Capítulo 12

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Al cerrar la puerta de la oficina de Matt tras ella Cassie solo sintió un enorme deseo de huir de allí, de correr, había pasado toda la mañana, desde que venía en el taxi, pensando en como decírselo, y justo cuando había hallado las palabras correctas y hasta haberlo ensayado en el espejo, para decirle a Matthew Evans, que ellos ya se conocían, y contarle luego cómo, y decirle quien era la dueña del antifaz, entró a la oficina para hallarlos en lo que parecía la mitad de un beso, y si no era eso, iba a serlo.

"Eres una estúpida" se dijo a sí misma apretando con furia las páginas que ahora llevaba en sus manos, estaba confundida, su cabeza toda hecha un lío, así que lo mejor era respirar hondo y evitar que alguien notase su furia.

Dejó las hojas en el escritorio que se hallaba en su cubículo, lo mejor era ir a trabajar- para su suerte y su desgracia – no quería tiempo libre, era lo mejor, así que por ahora solo iría por un Cappuccino y luego a realizar sus asignaciones.

Apretó sus puños fuertemente mientras iba a la máquina de café que tenían allí los empleados, era un privilegio y a ella le vendría muy bien, algo que la despertase, y que al mismo tiempo aliviase un poco su estrés que estaba convirtiéndose en un desagradable dolor de cabeza.

Pidió un Cappuccino a la chica que los servía, lo tomó con cautela en sus manos y subió hasta su piso, lo puso sobre uno de los mesones que había en el pasillo, estaba caliente, y no quiso pasar otro momento de ira si lo probaba así y se quemaba la boca. Pasados unos minutos decidió tomarlo, inevitablemente echó una mirada de reojo a la puerta de Matt, seguía cerrada, y decididamente ya había decidido contarle la verdad, así que solo esperaría.

"Que estas pensando tonta?" se preguntó, tenía que desistir de aquella idea, era algo completamente estúpido, ya el café había enfriado un poco así que lo sostuvo y procedió a llevárselo a los labios cuando por su lado pasó un chico algo distraído y apresurado que con un codazo le echó el café encima.

- ¿Que Dem...? - Comenzó a hablar haciéndose a un lado para no quemarse, pero para inevitablemente quedar salpicada con el café.

- OH - salió de los labios del chico - creo que soy un torpe, lo siento tanto, en serio, soy tan imbécil.

- ¡Claro que lo eres! - Gritó Cassie haciendo que muchos desviasen la mirada hacia ella mientras ella solo se agachaba a recoger el vaso que ahora estaba en el suelo derramado.

- En serio lo lamento - Repitió él - ¿Estás bien?

- Claro que estoy bien - dijo ella - pero estoy empapada con el café, y ¿Adivina Gracias a quien?

- Hey ya te dije que lo siento - dijo él con algo de ímpetu.

- Si... - Cuando Cassie alzó la mirada para verle a los ojos se dio cuenta que se hallaba frente a un chico exageradamente apuesto y a quien ella solo estaba tratando mal, no solía responder mal a nadie, pero estaba molesta, y lamentablemente el lo había pagado - Ya no tiene caso, iré al baño.

- Por cierto soy Luke - Dijo el estirando su mano.

Cassie solo se giró, había quedado como una mal educada en ese mismo instante, su Madre, realmente se fuese molestado "¿Qué diría Geraldine de esto Cassie?" pensó que estaría muy decepcionada, pensó que por ahora su día iba muy muy mal.

Camino hasta los baños siendo presa de las miradas curiosas de los demás trabajadores, acababa de ser una completa grosera con un chico muy apuesto, pero estaba furiosa ¿Era lo de el café o seguía siendo Matt el culpable de aquella furia?

Resopló y se quitó la blusa que temprano se le había visto tan estupenda.

La echó en el lavamanos y comenzó a echarle agua para que se le quitase todo el café, ya la secaría con el secador de manos. Su día si que iba mal, No había pegado un ojo en toda la noche, había tenido "la conversación" con Josh, había decidido hablar con Matt, lo había hayado con Sharon y ahora le habían echado encima el café con el que pretendía desestresarse, aquello era perfecto y cuando Cassie pensaba que no podía ir peor, la voz ruidosa de Sharon se aproximaba por el pasillo, rápido se metió a uno de los baños para que no le viese allí, ya le odiaba suficiente como para someterse a la humillación pública por causa de Sharon.

Nuestro Cielo #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora