Capítulo 27

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Los días transcurrieron más rápido de lo que Cassie fuese podido desear, de vez en cuando se movía de su cubículo para hallarse con unas cuantas miradas furtivas que le condenaban, aquello no le gustaba, muchos ya habían corrido el rumor que ella quería quitarle el esposo a Sharon, otros solo decían que era una afortunada por haber sido escogida para ir a esa convención pero estaba convencida que aquellos comentarios destructores solo formaban parte de un sentimiento unánime, envidia.

La única que se había acercado a ella había sido Susan, casi podía considerarle su amiga, esa pelirroja era una cajita de sorpresas y eso era lo que más le agradaba de ella. Una que otra vez se había acercado a ella, y hasta le había contado lo que muchos decían y las muchas veces que ella había gritado lo envidiosos que eran y como había sacado las garras para defenderle.

Cassie llevaba poco más de un mes trabajando allí y ya tenía problemas, ya hablaban de ella, eso le preocupaba, pero Susan dulcemente siempre le decía que ellos solo se dedican a hablar de quien está más arriba que ellos, por eso, aunque Cassie fuese nueva, eso solo quería decir que su trabajo era mucho mejor.

─ Gracias Su ─ Cassie le decía "Su" de cariño, y a ella le gustaba.

─ No tienes que agradecer querida, solo cuenta como es que irás con tu amado jefe a esa "convención" ─ hizo el gesto con toda la intención, Cassie solo pidió que hiciese silencio, no le gustaba hablar de aquello, menos cuando todo en la oficina se convertía en un chisme.

─ No ha sido mi culpa ─ murmuró ─ El señor Michael me llamó a mi casa, me pidió reunirnos, cuando estuve en la oficina solo lo pidió, que fuese compañía de su hijo y yo... ─ suspiró ─ quería negarme, pero no supe como.

─ Vamos Cassie, admítelo te gusta Matt ─ Rió Susan ─ ¿Qué tiene de malo?

─ Primero, que es mi jefe y segundo, él... el va a casarse con Sharon ─ Cassie casi podía sentir las punzadas en la boca de su estómago ─ Vi cuando se comprometieron.

─ Asi que ¿Es cierto? ─ Susan parecía sorprendida. ─ Sharon ha tenido sueños húmedos con Matt desde que son chiquillos, hasta donde se, pero solo eran sueños, él no la ama.

─ Eso también lo se ─ murmuró ─ él me lo dijo.

─ Bien... ─ Susan se hirguió cruzándose de brazos ─ hay algo que no me has contado ¿Cierto? Creo que sabes más cosas que yo... y tan silenciosa que te veías.

Ambas rieron, Cassie solo negó con la cabeza, no podía contarle a nadie lo del beso con Matt, había sido un error, algo simple y ella no quería ilusionarse. No con un chico que estaba tan lejos de ella, ese que era su amor imposible. Recordó las palabras de su madre sobre luchar, pero aquí no había ninguna lucha que hacer, era mejor tirar la toalla de una vez, así no habría mucho que perder.

Susan insistió pero Cassie negó, no había nada que contar.

Rápido fue miércoles en la noche, Cassie no solo estaba tratando de luchar con sus pensamientos sobre ir a Londres, o fingir una enfermedad terminal y tener que pasar sus últimos días con su madre, aquello era exagerado, pero las ideas se le agotaban, sin contar con que Josh había pasado los últimos días llamándole, ella solo le había esquivado, no le apetecía dar una explicación de porque se había echado a correr cuando el le había pedido matrimonio; así que justo en ese instante Cassie encontró al fin una razón para viajar con Matt, atribuyendo toda la culpa a tener que "pensar" lo que debía hacer, entre todo el trabajo que le tocaría hacer tendría un tiempo para descansar, eso era bueno, sería perfecto para ella.


Debía estar en el aeropuerto a las ocho de la noche en punto, ya que su vuelo salía a las diez, pero tenían que arreglar las cuestiones del equipaje y el papeleo, sin contar que en los aeropuertos todo era ineficaz, siempre tardaban más de lo debido.

Matt llegó un poco después que Cassie, lo cual ella agradeció, no le gustaba estar sola rodeada de tantas personas.

Ninguno de los dos decía una palabra, aunque más de una vez Cassie notó la mirada de Matt sobre ella y viceversa, ella no podía evitar verle de reojo, todo ocurrió muy rápido, más puntual de lo que Cassie podía creer, tomó aire para irse con pesar al avión.

─ No creas que esto me gusta más de lo que te gusta a ti ─ dijo Matt, ambos estaban incómodos, se arrastraban de un lado a otro, podía notarse ─ Ni siquiera quería este viaje.

Aquellas palabras golpearon fuertemente a Cassie, Matt estaba siendo duro con ella, cuando ni siquiera quería viajar con él.

─ Solo es trabajo ─ Le dijo con el tono de voz mas seco que ha podido usar en su vida.

Cassie, podía ser dura cuando se lo proponía.

Matt se quedó un instante demás junto a la chica a la que debía entregarle los boletos, ni siquiera miraba a Cassie que estaba junto a él, pero su expresión se veía algo cambiada, lo que Cassie le había dicho le había molestado cuando era él quien buscaba causar molestia.

─ Buen viaje Señor y Señora Evans ─ sonrió la chica mirando los papeles.

Matt rió y Cassie negó espantada. Iba a decir que no eran esposos, que se equivocaba, pero Matt la tomó del brazo y casi obligada la arrastró hasta el avión.

El vuelo había tardado más de lo que Cassie y Matt fuesen querido estar juntos, Cassie, quien viajaba en primera clase por primera vez solo miraba por la ventanilla, ver la ciudad de noche le gustaba; Matt en cambio, solo se hallaba con la mirada perdida en un libro, no parecía leerlo a veces, pero Cassie no diría nada. Unas cuantas horas después ambos se hallaban en un taxi siendo conducidos al Hotel donde pasarías las noches siguientes.

Efectivamente el padre de Matt había hecho la reservación, ambos se quedarían en el hotel St. James, quedaba cerca de una de las playas y a juzgar por el piso que les correspondía Matt pensó que se vería la playa.

Les correspondía una Suite, Matt la imaginó como las de siempre cuando iba con su padre, con dos habitaciones y una sala de estar, ya estaba acostumbrado a ir a hoteles con su padre y como este le conocía sabía que su hijo nunca se quedaba solo, siempre hallaba una buena compañía.

Unos instantes después ya ambos estaban en la habitación, Matt le dio una propina al chico que le ayudaba con el equipaje y este se despidió dando las gracias, al entrar Matt se encontró con una hermosa sala de estar con una amplia ventana que daba directamente hacia la playa, aquello le gustaba, su padre tenía buen gusto y el St. James, una hermosa vista.

Cassie se hallaba congelada en la puerta de lo que era la habitación, Matt entendió porque, y caminó hasta el teléfono para hablar a la recepción.

─ Esto tiene que ser un error... ─ Alguien habló tras el teléfono ─ ¡Solo hay una habitación!... No puede ser... ¿No hay? ¿Ninguna? ─ Matt se mantuvo en silencio unos segundos ─ Voy a matarlo... Bueno, está bien, gracias ─ Matt miró a Cassie y esta le observaba casi con la misma expresión ─ Mi padre solicitó la Suite así porque pensó que... porque se supone que vendría con Sharon, lo...lo... siento Cassie, tendremos que quedarnos aquí, a estas horas todos los hoteles de esta zona deben estar copados.

Ambos permanecieron en silencio, tenían no solo que viajar juntos sino que al parecer, también tendrían que compartir la cama, aquello a ninguno de los dos le estaba gustando, aquello era increíble, era una casualidad o verdaderamente causa del destino, ¿Qué clase de mala broma era esa?

Nuestro Cielo #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora