capitulo XXIV

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— ¿¡Están locos!? — Grité.
Me encontraba dentro de la gran furgoneta que ellos contrataron para llegar al aeropuerto, sin pensar en que eran famosos en todo el mundo y no tenían encima ningún disfraz. Por lo menos solo me hicieron señas y nos encontramos a la salida subiendo en él.
— ¡Te ibas a ir! ¿Qué querías que hiciéramos? — Dijo Harry que me rodeaba la cintura sentados en el asiento trasero con todo su pecho reposando en mi espalda. — Solo porque odies a Zayn no puedes dejarnos…
Apretó un poco su agarre y besó mi nuca, enviándome una fría sensación por toda mi espina dorsal. Éste tonto se estaba propasando.
— Ya suéltala, Hazza. — Dijo Louis mientras me tomaba entre sus brazos y me sentaba a su lado separándome del de rulos. — Solo porque la besaste primero no quiere decir que puedas acercarte tanto.
— Chicos… — Intenté decir.
— Zayn debe disculparse. — Dijo Niall.
Un gruñido se escuchó y todos quedamos en silencio. Zayn se encontraba en el asiento del copiloto y nos observaba atrás por el espejo retrovisor.
Liam se arregló la garganta y dijo:
— ¿Intentabas dejarnos, ____?
Mi mirada se encontró con la suya y mis mejillas se enrojecieron, él siempre era tan generoso…
— Fui a dejar a Will a su avión… Ya que no nos veremos otra vez hasta cuando vuelva a Nueva York…
Bajé mi cabeza un poco y jugué con los dedos de mis manos entrelazándolos. Mi teléfono sonó de repente y como siempre, Helen se entrometía en los peores momentos.
Atendí luego de suspirar con fuerza, arreglando un mechón de mi cabello detrás de la oreja.
— Dime… — Dejé que me interrumpiese.
— ¿Will ya está arriba del avión?
Como siempre, ella estaba interesada en el trabajo.
— Si, no te preocupes… Este… no es un buen momento para que…
— Vamos, Little ____. Siempre es un buen momento. ¿Qué es más importante que tu hermosa jefa?
Bufé y me crucé de piernas mientras los demás intentaban no escuchar con tanta atención mi conversación, al parecer me veía de mal humor.
— Helen siempre puedes contar conmigo, lo sabes. Soy buena en esto, ¿Recuerdas?
Sentí su risita y cerré los ojos pensando. Ella me estaba comenzando a fastidiar demasiado.
— Tu madre siempre me dice lo mismo. — Creo que sonrió. — ¿Algún mensaje que quieras darle?
Abrí los ojos y sentí como los sentimientos de remordimiento comenzaban a crecer otra vez en mí, aquellos que me comían por dentro cuando les grité a los chicos dejando salir mis verdaderos pensamientos.
Me mordí el labio inferior y dije:
— Dile que me odio. — Sonreí al ver que los cinco compañeros del auto me observaron atónitos. — Me odio por todo.
Unos segundos duró al parecer el silencio, porque Helen suspiró y con calma me respondió:
— Eres la persona más generosa que he conocido, ____. No te odies por esconder de vez en cuando como te sientes.
Bajé la mirada al suelo del carro y asentí aun cuando no estuviese mirándome, pero ella sabía que lo estaba haciendo.
— Adiós, Hel.
— Cuídate.
Y cortó como siempre.
Me apoyé en el respaldo del asiento y dejé caer mi brazo estirándome en la superficie del carro, con Louis a mi lado igual de preocupado que el resto.
— ¿No fue… para Zayn…? — Murmuró Niall con su rostro confundido.
Le negué con la cabeza y me crucé de brazos. Algunas veces ni yo me entendía.
— Yo no lo odio. — Confesé con un leve sonrojo en mis mejillas. — Tampoco los odio a ustedes.
El brillo de cada par de ojos se hizo notar, también en Zayn que me observaba más relajado desde el asiento del copiloto.
— ¿Entonces? — Dijo Liam. — ¿Nos quieres?
Reí del solo pensar en que tenía razón, ellos eran especiales, y los quería por ello.
El automóvil estacionó en frente del hotel y varias chicas lo rodearon esperando ver algún que otro rostro. Solo que por los vidrios polarizados no tuvieron demasiada suerte.
Les asentí finalmente y apunté con el pulgar hacia afuera.
— Es mejor que salgan ahora o decepcionarán a sus fans.
El chofer rió y Harry fue el primero en salir, seguido por Louis y Liam. Niall se detuvo antes para besarme en la mejilla y salió riendo.
Zayn se quedó sentado ahí, con la mirada perdida en la ventana viendo como sus compañeros de grupo se entretenían firmando autógrafos y sacándose fotos con ellos.
Aclaré mi garganta y dije:
— Zayn… Yo…
— No te disculpes. Fue mi culpa.
Se acomodó la ropa y salió de la furgoneta como si nada, sonriéndoles plásticamente a las chicas que se reían entre sí al verlo llegar.
Él había admitido que era su culpa. Era un buen paso. ¿O no?

— Hazlo, bésale. — Dijo Harry mientras me empujaba hacia Louis.
Estábamos a solo un día de irnos de Italia y yo me encontraba paseando con el grupo por el foro antiguo romano y el muy idiota había hecho un juego.
Si encontraban una lagartija entre los árboles o ruinas, recibían un beso de mi parte. Zayn y yo nos opusimos, pero 4 contra 2 era ventaja.
— ¿Por qué debo hacerlo? Yo no acepté este juego. — Entrecerré los ojos y me crucé de brazos.
— Una chica con esas ropas puede aceptar de todo. — Dijo Lou por detrás sonriendo.
Cuando llegué al hotel y le conté sobre lo que en realidad había sucedido, se alegró tanto que su imaginación voló por los aires intentando crearme un nuevo atuendo.
Llevaba un peto en la parte de arriba con la bandera de los estados unidos estampada por todo su alrededor, unos shorts a la cintura desgastados y unas sandalias de tacón negras. Además de los accesorios como las pulseras, anillos y lentes oscuros todo se veía natural. Mucha piel a la vista, pero me daba libertad con toda ese calor.
— Vamos, pequeña. Solo será un beso, y muchos más, con Louis. Se lo debes. — Rió mientras mis mejillas se enrojecían de la vergüenza.
— ¡No digas esas cosas, Lou! — Le grité tapándome el rostro.
Para cuando pasaron 10 segundos me destapé el rostro, miré a Louis y me acerqué a él.
Tomé sus mejillas con las palmas de mis manos y estampé un lento beso sobre una de ellas. Nunca dijeron en dónde debía de hacerlo.
— ¡Hey! ¡Eso es trampa! — Me gritó el castaño sobándose su piel. — ¡Yo quiero uno en la boca!
De reojo miré como las personas que pasaban alrededor sonreían cómicamente al escuchar el comentario de Louis, que por cierto iba disfrazado igual que los demás.
— ____ no puede besarnos así chicos. ¿Cómo se sentirían si uno de ustedes besa a 5 personas a la vez? — El maduro Liam apareció en la conversación.
— ¡Diugh! — Exclamó Niall. — ¡No quiero sentir el sabor de Louis en mi boca!
Todos reímos y miré de reojo a Zayn, estaba más relajado que el día anterior.
Devolví mi mirada rápidamente hacia el ruliento aproximándose hacia mí y pude notar una malicia en sus ojos. Luego, tomó mis hombros y se inclinó lo suficiente para rozarme los labios con los suyos.
Se separó de a poco sin besarme por completo y sonrió satisfecho. No sabía la razón pero al sentir una mano tomar mi muñeca y arrastrarme lejos de ellos, lo adiviné.
Harry lo hizo para poner celoso a Zayn.
— Hey, suéltame. — Le dije con enojo. — Zayn Malik.
Se tensó por un momento y continuó caminando hasta que nos detuvimos en la esquina contraria a donde segundos antes estábamos junto a los demás.
— ¿Qué te sucede? ¿Por qué dejas que te besen tan naturalmente? — Su frente se encontraba totalmente arrugada. Como si fuese a estallar en algún momento.
Lo miré varios segundos confundida ante su reaccionar y luego comencé a reír. A reír tan normal que daba miedo.
— ¿Estás celoso otra vez? — Le pregunté mientras limpiaba una lágrima de felicidad producto de la risa que había salido al aire. — A veces ni yo te entiendo.
Aspiré profundamente y lo volví a mirar. Tenía su rostro levemente sonrojado, como hace poco lo pude ver en televisión, entonces recordé una entrevista que me tocó leer un par de días atrás...

P: Si viviese una fan con ustedes, ¿Qué sucedería?
Harry: Sería un caos. [Mira a Zayn]
P: ¿Un caos?
Louis: Uno de nosotros terminaría embobado. A no ser que todos nos enamoremos de la misma chica y exista uno más celoso que el otro. [Risas]
P: ¿Quién es el más celoso?
Todos: Zayn.
Zayn: Si viviese con esa chica todo el tiempo y a la vez el grupo se enamora de ella me pondría muy celoso. Me la raptaría a cualquier instante sin que nadie me la quite…


— ¿¡Hablaban de mí!? — Le apunté completamente al pecho. Ellos habían respondido con total sinceridad ante esa pregunta y no le presté atención hasta ahora.
Los ojos del moreno se expandieron y me miraban como si fuese una maníaca.
— ¿De qué estás hablando? — Dijo entrecerrando el par de ojos miel.
— ¡La entrevista! ¡Estás celoso de la cercanía que tengo con el resto!
Lo volví a dejar perplejo, solo que ésta vez su rostro se encendió ante mi asertividad. También le gustaba a Zayn. Solo había que darle una esperanza para que me lo acepte.
Aclaré mi garganta y me entrelacé los dedos de ambas manos, bajando un poco la mirada para que no notase lo ansiosa que me sentía.
—____... — Dijo calmadamente.
Levanté la cabeza y di un fuerte respingo, sintiendo cada vez más acelerado mi corazón. ¿La razón? Fácil.
Zayn estaba a solo centímetros de mi rostro con sus ojos lo suficientemente cerca para perderme en ellos.
— ¿Qué? — Susurré.
En realidad quería decir “Bésame”, pero lo único que estaba en mi mente eran charcos de miel. No podía pensar con claridad.
Zayn dio un pequeño paso y con una sonrisa ladeada sacó sus dientes y mordió mi labio superior.
Murmuré un “M*erda” mental y terminó de sonreír para, al mismo tiempo, hacer desaparecer la distancia entre ambos.
Había comenzado a besarme.
Fue con fuerza, más de lo normal, como proclamando que le siguiese el paso con rapidez y sin opción a negarme.
De vez en cuando pude sentir su mano en mi nuca empujar varias veces para que no escapase de él, aunque no tuviese la voluntad necesaria para hacerlo, claro. Su lengua pidió permiso de entrar antes de separarnos y sin objeción alguna le acepté husmear. Pero no fue hasta que el aire desapareció totalmente de nuestros pulmones, que volví en mí misma.
Cuando retrocedí con la respiración totalmente agitada pude ver a simple vista como sus ojos ahora estaban más oscuros, llenos de deseos y reclamo ante nuestro beso.
Era un Zayn diferente.
— Oh, por Dios, ¿¡Eres Zayn Malik!? — Se escuchó a solo pasos de nosotros y ahí definitivamente era el final de todo.

ENTREGA LA EVIDENCIA Y NADIE SALDRÁ HERIDO [One direction y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora