principio, además estaba de prueba la fotografía en mi celular, por lo que con solo pedirle que dejase el alcohol y aceptase, estaría perdonado. Aunque la escena de su beso ayudó un poco.

El hotel de Ámsterdam era diferente a los demás, éste tenía solo 5 pisos y las habitaciones había que caminar todo un pasillo entre cada una, aunque eso me daba un poco más de espacio.

Sentí los brazos de Niall sobre mi cintura otra vez, me estaba acostumbrando despertar y ver su rostro cada mañana, era totalmente calmado cuando dormía.

Los toques en mi puerta lo hicieron despertar y de un segundo a otro ya se encontraba abriéndole la puerta al invitado, quién al ver al rubio le indicó que saliese y volteó a mirarme otra vez.

— Te espero en la entrada en 30 minutos. — Dijo Liam.

Con calzas y botas cafés, un vestido blanco hasta los muslos debajo de un chaquetón ancho café claro y una bufanda negra sobre el cuello, bajé a encontrarme con el castaño.

Liam se dejaba influir por los demás, y cuando estaban todos juntos siempre decía cosas que no debía, por lo que sería más difícil de perdonar luego de su frase “Pequeña de 18” siendo que él también tenía esa edad.

Estaba sentado en la banca al lado de la entrada, conversando con el ogro moreno que nunca me quería topar, cuando Zayn me vio hizo un gesto con su ceja y se levantó para volver dentro, me equivocaba, él sería el más difícil de perdonar, pensé.

— ¿Y? ¿Quieres secuestrarme igual que Louis y Harry? — Le pregunté.

Se levantó y más nervioso de lo que creí me estiró su mano.

No quería tocarlo, era demasiado explícito cuando él era una estrella y ya había rumores de ambos como novios o yo con los chicos. Pero al verlo mejor, Lou, al parecerm lo había camuflado muy bien como un chico normal.

Desvié la mirada y por el rabillo del ojo pude ver a tres del grupo observándome desde una pared, esperando por alguna razón mi respuesta hacia Liam.

Dejé salir un suspiro y dije. — Solo esta vez, Payne.

Le acepté la invitación y vi como entrelazaba nuestros dedos con una sonrisa en su rostro, la misma que pude ver al trío de idiotas satisfechos con la iniciativa.

Entonces recordé, “Liam es muy sensible”. Fue dicho por Zayn en una de sus entrevistas, apoyándose en que el castaño solía cerrarse cuando tenía algún problema y dejaba su mente llenarse de ellos sin decirle a nadie, y por estas últimas semanas debió estar abatido en el escenario desde que salió la pregunta de Lou en la pantalla.

Me hizo caminar varias cuadras más allá del hotel donde estábamos y llegamos a un puente ancho donde del otro lado habían 3 pisos llenos de estacionamientos con bicicletas, la mayor colección de bicicletas que nunca antes había visto.

Liam y yo entramos a un local frente a ellas, donde supuestamente se podían arrendar.

— Dos, por favor. — Le dijo al atendedor.

El hombre le asintió y entró por el par de dos ruedas que había pedido, Liam volteó a verme y creí ser otra persona.

— No te enfades por lo que dije, quería disculparme ese día pero…

No lo dejé continuar, separé nuestras manos y miré hacia otro lado que no fuese su rostro, ¿Quería disculparse? ¿Entonces por qué no fue en ese mismo instante?

ENTREGA LA EVIDENCIA Y NADIE SALDRÁ HERIDO [One direction y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora