Pequeñas Black y el Prisionero de Azkaban [TERMINADA] [Libro III]

1. "La separación."

Maddie y Noa ya habían sido advertidas de las frecuentes discusiones de Albert y Demetria, sus padres adoptivos. Cuando finalizó su segundo curso, pudieron confirmarlo. Primero, porque Demetria no se molestó en acompañar a su marido cuando fue a buscarlas a King's Cross al finalizar el año escolar. Segundo, porque las constantes disputas entre ellos no las dejaban dormir.

—Se van a divorciar —afirmó Maddie.

—¿Tú crees? —murmuró Noa.

—...y tú que llevas a las niñas a ese colegio de gitanos... ¡Tú también eres un fenomeno! —oyeron gritar a Demetria.

—¿Gitanos?

—¿Acaba de llamarnos fenómenos?

—Shhh... Déjame escuchar...

—¿Acaso no lo entiendes? ¡Nuestras hijas tienen un futuro más grande que toda nuestra vida! ¿Qué hay de malo en lo que hacen? ¡Que no lo entendamos no es su culpa!

—¿Acabas de llamarlas hijas?

—¿Acabas de subestimar toda una vida haciéndonos cargo de ellas? ¡Nosotros las criamos, merecemos hacernos llamar sus padres!

—¡Estoy segura que merezco todo excepto eso! ¡Madre de una bruja! ¡Desgraciado!

—¡Arpía!

—¡Cerdo!

—¡Ya basta! —gritó Maddie—. ¡Quiero dormir!

Demetria y Albert por fin se callaron, y ambas niñas se fueron a dormir, sabiendo que tarde o temprano les darían la noticia.

Unos días después, las chicas se encontraban afuera. Noa intentaba volar su Cometa 260 sin que la vieran los vecinos ni su madre, y Maddie leía un libro. En cierto momento, Albert se acercó a ellas.

—Hola, Mads.. Hey, Noa..

—Hola, papá.

—Hola, Albert.

—Tengo que contarles algo importante.. y algo que realmente es un problema que necesito que me ayuden a solucionar —murmuró Albert.

—¿Van a divorciarse, verdad? —preguntó Maddie.

—Tú siempre tan directa —replicó Albert con un triste gesto y una media sonrisa—. Sí, su madre y yo ya no...

—Demetria y tú —lo corrigió Maddie.

Luego de un suspiro, Albert continuó:

—Demetria y yo ya no nos entendemos.. Ella no quiere que vayan a Hogwarts y yo sí. Ella quiere que trabaje en la empresa de su padre y yo no. Ella quiere que tengamos otro hijo y...

—¿Otro hijo? ¿Y por qué no quieres? —preguntó Noa.

—Soy un hombre muy ocupado —respondió Albert— y no quiero un hijo que tenga un padre ausente. Es demasiada responsabilidad. Suficiente con que ustedes casi no me ven.

—Entendemos su decisión, Albert —dijo Noa—. Si ya no disfrutan estar juntos, es mejor que no lo estén.

Maddie asintió.

—Me alegra que lo entiendan. Ahora, tenemos un problema —dijo Albert—. Demetria va a quedarse con la casa, y mi jefe me ha enviado a vivir a Liverpool.

—¿Qué?

—Liverpool queda muy lejos de Londres, por lo que yo no podría llevarlas a King's Cross, y Demetria tampoco estaría dispuesta —murmuró Albert—. Yo pensaba que la mejor opción sería que viviesen conmigo, pero eso les impediría ir a Hogwarts. Necesito que me ayuden a buscar una solución. ¿Hay alguien a quien puedan acudir? ¿Los Weasley?