Epílogo

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Miré al grupo de personas delante de mi y no pude evitar sonreír. El orgullo recorría todo mi cuerpo y la felicidad al verlos era muchísima. Todo lo que habíamos pasado había valido la pena.

Los tres días que siguieron a la llegada a Suiza fueron un caos total. Los chicos tuvieron una reunión para poder explicar todo su trabajo y verificar que realmente fuera correcto. Cat y yo no podíamos entrar y estuvimos en el hotel esos tres días solamente viendo televisión y comiendo. Lo peor vino después.

Nuestros papás llegaron a Suiza y los regaños no se hicieron esperar. Primero nos dieron un sermón grupal de lo peligroso que había sido, demás de que éramos irresponsables y mentirosos. Tuvimos que confesar que los pasaportes y las actas eran falsos y eso nos valió un regaño además del embajador. Pero estábamos disculpados solo por que estábamos en problemas y por que nuestros papás se habían disculpado con él. Después el regaño fue por familia. Mis papás no estaban tan molestos conmigo, estaban furiosos con mi hermano por que además de haberme involucrado a mi había hecho que Cat viajará embarazada. La molestia conmigo era con respecto a Thomas y era lo que me temía. Me preguntaron varias veces si estaba embarazada y negué todas. Después mis papás y los de Thomas nos regañaron en pareja. Estaban preocupados por lo que pasaría después de todo ese desastre. Thomas había sido bastante claro y sincero. Quería seguir conmigo y yo también quería seguir con él.

Los chicos recibirían el premio y sus reconocimientos. Además tenían garantizado ya el ingreso a la universidad y un trabajo, ya que varias empresas los habían ya contactado para que se incorporaran a trabajar.  El dinero era lo que en ese momento menos les importaba. Se habían vuelto famosos dentro del mundo de la ciencia y habían logrado el reconocimiento que tanto querían y por el que tanto se habían esforzado.

Era momento de regresar y todos estábamos ya en el aeropuerto. Thomas sostenía mi mano mientras yo miraba la pista de aterrizaje.

-Oye- murmuró- ¿Cuándo crees que sea bueno decirles?

Lo miré tratando de que bajará mas la voz

-Por lo menos hasta que se calmen las cosas- dije en voz baja

-Esto no se va a calmar- dijo riendo- todo ya es diferente 

-Por lo menos hasta que lleguemos a casa- dije alzando los hombros- que pase la locura de Cat y mi hermano y te prometo que se los diremos 

-¿No lo han sospechado?- preguntó acercándose más a mi 

-No creo- dije negando suavemente- no son tan observadores

-Se ve precioso ese anillo en tu dedo- dijo mientras me daba un abrazo

-Lo sé- dije sujetándome de su cuello- que bueno que dije que si

Nada más(Thomas Sangster y _______)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora