Capítulo 19

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Matt casi quedó boquiabierto al ver a Cassie, no se veía para nada como la chica con la que él trabajaba, no lucía como la chica torpe, que todos veían, y mucho menos como la chica que solo se ponía un Jean y una camiseta con mangas de color obscuro, esta Cassie, a la que estaba observando era una chica completamente distinta. Matt llevaba días con un fuerte dolor de cabeza que en aquel momento pareció desaparecer por completo, con el dolor parecía haberse ido el restaurant, por un momento desapareció todo, Cassie opacaba todo el brillo del lugar, a la vista de Matt lucía completamente hermosa, su piel era nívea, pálida, y el vestido que llevaba en aquel instante hacía juego con ella.

Por un momento todo parecía desvanecerse y lo único para lo que Matt tenía ojos era para Cassie, hasta que notó la presencia de un acompañante, indudablemente, una chica como ella no podría estar sola, en un instante pudo sentir mil cosas y casi podía decirse que estaba experimentando una sensación de celos algo extremista, sin razón aparente.

"Reacciona Matt, ella es una chica hermosa, y tu... tu tienes muchos problemas como para convertir a una chica tan perfecta como ella en uno más" Pensó Matt dándose la vuelta mirando a Sharon de nuevo quien al parecer no había notado el cambio de Matt, ya que solo hablaba de cosas que Matt no estaba escuchando, solo pensaba que el chico que se veía tan sonriente junto a Cassie era un completo afortunado. Matt deseó mil veces poder devolver el tiempo, haber dicho que no a Sharon cuando podía hacerlo, quizás haber permanecido más tiempo junto a aquella chica en la playa, haber visto su rostro, o quizás, por alguna jugada del destino, conocer a Cassie antes que a ella, era una chica hermosa, quien acababa de descubrir que se escondía tras una fachada de chica invisible, pero Matt creía conocer la razón y es que si se mostraba así, dejaría a más de uno deslumbrado, completamente prendado de ella, así como acababa de dejarle.

─ Matt ¿Me estás escuchando? ─ Dijo Sharon subiendo un poco la voz, no muy alto pero si lo suficiente como para sacar a Matt de sus pensamientos

─ Lo... lo siento ─ Tartamudeó Matt

─ Te decía que el lugar me encanta, es muy romántico, muy moderno, muy acogedor, muy... ─ sonrió ─ apropiado.

─ Me parece estupendo este lugar ─ Matt casi quería ignorar las palabras de Sharon, que sabía hacia donde se inclinaban ─ es relajante.

─ Quisiera...

─ Te parece si ordenamos ─ Le interrumpió Matt, sabía que estaba mal aquello, pero no quería hablar, aunque de la nada al ver a Cassie su dolor de cabeza se había ido, sin embargo, aquella situación no estaba gustándole ─ Tengo hambre

Sharon asintió de mala gana y tomó la carta con desdén. Matt se veía pensativo, mientras dudaba que tomar como apertura en la cena, pero no, con la carta frente a él, dudaba completamente de las razones por las cuales se hallaba allí.

Un mesonero vino hacia ellos, ambos ordenaron y este, al regresar trajo consigo una botella de champaña, la mejor que Matt conocía, "cortesía de la casa" había dicho el mesonero al ver la cara de Matt, pues él no había ordenado botellas, no aún.

Matt sonrió al dueño quien hacía ademán con su mano observándole.

Había talento en vivo, una chica que cantaba una canción que a Matt le sonaba completamente conocida pero que no lograba distinguir, les sirvieron un par de copas.

─ ¿Por qué brindamos? ─ Preguntó Sharon

─ Por... ─ Matt parecía congelado, ni siquiera podía hablar.

─ Por nosotros ─ soltó Sharon sonriente

Matt no se sentía bien, tenía que pensar lo que debía hacer, no sabía como hablar, ni siquiera como empezar, torpemente se puso de pie con la excusa de ir al baño, se giró para ubicar a Cassie y tontamente algo cayó del bolsillo de su chaqueta, algo que el no quería mostrarle a Sharon. El tiempo parecía haberse puesto más lento mientras que la pequeña caja caía al piso y con ella los ojos de Sharon iban directamente hacia Matt.

Al caer la pequeña cajita Matt sintió deseos de huir, Sharon se inclinó y estiró su brazo para tomarla, Matt parecía congelado mientras que la cara de Sharon era todo un manojo de emociones juntas atravezandole en aquel momento.

Un ruidito sorpresivo salió de los labios de Sharon al abrir la cajita, pues dentro se hallaba un anillo, un anillo de compromiso.

Matt se sintió como un imbécil pues su madre le había dado esa cajita con ese anillo, sabía que no debía llevarla consigo, había sido algo estúpido, un error, pero no se puede huir de lo inevitable, ahora estaba en manos de Sharon y él sabía que no le quedaba de otra.

─ ¿Lo traías escondido todo este tiempo? ─ Los ojos de Sharon estaban húmedos de la emoción y su sonrisa era algo sin igual.

─ Sharon... ─ Matt iba a explicarle que ese anillo era herencia de su abuela, que lo llevaba e el saco, que era un error.

─ Claro que acepto casarme contigo ─ Dio un gritito ahogado mientras se ponía de pie y literalmente se lanzaba sobre él ─ ha sido la propuesta de matrimonio más original que he visto.

─ Sharon... ─ Dejó escapar Matt en un susurro intentando controlarla.

El tiempo parecía detenerse, con la mirada buscaba a Cassie, quería saber en que parte del restaurante estaba para que viniese a desempeñar su papel como ángel guardián, pero no le halló, Sharon le abrazaba con tal fuerza que sus pies se levantaron del piso y Matt tuvo que abrazarla para que ambos no fuesen a parar al suelo.

─ Esto tienen que saberlo todos ─ Dijo Sharon parándose frente a Matt, le dio un suave beso en los labios y caminó hacia la pequeña tarima que se hallaba en uno de los costados del restaurante, diagonal al enorme ventanal de cristal que dejaba entrar la maravillosa vista de la playa.

Matt tomó aire, en su cabeza, la idea de huir seguía en pie, pero ya el mal estaba hecho, no podía seguir huyendo, ahora tenía que ser un hombresito y aprender a enfrentar las cosas.

Un error, eso era aquello, pero ¿Cómo podía cambiarlo? El tiempo avanzaba muy despacio, veía a Sharon caminar hacia la tarima como si estuviese bailando, su cuerpo era hermoso, pero Matt, Matt no podía verle de aquella manera, aunque su cuerpo había sido suyo, aunque ella ya había estado entre sus brazos aquella era la misma chica de quien se había hecho amigo.

Negó con la cabeza, no podía moverse, hablar, parecía estar congelado, Sharon subió los escalones hasta llegar hasta arriba; La tarima estaba solo a un metro sobre el suelo, quizás un metro y medio, allí estaba una chica que cantaba, y que a la vez estaba tocando piano, la canción que Matt no reconocía estaba finalizando y ese fue el momento que Sharon aprovechó, Matt le vio inclinarse hacia un chico que estaba allí, él se mostró complacido y le cedió el micrófono principal a Sharon.

─ Buenas noches... ─ Comenzó Sharon ─ Quizás algunos no me conozcan pero estoy muy emocionada y quiero compartir mi emoción con ustedes...

El tiempo para Matt se detuvo, casi podía jurar que había muerto en aquel momento, su cerebro de nuevo suplicó huir, aunque no sabía realmente si aquella petición la estaba haciendo su corazón, escuchó la voz de Sharon pero en su cabeza solo hubo silencio "¿Que haces Matt?" se preguntó a si mismo, pero no hubo respuesta, ya no había salida, no se trataba de huir, si no de asumir.

Nuestro Cielo #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora