| 18 | Lo qué hacen

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Dos meses habían pasado desde aquella plática y las cosas parecían ser iguales. Thomas me acompañaba a todos lados y siempre trataba de hacerme enojar, ya me había acostumbrado a su humor ácido y a sus ganas de incomodar en todo momento. Pero yo había descubierto que mis intentos de ponerlo celoso habían sido exitosos, le molestaba verme mirar a otros chicos, incluso a su hermano.Mi hermano y su novia habían terminado definitivamente por razones que Emiliano no quisó decirme y tampoco parecían ser muy importantes para él. Cat al parecer había caído en los musculosos brazos de Julio, siempre estaban juntos y parecían entenderse mejor que nadie en el grupo. Algunas veces mi hermano y ella se intercambiaban miradas extrañas y eso me confundía, y a los demás parecía incomodarlos también.

Todo me parecía extraño en el grupo, sus pláticas, sus reglas y el hecho de que no nos dejaban escuchar sus conversaciones empezaba a ser mucho más molesto de lo que siempre había sido. La tarea que Thomas se había ofrecido para hacer hace dos meses seguía haciéndome ruido en la cabeza. Nunca había tratado de preguntar, pero eso no calmaba mi ansiedad y tenía muchas preguntas que resolver en mi cabeza con respecto a todo pero al parecer nadie les podía dar respuesta más que ellos.

Era sábado, Emiliano y yo nos habíamos quedado solos en casa porque nuestros papás habían salido a comer con sus amigos de la universidad.Emiliano se había encerrado en su recamara para jugar videojuegos y yo estaba en la sala viendo una película cuando tocaron la puerta. Caminé y escuche como arrancaba un carro, el correo no pasaba los sábados así que abrí la puerta con curiosidad y encontré un sobre blanco. Lo tomé y entre a la casa, rompí el borde del sobre y ví algo que me sacudió las entrañas.

"Se lo que hacen--CONJETURA DE HODGE--"

Corrí asustada a la recamara de Emiliano y le entregué el sobre. Yo reconocía esas palabras, sólo no sabía de dónde. Y estaba más que segura que estaba dirigida a Emiliano y sus amigos, tenía ese sello de misterioso y peligroso que tanto les gustaba a ellos.

-¿Quién lo dejó?-Preguntó alterado mientras se levantaba de su silla y salía de su recámara.

-No se-Lo miré mientras él bajaba las escaleras para ver si podía alcanzar a quién fuera que lo hubiera hecho-Solo lo recogí y no ví nada más.

Sentí como vibro mi celular y contesté queriendo sonar tranquila.

-_______¿Estás bien?- Cat preguntó nerviosa, su voz parecía estar a punto de quebrarse.

-¿Quién es?-Emiliano subió corriendo las escaleras para saber con quién hablaba.

-Cat.

Emiliano me arrebató el teléfono y se lo puso en el oído como si su vida dependiera de eso.

-¿Estas bien?-pregunto mi hermano a Cat

¿Qué? ¿Por qué le preguntaba a Cat con tanta atención si estaba bien? Lo miré queriendo entender de qué me había perdido o en qué momento ellos se habían vuelto tan buenos amigos.

-¿Tu hermano?-Preguntó alterado mientras pasaba su mano libre por su cabello. Estaba poniendo demasiado atención a lo qué Cat le decía. Más de lo que me había puesto a mí en toda nuestra existencia.

Emiliano me señaló su celular que estaba en la cama, estaba vibrando y corrí a contestar sin mirar quién era.

-Bueno-Dije en voz baja, no había notado que estaba temblando.

-¿Por qué no me contestas en tu celular?-Preguntó una voz masculina, era Thomas-Te estoy llamando y suena ocupado, casi salgo a buscarte.

-Mi hermano está hablando con Cat.-Mi voz comenzaba a temblar- Y creo que con Mateo.

-¿También lo recibieron?

-No lo sé-Dije nerviosa.-¿Estamos hablando de lo mismo?- Sentí una mano en mi hombro, era mi hermano.

-¿Quién es?-Preguntó mirándome serio. Mi hermano no estaba serio, estaba pálido y parecía que se iba a desmayar.

-Thomas.

-Dile que nos vemos en casa de Mateo, que lleve lo que le dieron y que avise a los demás.

Le repetí a Thomas todo lo que mi hermano me había ordenado decirle, sentí un escalofrío extraño en el cuerpo y me quedé en silencio un momento. Esto no tenía lógica ni el más mínimo sentido.

-¿Estas bien?-Preguntó Thomas interrumpiendo el silencio en la llamada.

-Sí.-Mentí, no estaba bien. Todo esto me traía muy malos recuerdos, las matemáticas habían sido siempre un problema en la vida de mi hermano y yo siempre terminaba arrastrada por él.

-Nos vemos al rato-Thomas susurró serio.-Tranquila.

-Sí, te veo al rato.

Colgué el teléfono y miré a Emiliano. Notó mi molestía y sabía que no iba a tardar en cuestionarlo y golpearlo. Era un idiota por haberme involucrado en esto otra vez, después de lo que ya habíamos pasado unos años antes.

-Antes de que quieras matarme, y con justa razón. Vas a venir conmigo, lo vas a saber todo.

Nada más(Thomas Sangster y _______)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora