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La fiesta de la revista habia sido todo un éxito, eran casi las cuatro de la mañana, pero Matt debia pasar a su oficina a recoger unos papeles, definitivamente no iria a trabajo al dia siguiente, estaba agotado, nunca imagino bailar e ingerir tanto alcohol en una misma noche, subia hasta su oficina al abrir la puerta escuchó un ruido. Pensó que quizás alguien se habia infiltrado en la oficina para robarle, asi que terminó de abrir la puerta con sigilo, al final, el vidrio del amplio ventanal del fondo dejaba ver una silueta, y en definitiva era una silueta femenina.
Matt se frotó los ojos, habia una chica en su oficina, estaba de espaldas a el, con las manos sobre su escritorio.
- ¿Quien eres? - exigió sin siquiera moverse.
La chica no respondió, solo se dio la vuelta mientras llevaba las manos a su cabeza, Matt quedó boquiabierto cuando notó lo que sus manos hacían, estaba atando tras su cabeza el antifaz que le habia dejado la chica de la playa, casi se iba sobre ella dispuesto a arrebatarselo de las manos, esa era su zapatilla de cristal para su cenicienta.
- Deberias quitarte eso, ¿Quien eres? -Dijo Matt mientras caminaba un poco en el cuarto para encender la luz, pero el alcohol no le dejaba ver con claridad donde era que debia encenderla.
- No lo hagas - solicitó ella con su voz melodiosa.
Matt se quedó congelado, conocia esa voz, aun estando en estado de coma podria reconocerla, era la misma chica de la playa, aquello no era posible, se escuchó una ligera risilla reprimida, al parecer se habia notado su sorpresa.
- ¿Como me has hallado? - Preguntó el mientras daba pasos cortos hasta llegar hasta ella.
- Te dije que creo en el destino - respondió mientras avanzaba un poco.
Matt llegó hasta ella, era real y llevaba puesto el mismo vestido que había usado en la playa, se detuvo al tenerla frente a el, sonrió, la luna no permitia verle el rostro, pero estaba seguro que ella sonreía, el mundo podia acabarse y eso no le importaría, ella estaba allí, y eso era lo que importaba ahora.
Con sus dedos rozó las mejillas de la chica, era real, eran suavesm su piel delicada y aterciopelada, sus labios, sus labios buscaron los de ella, tenía ya mucho si verla, la necesitaba, asi que se acercó hasta cerrar el espacio en un suave beso.
Pronto lo que habia comenzado con un beso suave se convirtió en un beso muy apasionado, sus manos le abrazaron a la chica por la cintura mientras las de ella le abrazaban por el cuello ahondando mas el beso.
La chica entrelazó sus piernas en la cintura de él y Matt le llevó hasta el escritorio, allí le sentó mientras le bajaba el vestido, le beso el cuello, los hombros, sus manos acariciaban su espalda, aquel era el cuerpo mas delicioso y mas perfecto, con ella sentia cosas increibles.
Ella daba suaves gemidos, y respiraba hondo, Matt solo queria tenerla, complacerla, que ella solo fuese para él, subió sus manos por los muslos de ella mientras sentia el calor de su entrepierna, acarició la tanga de la chica que estaba ya mojada y suavemente las deslizó hasta quitarselas, ella al principio se puso algo tensa y luego volvió a relajarse, la pasión corria entre ellos, el beso los senos de la chica mientras iba introduciendo uno de sus dedos en su vagina, gimió de placer, el comenzó a moverlo mientras ella daba arcadas y tensaba sus muslos que no podia cerrar porque el cuerpo de el estaba muy junto al de ella. Cuando estaba extasiada de placer, muy excitada el se bajo la bragueta y dejo salir su enorme erección, y la puso en la abertura de la chica, ella se apretó al cuerpo de el y se lo fue introduciendo lentamente, ambos parecian uno solo y en movimientos frenéticos aquello se convirtió en un orgasmo que desato una enorme sensación de placer en ambos, llegar al climax juntos parecía una fantasía.
Al terminar Matt salió de ella, ella se puso se pie, y se quitó el antifaz, pero la luz no dejaba a Matt ver su rostro, la chica recogió su vestido del suelo y se cubrió con el, corrió hacia la puerta y salió de la oficina, para cuando Matt estuvo fuera, ella habia desaparecido, todo estaba a oscuras y lo unico que habia quedado era el antifaz. Matt se giró porque un ruido le distrajo...
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El sonido del despertador era lo peor que Matt había escuchado en mucho tiempo, se despertó sudando y con una gran erección entre sus piernas, se movió en la cama.
Hacian casi quince dias de la fiesta de la playa y llevaba casi una semana soñando aquello, ni siquiera haber tenido sexo con Sharon le habia hecho olvidar un poco a aquella chica, maldijo mil veces, no le gustaba estar tan colgado de una chica que parecia solo estar en su cabeza, solo el antifaz era la prueba, pero recordaba las palabras de Luke "Amigo, te equivocas, esa chica no existe, y ese antifaz lo hallaste", siempre tenia que llevarle la contraria con ello, estaba seguro de haber conocido a aquella chica, solo que ahora se habia convertido en la chica de sus sueños.
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Cassie se despertó envuelta en sudor, "¡Maldita Sea!" pensó, de nuevo tenia el mismo sueño, iba a la oficina de Matt, el llegaba, ella se ponia el antifaz, tenían sexo, ella se ponía su ropa de nuevo y para cuando caía en cuenta el ya no estaba. Aquello ya no era un sueño, era una pesadilla, llevaba dias en ese plan, no dormia bien, eso estaba empezando a afectar su redimiento.
Aún no dejaba de pensar en Matt, mucho menos teniéndolo tan cerca, recordaba el café que habían tomado juntos y los saludos en la oficina, una que otra palabra que se decían de vez en cuando en los momentos breves que lograban coincidir.
Los días habían pasado muy rápido.
Un ruido era lo que le había despertado, se puso de pie, oyendo voces que venian desde la sala, abrió sigilosamente la puerta, y sin hacer ruido asomó la cabeza para ver hacia abajo desde donde comenzaba la escalera.
- ... Uhm si, que tierno - era su madre - Eres muy Lindo, gracias ¿Qué te trae de visita? Tenias tiempo sin venir a la casa.
- Cassidy esta molesta conmigo...
- ¿Cassie,Por qué? - preguntó su madre.
- Si, Porque... - Era la voz de Jhosua, y el definitivamente no le contaria a la madre de Cassie que le habia besado, si lo hacia era muy valiente – Hemos tenido unas diferencias, es todo.
- Uhm bueno - dijo su madre entre dientes, odiaba que no le contaran todo, pero tenia que respetar - Ella aún duerme, iré a ver.
Cassie tenía casi dos semans sin hablar con Josh, ya no estaba molesta, asi que ya podía hablar, cerró la puerta sin hacer ruido y se escabulló de nuevo entre las sabanas. Tocaron la puerta.
- ¿Cassie? – dijo su madre
- Pasa Ma', Estoy despierta...
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Nuestro Cielo #Wattys2016
Ficção AdolescenteSINOPSIS El, es un chico un poco ingreído, que se ha entregado a su profesión como periodista desde muy joven, con tan solo 25 años ha logrado alcanzar el puesto de Presidente en la empresa de su padre, sin embargo para él, eso no es satisfactorio...