| 25 | Más allá

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Thomas se separó y me miró asombrado. Su boca se curvó como si quisiera reír ante mi pregunta. No era gracioso, no era divertido saber que él ya había compartido la intimidad que nosotros estábamos teniendo con alguien más.

-¿Con cuántas calculas?-La sonrisa de Thomas inundó todo su rostro mientras reprimía su risa.Seguramente ni siquiera él lo sabía, no llevaba la cuenta. O tal vez sí, las marcaba como parte de una colección personal y retorcida de victorias.

-Con 100.-Conteste sonriendo, la realidad es que estaba al borde del llanto por su risa y por lo estúpido que sonaban mis palabras en mi cabeza y en mi boca.

Thomas juntó sus labios y negó en un bajo murmuro. Yo no despegué mi mirada de sus ojos y como si aún hubiera más espacio entre nosotros él me acerco a su pecho.

-Con ninguna.

Estaba bromeando, era imposible que él chico con el que media escuela fantaseaba fuera virgen. Después de toda su reputación y su experiencia besando eso era una mentira, era bastante bien conocido por besar bien.

-No te creo.

-Es en serio, obviamente me he llegado a besar con chicas, más de las que me gustaría admitir en este momento, pero nunca he ido más allá. Por eso soy tan codiciado.

-¿Por qué no? Creo que ofertas deben de sobrarte.- Mi voz era una mezcla de curiosidad, celos y nervios.

-Porque quiero que sea algo importante, que sea especial y con alguien con quién que ame.No con alguien que acabo de conocer.

-¿Así que te besas con chicas que acabas de conocer?-Pregunté riendo mientras repasaba sus palabras. "Con alguien que ame".

-No-Thomas dijo nervioso tratando de evadir mis preguntas-Las trato cinco minutos, y después las beso. Así que técnicamente ya las conozco.

Reí en voz baja por sus palabras y dejé me acerqué a él sin la intención de besarlo. Sólo necesitaba sentir que estábamos juntos y qué en ese momento todo estaba bien. Los dos nos quedamos en silencio por un largo rato sólo escuchando las respiraciones del otro, por momentos Thomas parecía soltar mi cintura pero cuando se daba cuenta se aferraba a ella de nuevo.

-¿Thomas?-Pregunté queriendo saber si ya estaba dormido. No lo culparía, jamás me había sentido tan cómoda y feliz en una cama. Podría haber dormido 20 horas seguidas porque Thomas estaba ahí para abrazarme con su calor y sus besos.

-No,dime.-Respondió serio ante el llamado de su nombre.

-¿Qué va a pasar si logran descifrar el problema?-El miedo de pronto se coló en nuestro abrazo. Las cosas habían sido desastrosas hasta ese momento, todo era un desastre y parecía más una serie de eventos desafortunados que envolvían a las matemáticas. Yo mejor que nadie conocía esa sensación, por eso odiaba que Emiliano nos hubiera puesto a todos en peligro de nuevo.

-No lo sé.-Suspiró mientras su mano se deslizaba sobre mi espalda hasta llegar a mi nuca.-Para empezar no se si lo podamos resolver, si lo logramos creo que todo puede salir bien. Tenemos varios planes.

-¿Y tienen algún plan por si todo sale mal?

-Hemos hecho miles,más de los que me gustaría admitir.Pero espero que nunca tengamos que utilizarlos, y que tampoco estés involucrada en alguno de ellos. 

Nada más(Thomas Sangster y _______)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora