Nada más(Thomas Sangster y _______)

| 16 | Lo que intentas

-Mi hermano tiene razón. -Susurré mientras me alejaba de Thomas haciéndole notar que estaba molesta-Eres un asco.

Caminé por el pasillo tratando de llegar a la caja pero sentí como Thomas me detuvo con delicadeza y firmeza, si eso era posible. Su toque era cálido sobre mi mano y sentí mi piel erizarse ante ese contacto. Era la primera vez que me tocaba.

-¿Quieres que sea un patán contigo?-Preguntó mirándome, cómo si mi respuesta fuera a cambiar algo entre nosotros.

-No sé por qué te interesa lo que yo quiero que seas conmigo. Además,a ninguna mujer le gusta eso.-Contesté seria.

-Te sorprendería saber cuantas mujeres se mueren por que su novio sea un idiota-Thomas ladeó su cabeza y sonrió mientras sostenía su agarre contra mí.

-Nosotros no somos novios, no tienes que ser nada conmigo.

-¿Quieres que sea un patán contigo?-preguntó de nuevo. Su mano aún estaba contra la mía.

-No.

-No soy un asco, pero si soy un poco idiota. Ayer tu hermano me prohibió salir con alguna chica que no seas tú, es mejor que te vayas acostumbrando a esto. Nos vayamos acostumbrando a esto.

-¿A comprarme ropa interior como si fuera tu conquista?

Thomas sonrió mientras yo analizaba mi torpe elección de palabras. No debía darle razones para reírse de mí o para que pensará que esto era más que un estúpido acuerdo de su secta. No debía darle ese poder.

-¿Crees que te estoy conquistando?

Me quedé callada, pensé en voz alta y Thomas no iba a perdonarme por eso.

-No sé qué intentas Thomas-Estaba nerviosa y a punto de un colapso mental, pero él no debía saberlo.-Pero sea lo que sea, será mejor que lo detengas-dije tratando de calmarme.-No va a salir bien.

-Tu eres la que está dándome ideas, además yo no voy a intentar nada que tu no quieras. Soy un idiota, pero conozco el consentimiento y he notado como me miras.

-¿De que hablas?-Pregunté mientras me separaba de él.- Yo no te miro, tú eres el que me mira.

-Y tú me miras de regreso. Además, si me odiaras tanto como tu piensas que lo haces no tratarías de darme celos.

-¿Estas celoso?-pregunté queriendo tener ventaja en la conversación. Era un intento desesperado por mantener mi dignidad intacta y no dejar que él tuviera el control de esa conversación.

-Sé lo que intentas-Thomas se acercó a mí para quedar frente a frente. Aspiré su olor y sentí como las piernas me fallaban. No, eso no estaba bien.-Y no estoy celoso, sé perfectamente que a nadie le enseñas tu ropa interior. No aún.